Mª Carmen (1957-2014)
Un año
Tenemos la
costumbre de fraccionar los recuerdos por unidades de tiempo.
Segundos,
minutos, horas, días, meses, años, y vuelta a empezar, hasta que se rompe tu
unión a la rueda y son otros los que cuenta, sus segundos….
Entonces pasas
a formar parte de los recuerdos, la rueda del tiempo es implacable, no cesa de
girar mientras estás subido al tío vivo.
Pero lo que tengo
presente ante mí, es que inicio un nuevo otoño con tu ausencia, será diferente
porque ahora ya estoy acostumbrado a ella, aunque no la acepte.
Pero mi
rebelión para acatar las leyes de la naturaleza, no sirven de poco más que una
lágrima en el mar no altera nada.
Somos paseantes
y los paseantes pasan, ninguno se puede quedar, todo lo que tenemos en
transitorio, incluso los amores.
Aunque el
corazón no consiente y sigue agarrado a una imagen que está presente en la
mente, guardada con marco de flores.
Contemplo tus
espacios vacíos, esos que dan la medida de lo compartido y vienen hacia mí esos
pétalos de rosas flotando en tu patria, el mar Mediterráneo.
Los pétalos de flores hacia la patria compartida. Doloroso texto que cierra un periodo de un año, en este caso, como una vuelta de una noria en que el tiempo, como dices, se usa para pautar las ausencias en vano afán.
ResponderEliminarUn beso
Gracias!
EliminarUn beso.
Un año así, se convierte en una eternidad. Lo siento.
ResponderEliminarFuerza en mi abrazo.
Gracias!
EliminarUn abrazo.
Sólo a la persona que le ha sucedido, entiende perfectamente por lo que has pasado, los demás hablamos sólo imaginando....lo siento mucho.
ResponderEliminarBesitos
Gracias!
EliminarBesitos.
Estamos hechos de ausencias y recuerdos, nuestra carne y huesos son realmente secundarios, aunque nos recuerden constantemente nuestra ineludible condición de mortales.
ResponderEliminarÁnimo, ya sabes que hay días y días.
Un beso Alfred.
Gracias!
EliminarUn beso.