Este año la cosa iba con retraso que además en vez de recuperarse más bien aumentaba.
Culpa del infame desacuerdo por el que no se llegó a firmar el convenio para la presente temporada con los responsables del transporte.
Pues los renos estaban erre que erre, en que el forraje era escaso, el frío excesivo para luego pasar a un calor insoportable para sus abrigos, el ruido de las campanillas a todas horas incompatible para tener ni siquiera un minuto de auto reflexión y el mal ejemplo de llevar un tipo obeso y ruidoso, como estandarte de vida sana.
Que no y que no, y no firmaron. Se quedaron tan panchos en sus pastos.
Las cosas se le iban complicando, sin poder cubrir ni por asomo con toda su área de influencia, encima los promotores que lo lanzaron a la fama, ya lo daban por amortizado.
¡Qué tiempos aquellos que sin ser de ecologismo militante, salía a la calle en busca de chimeneas, vestido de verde!
Luego venía el que ahora, cada vez más, se las tenía que ver con la competencia oriental, con algunas menos ataduras sindicales y más armas comerciales, él carecía de esa patina espiritual que se traían ellos puesta, que los hacía más eficaces con aparentes menos medios, por eso seguían manteniendo su cuota de mercado, sin problemas aparentes de merma en el negocio de la distribución.
Tenían a los camellos contentos y se repartían el trabajo a partes iguales, incluso tenían su cuota de integración racial bien cubierta.
A medida que avanzaba y su saco de obsequios mermaba, también su figura se estilizaba. Al menos con suerte, el colesterol disminuiría y pasaría la revisión anual sin regañina a la vista, se consuela quién quiere, no el que puede. Pero ni con esas su desazón le dejaba tranquilo, verse así a su edad le estaba minando la moral.
Ya con el reparto hecho y de regreso a casa, calzando unas tablas para nada sofisticadas, vio la estrella de la competencia, brillando espléndida y majestuosa allá arriba y tuvo que reconocer que tenía una buena competencia y que le tocaba ponérselo más difícil la próxima.
Foto tomada del Post Navidades en Blanco y Negro, del blog de Molí de Canyer, para participar en su convocatoria juevera.