Visiones en puntillas

Foto obtenida de Internet


Sintió la imperiosa necesidad de seguirla con la mirada, sería por su ondulada melena rubia, acariciada por el viento, que protegió con un hermoso pañuelo de seda.
 
O quizás por ese contoneo de caderas al caminar, que no necesitaba música para captar toda su atención. y la del resto de personal masculino que hubiera a su alrededor.

También por esa mirada deslumbrante, con sus enormes ojos azules, que provocaban una perturbación en el habla de sus contertulios, qué sólo emitían sonidos guturales sin sentido.

Cuando se planto frente a mi, con una medio sonrisa interrogante, y sin poder contener su mirada, me quede con la vista fija al frente, donde un escote generoso para la época y el lugar, acapara toda mi atención.

Una ola de calor bermellón se apodero de mi blanca palidez, cambiando las sensaciones en las raíces de mi cabellera, despeinada por sus caricias.

Me plantó un beso sonoro en toda mi frente, quedando registrado por el rojo carmín de su pintalabios  para sonrojo de mi persona y agravio de mis compañeros.

Pero a pesar de ello, pasaría a ser motivo de befa, mofa y escarnio en la próxima hora de recreo en el patio, pura envidia.

Por no decir la atención que se le prestaba a su llegada, sobre todo en verano, amontonados todos a la puerta del vestidor, donde se quitaba el vestido , llevando solamente la bata, con lo que las posibilidades de ofrecernos buenas vistas eran mayores.

De ahí, la alta cotización de los asientos en primera fila, sujetos a transacciones muy jugosas y rentables, de los cromos con los jugadores favoritos de nuestro club de referencia.

Monasterio de Pedralbes

                                          Entrada principal, acceso a la iglesia. (Foto del autor)

Cuando te encuentras ante un monumento de estas características, independientemente de saber su fecha de construcción, ( fue fundado en el 1326 por la reina Elisenda de Montcada), de que pertenece al gótico catalán, ( es una obra atribuida a Bernat de Riquer ), quieres saber qué motivo a unos hombres a realizar tan bello edificio,  te emocionas por ver una obra hecha pensando en un ser superior, al cual quieren unos pocos rendir culto, con unas reglas determinadas y nada acomodaticias. 


Las voces del coro ascienden por encima de los rezos de los fieles, acompañadas por el aroma del incienso, que un diácono cumplidor ventea entre los concelebrantes. Al estar delante de los vitrales, las volutas de humo encadenadas con las voces, nos presentan una plegaría de paz.


Observando disimuladamente, como turista respetuoso, en un entorno que desconoce, veo como un monje se frota los ojos  con ademán pausado, contemplando con su cansada vista, el claustro donde se refugia a meditar, tras largas horas ante el ordenador, como sus antecesores hicieron ante el pupitre, estudiando y copiando documentos, recuperando la historia de unas órdenes y unos monasterios, en la que muchos fueron victimas de la sinrazón , de una época triste de recordar.