Los libros permanecen silenciosos, bien puestos y ordenados en sus
anaqueles de madera, protegidos del polvo y de las manos sudorosas e impías no
autorizadas a manosearlos.
El sol que entra por el ventanal incide en uno de los lados de las estanterías
reflejando sobre el cristal la primavera en que estamos.
Un silencio interrumpido en contadas ocasiones, nos remite a un
lugar donde la palabra sólo está permitida gráficamente.
Me gustaría atraerte con un puñado de diamantes, a cual más
brillante pero sólo tengo palabras, algunas sin brillo.
Pero es en este lugar donde espero poder crear para llegar todo lo
lejos que la imaginación me impulse, Pensando, siempre pensando, en todos los
que me han precedido en este sacrosanto lugar de recogimiento. No fuera caso que
se me enfaden los ancestros literarios.
Cual viento que impulsa la nave, las letras se van dejando caer
sobre la blanca hoja en la que no escribo, pero imagino contemplando la
pantalla, para poder poner esas palabras que me llevaran hasta ti, único deseo
al ponerme ante el teclado.
La historia creada para mí no tendrá importancia, pues solo es un vehículo
para acercarme, pero para ti ha de ser vital y por tanto de necesaria lectura.
Podría, si es necesario, ser quien diera el paso de leerte mis
frases, entonadas con brío y respetando las pausas, en oscura sala de luz
marchita y mobiliario viejo o en suntuoso palacio de ricos ornamentos, mis
palabras no entienden de riquezas ni suntuosidades.
A medida que el sol va entrando, la librería coge majestuosidad y
los dorados grabados de los lomos, nos anuncian viejos tratados de historia, geografía,
leyes, vidas de próceres, e incluso de algún santo.
Todavía no hay suficiente claridad, para ver si hay una tormenta
amorosa, una vida disipada, un crimen sin castigo, o unas faldas al aire.
Incluso pensamientos pautados, de rígidas escuelas, que no aceptan
dudas sobre su valoración como indispensables para el avance humano.
Viejos tratados de filosofía que ponen en duda todo en lo que
creemos desde la infancia, con la inocencia puesta de quién cree en sus
mayores.
Solo el sol y los viejos libros, dueños del lugar, cambian en sus
posiciones, en función del paso del tiempo, de la vida.
Las paredes,
los armarios, los estantes, las puertas acristaladas se mantienen incólumes contemplando
ora el gastado suelo ajedrezado, ora el techo ricamente ornamentado.
Pero sigo buscando tu atención, no sé por qué motivo, pero me resulta
vital tenerte atrapado entre mis palabras, por ello no acabo nunca lo que hago
y sigo poniendo anzuelos para mi querido lector.
Que buen texto Alfred
ResponderEliminarllegar con las palabras al lector , llegar muchas veces entre los espacios , entre renglones y percibir aquello que no se escribe pero que en autor late
me encantó el ambiente en el que recreas este texto ,
besos
Hola María, muchas gracias por alabar esa atmósfera que insto a crear, para atrapar al lector ;)
EliminarBesos.
No me importa picar en todos esos anzuelos.
ResponderEliminarVale la pena siempre.
Saludos.
Entonces seguiré poniendo carnaza, para tener los anzuelos bien cebados ;)
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Al menos por mi parte, morderé gustoso el anzuelo. Y por cierto, con tu permiso, he compartido esta maravilla de reflexión en google+ para que más gente pueda disfrutar de ella.
ResponderEliminar(Y ahora que lo pienso, ¿no debería haber esperado a que me dieras tu permiso primero antes de compartirla? Política de hechos consumados, se llama eso).
Un cordial saludo.
Gracias! Tu comentario me da ánimos para enredaros más veces ;)
EliminarVivimos en tiempos de inmediatez, ves algo, te gusta, lo compartes y ya está.
Un saludo cordial.
Muy cierto, compañero.
Eliminar;)
EliminarUn texto que atrapa.
ResponderEliminarBravo Alfred,nos has conseguido embaucar.
; )
Besos.
Gracias Carmen, seguiré en la brecha, palabra tras palabra :)
EliminarBesos.
.... tenerte atrapado entre mis palabras.....
ResponderEliminarSe siente real, lo que todo ser que se da en palabras desea no????
Cariños
Gracias Abu, así es, tirar la red y atrapar al lector ;)
EliminarAbrazos.
Piqué en tu anzuelo! ... ¡Atrapada!...
ResponderEliminarHe podido escuchar el silencio y ver el brillo de tus palabras entre libros... Genial texto, Alfred :)
Besos!
Se ve que tras un "eso" las musas se acercaron por aquí y me permitieron esta pequeña disertación ;)
EliminarBesos Sofya!
Eso es! ;)
EliminarQué cosas no? ;)
EliminarLa lectura te atrapa en una gran aventura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz semana amigo.
Eso es verdad, nos atrapa y nos sumerge en un mundo fantasioso y fantástico.
EliminarUn fuerte abrazo y una feliz semana también para ti, amiga!
Pues... Lo logras sobradamente. Atrapas. Es un poema impecable, precioso, con magia. Te lo aplaudo! Te robaste todas las musas del otro día :)
ResponderEliminarUn beso de anís.
Gracias Sara! Ya me gustaría tener excedente de musas :)
EliminarUn beso primaveral.
Una forma de llegar a la lectura, son las palabras escritas, ellas son el anzuelo para quedar enclaustradas en nuestra retina.
ResponderEliminarValiéndome de ellas, te invito a leer una entrada de dolor, en mi blog, a causa del terremoto que ha sufrido mi país Ecuador. Más de 600 muertos, miles de heridos...La tragedia que están viviendo rasga el alma.
Un abrazo.
Mi más sentido pésame por estas víctimas de la tragedia ocurrida en tu país
EliminarUn abrazo!
Precioso alegato del escritor a sus lectores, desde la biblioteca callada de los sueños que desean encontrar autor.
ResponderEliminarPrecioso texto. Un beso , Alfred
Muchas gracias Albada2! Cuando te ves rodeado de una cantidad ingente de libros, ya sean de ficción o de consulta o de lo que sea, te coge un tremendo complejo al darle a la maquinita ;)
EliminarUn beso.
Acuérdate de soltarnos del anzuelo para que podamos volver a engancharnos una y mil veces más.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Tranquilo! Practico pesca sin muerte ;)
EliminarUn abrazo.
Qué forma más bella y original de describir la escritura y sus dificultades. Me encantó.
ResponderEliminarBesos
Que comentario más lindo Celia, muchas gracias!
EliminarBesos.
Gracias Julio David. Estar en un universo cerrado, dedicado al cultivo de la lectura, donde una serie de libros de credos y políticas diferentes son capaces de compartir local, armario e incluso estante sin pelearse, le da un merito enorme al lugar.
ResponderEliminarUn abrazo literario :)
Leer es mágico, es adentrarse en mundos variopintos y entrar, sin ni siquiera llamar, en ellos. Vivirlos, sentirlos, olerlos...
ResponderEliminarComo esta entrada tuya que me ha atrapado y hasta ha conseguido quererme frente a esos anaqueles mirando esos libros.
:)
Besos.
Estar en esta atmósfera, como yo ahora mismo, te da un plus de irrealidad para poder vivir cualquier situación ;)
EliminarBesos.
ALfred, echa el anzuelo que seguro que picamos muchos, en esto de leer cosas interesantes como esta entrada no hay quien se resista a dejarse pescar en un ambiente tan acertado como el que nos describes a la perfección y con todos esos libros que están deseando que alguien los pesque.
ResponderEliminarMuy buena Alfred, te quedó una entrada maravillosa.
Besos
Puri
Hola Puri, muchas gracias, seguiré echando el sedal para captar vuestra atención :)
EliminarBesos.
Alfred, a mi me enganchaste desde el primer día que di con tu blog; me gusta lo bueno, y tu, lo eres escribiendo. Te lo dice un ratón de biblioteca, que es, como me dicen en casa.
ResponderEliminarAbrazos.
En ese caso no hay nada que decir, sólo darte las gracias ya sabes que tengo un gran respeto por las ratas, bueno las leídas e instruidas ;)
EliminarAbrazos.
Pues otra más, yo también piqué el anzuelo y he quedado enganchada, un placer leerte Alfred.
ResponderEliminarAbrazos.
Santa inocencia, dejarse pescar de esta manera, en fin, bienvenida Yashira, un placer tenerte por aquí :)
EliminarAbrazos.
Aquí llega un pez gordo intermitente.
ResponderEliminarPresente
Malque, a ti te pondré una red, pues no quiero lastimarte lo más mínimo, no sea que me saques en tus papeles por hacerte sufrir ;)
EliminarUn abrazo.
Relaciones entre el escritor y su musa biblioteca, donde encuentra los anzuelos vitales de su escrito.
ResponderEliminarEnvuelto en una atmósfera tan especial es difícil evitar el sortilegio de las letras.
EliminarComo se nota que eres un buen pescador , yo también estoy en tú cesta de peces , jajajaja. Saludos de flor .
ResponderEliminarEl cesto se va llenando, espero que estéis cómodos ;)
EliminarGracias Flor, un saludo.