Foto de A.C.P.
El Olivo
Está allí trasplantado
eso seguro, ahí no nació,
no es una tierra para ello,
a saber dónde germinó.
Pero en plan decorativo
el olivo luce hermoso
con aspecto de serenidad,
ese que se da en la gente
ya muy mayor y de vuelta.
Nadie aprovecha sus frutos
esas aceitunas que caen
que picotean los pájaros
e ignoran las hormigas.
Ese árbol sacado lejos
de su hábitat natural,
al menos de un campo
en donde en hiladas
muy bien dibujadas,
se retorcía al ritmo
del capricho del viento
compartiendo terreno
con sus colegas jóvenes.
Sus frutos entonces
eran muy apreciados
no era el pobre huérfano
solitario que parece ahora.
Siempre querido por ser
para la humanidad antigua
símbolo de inmortalidad
desde tiempos inmemoriales
un ejemplo de resistencia.
Habiendo incluso crónicas
poniéndolos de testigos,
por eso sabemos lo ocurrido
en el huerto de los olivos.
Terrassa, 6 febrero 2024
Un árbol simbólico por todo lo que representa, pero ante todo un árbol duro, aguanta el frío, la nieve y su fruto es oro.
ResponderEliminarUna feliz noche.
Todo un símbolo y además es hermoso.
EliminarBuenas noches.
Un héroe anónimo, testigo hasta de nuestra desconsideración... Me encantó, Alfred.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos
Testigos silenciosos de varias generaciones de humanos destrozando parte de su entorno.
EliminarMuchas gracias, carlos.
Un abrazo.
En mi barrio pasa lo mismo. Han plantado muchos olivos, algunos estaban ya, y todas las olivas se pierden.
ResponderEliminarSí, cuando algo se pone de moda, enseguida prolifera y lo invade todo, en este caso, diría que se agradece, un árbol siempre es bien recibido, otra cosa es si él está a gusto en su nueva ubicación.
EliminarDiuen que la olivera és símbol de pau, per aixó llueix trasplantada al jardí de moltes cases. És un arbre humil , fort , registeix totes les inclemències del temps , i tant necessari ! Els seus fruits alimenten la humanitat , inclús s.utilitza en el Sant Sacrament... Admiro la olivera , i si la posem en versió humana , admiro a les persones senzilles , fortes , i útils als damés ! Grán exemple la olivera i que en una magnífica foto , Alfred ., tant bé ens las representat. Salutacions.. ... Pepi.
ResponderEliminarÉs un arbre resistent, per què és lluitador, aferrat al terreny amb afany de persistir per segles. Té totes les virtuts i és un bon exemple per a tots nosaltres.
EliminarGràcies, Pepi, benvinguda!
Gràcies ...
EliminarGràcies a n'ha tu!!!
EliminarError. ens l.has representat.
ResponderEliminarEntesos.
EliminarMuy buen poema, sobre todo esa últim aparte que testimonia lo que los olivos oyeron esa noche en el famoso huerto.
ResponderEliminarY de la canción de Ray... ni se diga. Si no viste la película, debes buscarla
https://tigrero-literario.blogspot.com/2011/04/ray-la-musica-contada-travez-del-cine.html
Muchas gracias Alí. Hay testimonio en nuestra cultura, de la importancia de todo tipo que tiene el olivo.
EliminarLa vi, tuvo una vida muy complicada, pero era otro resistente.
Si que luce muy hermoso. Sin duda un campeón, por lo que cuentas.
ResponderEliminarBesos.
Por aquí cerca tengo varios, a cuál más retorcido, pero cada uno irradiando su nobleza.
EliminarBesos.
Es lo mismo que pasó con un árbol antíquisimo que fue replantado en una importante avenida de la Cd de México pero se murió porque no le cayó bien el ambiente, el clima ni nada. Pobres árboles.
ResponderEliminarUn beso Alfred
Algunos tienen difícil aclimatarse, a un ambiente hostil, como es el de la ciudad, con mucha polución, falta de un terreno con nutrientes y esas cosas. No todos valen en las ciudades y menos en un lugar muy céntrico.
EliminarUn beso, Malque.
Alfred, precioso poema, lucen hermosos hasta fuera de su habitat.
ResponderEliminarTestigos de tantas historias y siguen de pie regalandonos toda su belleza.
Disfruto leerte porque muchas veces pasamos y los ignoramos.
Abrazos
Muchas gracias. Lucen hermosos donde quiera que estén.
EliminarTestigos por muchas más generaciones de las que nosotros podamos contar.
Por ello les dedico unas líneas, son esos seres anónimos que nos acompañan y mejoran la vida de forma anónima.
Abrazos.
Cuando no se sabe lo que poner en una rotonda o no hay dinero para ello, se pone un olivo, aquí tenemos varias con estos históricos y hermosos árboles.
ResponderEliminarSaludos
Prefiero mil veces más, un olivo u otro árbol, que esos adefesios modernos, que al insultarlos, te pueden provocar un despiste y su consiguiente accidente.
EliminarSaludos.
Un lindo sentir Alfred,
ResponderEliminarLos olivos son árboles que aguantan tempestades, son muy fuertes. Aunque no es su habitat natural, se mantiene firme en su vida. El poema te quedó de lujo.
Petons!
Muchas gracias, Rosana.
EliminarCreo que el olivo hace de donde esté, su hábitat natural, si no, no se entiende que, pese a todo, puedan estar en cualquier sitio.
Petons!
Un buen reconocimiento al olivo, generoso en sombra y fruto, representa la paz, el apoyo al deportista. Un abrazo
ResponderEliminarSe lo merecen mucho más, de lo que les reconocemos.
EliminarUn abrazo.
Qué bien que hayas dedicado una poetización a un árbol histórico de nuestra cultura del Sur, como también se lo merecen el roble, la encina, el pino, el álamo...
ResponderEliminarCreo de todos ellos, el olivo es el que tiene unas connotaciones culturales, que más nos afectan. Un día tendré que hablar del desaparecido olmo.
EliminarCulturales y también económicas, desde la Antigüedad los romanos llevaban aceite de Hispania. Y cultivaban el olivo.
EliminarLa especie humana lleva miles de años beneficiándose de los olivos.
EliminarEl tráfico por el Mediterráneo ha sido continuo.
Me recuerdas a la peli. El olivo, que encontré muy intereante y que va de eso, un olivo, ese milenario, transplantado. Y cómo es ámbito familiar se queda tocado y hundido por perderlo. La parte buena es la nieta del propietario del olivo.
ResponderEliminarPor los olivos, que si pudieran... cuántas cosas contarían. Un beso.
Es verdad, la peli hablaba de ese trasplantar un hermoso olivo centenario, a unas tierras muy al norte. Me gustó e hice en su día una crónica y todo. ;)
EliminarTienen muchas historias que podrían compartir, ya sabes que me gusta escuchar a los árboles.
Un beso, Albada.
Me han dado tus versos sobre el olivo la misma sensación que la de esas personas mayores que han vivido toda su vida en un pueblo lejano, disfrutando de ja Naturaleza y la tranquilidad, y vienen a pasar sus últimos años a la capital, donde están los hijos y los nietos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues es un buen símil. Hay abueletes trasplantados a las grandes ciudades, que acaban siendo como pulpos en un garaje.
EliminarUn abrazo.
Un bonito homenaje el que le haces al olivo, que seguramente estará en ese lugar trasplantado hasta que resista los envites de la ciudad, que seguro se adaptará como nosotros a las circunstancias de la vida.
ResponderEliminarMe gusto mucho Alfred.
Un abrazo.
Estará mientras pueda soportar el humo de los vehículos, supongo.
EliminarNo le queda otro remedio, pero son duros de pelar, unos resistentes de primera.
Me alegra saberlo.
Un abrazo, Elda.
Los arboles centenarios para mi tienen algo especial. A veces tenemos el privilegio de tener uno de esos árboles cerca pero no solemos aprovecharlo, tenemos tantas cosas en la cabeza que ni se nos ocurre plantarnos ante él para observar al que ha contemplado tantas cosas. Algunos olivos aislados tienen mucha historia detrás, yo conozco el de Vigo que parece ser un esqueje del que fue plantado por templarios para acompañar a una iglesia, como comentas era una tradición habitual que respondía a esa asociación con la inmortalidad.
ResponderEliminarGeorgia On My Mind de Ray Charles es perfecta para acompañar esta magnífica entrada.
Qué tengas una buena jornada por delante Alfred, besos!!
Hay que tenerles algo más de respeto.
EliminarLos hombres antiguos, sí se lo tenían.
Buena historia la de ese olivo, todo un testimonio de otra época.
Oh, es una canción que solo concibo, cantada por él.
Buena jornada, Ana.
Besos.
El olivo parece un viejito encorvado, al estar tan solitario se ha puesto triste! Hermoso tu poema, Alfred, gracias por la música siempre, un abrazo!
ResponderEliminarLo es, un honorable y sabio, viejecillo, pero lleno de sabiduría y por ello un ejemplo.
EliminarMuchas gracias, maría cristina, un abrazo.
El olivo tiene mucho de paz y reconciliación, eso que tanta falta hace en el mundo de hoy.
ResponderEliminarVivi mucho tiempo, en un lugar en el que al salir de la puerta, lo primero que veía eran viejos olivos y al otro lado, un poco más lejano, la inmensidad azul del mar.
O lo que es lo mismo, esa serenidad de la que hablas en tu perfecto poema y la luminosidad nerviosa del mar.
Un regalo.
Un abrazo.
Es el árbol de la paz, de la unión de culturas, repartidos por todas las orillas del Mediterráneo. Ahora solo falta que los hombres nos enteremos de que en paz se vive, mejor.
EliminarTenías ante el mejor paisaje del mundo.
Gracias Juan L. Tu visita y comentario, sí que son un buen regalo.
Un abrazo.
Precioso poema dedicado a aquellos que por uno u otro motivo han tenido que dejar su lugar, y echar raíces en otro lejos de su hábitat.
ResponderEliminarEse olivo se nota que tiene muchos años, pero yo no le veo solitario, seguro que entre sus ramas duermen plácidamente los pajarillos, ve cómo pasa la vida, ve la fauna humana, sus idas y venidas. Está ahí embelleciendo la ciudad, haciendo más habitable las ciudades, sus aceitunas no darán aceite, pero su presencia engrandece el lugar.
En mi jardín, justo en la entrada, tengo un olivo, me lo regalaron hace 21 años era un olivo casi bebé, tenía 7 cuando llegó a mis manos, así que aún es un jovenzuelo de 28 años. Y ahí está embelleciendo mi jardín, dando cobijo a pájaros, siendo compañero de juegos de los gatos que se acercan a mi casa.
Son bellos los olivos.
Besines, querido caballero.
Muchas gracias, tienes una visión de lo más pertinente al respecto.
EliminarEsos olivos centenarios, ahora en su soledad, se dedican como buenos jubilados, a contemplar el ajetreo diario y a dar reposo en sus ramas, a esos pajarillos juguetones que le sobrevuelan, mientras embellecen con sus arrugar y tronco retorcido, los parterres que les adjudican.
Es un buen regalo, un árbol ya de por sí lo es, pero un olivo, tiene un plus.
Muy bellos y contemplarlos, produce una sensación, de equilibrada serenidad.
Besines, querida dama.
Fuerte contraste el ver a ese gran olivo que has retratado con la hilera de automóviles como fondo. Naturaleza versus Industria...
ResponderEliminarUn abrazo, Alfred.
Ya ves, ahora los olivos son para decorar rotondas y cruces de avenidas en las ciudades.
EliminarLa eterna lucha.
Un abrazo, Miguel.
Alfred, maravilloso poema al olivo, es un héroe de la naturaleza que sobrevive en la ciudad y siempre se ve hermoso.
ResponderEliminarCariños y besos, te deseo un maravilloso día
Muchas gracias, el olivo siempre se le ve como algo positivo.
EliminarBesos y cariños para ti también.
Feliz noche.
Me ha gustado mucho tu poema haciendo alusión al olivo, ese viejo árbol que casi pasa desapercibido en los campos cuando es rico en fruto y sombra.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred.
Un árbol cargado de simbolismo.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho porque pienso eso cada vez que veo un olivo fuera de lugar. Supongo que los plantarán porque piden poco y no crecen mucho, no lo sé. Pero siempre que los veo me pasa lo que has contado, que los pongo en otro lugar..
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Beauséant.
EliminarQuedan fuera de lugar, pero nos traen un poco de sensación de sensatez, es curiosa la metáfora.
Un abrazo.
Olivos semejantes a la sabiduría tras los años, el olivo sigue dando sus frutos y los mayores nos regalan vivencias sabias que se obtienen a través de los años. Un abrazo Alfred.
ResponderEliminarYa ves Carmen, como con un árbol, podemos hacer todo una alegoría, sobre la vida y la vejez.
EliminarUn abrazo.
No sé què tindrà, pero juntament amb les palmeres (que no tenen res a veure), és l'arbre que m'agrada més.
ResponderEliminarMolt bonic i sentit el teu poema, Alfred.
Aferradetes.
Fas una associació d'idees, amb dos tipus d'arbres, ben diferents, un acostumat a ser posat com a decoració, i l'altre seriós i circumspecte, digna de ser contemplat i admirat, per tot el que representa.
EliminarMoltes gràcies, sa lluna.
Petons.
Eso de que no comemos su fruto... no sé yo. Mis padres tienen un terreno y al menos, en mi casa, nos ponemos las botas!
ResponderEliminarBesos.
Esos de adorno, no están tratados para ello.
EliminarPues tienen un tesoro. ;)
Besos, Laura.
En mi infancia viví en el barrio de Olivos, en Buenos Aires... luego de adolescente fui a un insti que se llamaba El huerto de los olivos... Tu poema me llevó allí. A esos años de vivir de una manera diferente. Un recuerdo de mi vida.
ResponderEliminarPrecioso.
besos
Bueno, está bien traer buenos recuerdos.
EliminarEs que los olivos, son positivos de por sí.
En mi estancia por BA, recuerdo San Telmo, Palermo, Belgrano y el sitio del Caminito. Una ciudad que me encantó.
Besos.
¿Has visto la película de "El Olivo"?
ResponderEliminarTe la recomiendo.
Sí, la vi, la disfruté, y le hice una crónica. :)
EliminarGracias.
Alfred, gracias por tu visita y es verdad estamos indiferentes, lo único que miramos es el celular, vamos a empezar a mirar cuando la naturaleza se revele y de mas señales que su estado es critico.
ResponderEliminarAbrazos Alfred
Hay que hacer caso a la naturaleza y ser menos agresivos con ella.
EliminarAbrazos.
Los olivos son todos preciosos, ¡Lastima que los quiten de su hábitat!
ResponderEliminarLa música hoy me gusta mucho.
Un fuerte abrazo.
Cada uno tiene sus marcas de vida, que son muchas, dados los años que viven.
EliminarSi los quitan para darles una vida de retiro honorable, en plan jubilados que se dejan querer, pues no está tan mal.
Esa canción tuvo tanto éxito en su país, que fue aceptada como himno del estado de Georgia.
Un fuerte abrazo.
Buen homenaje le has a escrito a ese árbol inmemorial.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Toro, se lo merece de sobras.
EliminarSaludos.
Ya comenté en su momento, pero quiero hacer una pregunta; ¿Alguien sabe qué le pasa a Toro Salvaje? Me preocupa
ResponderEliminarPues no sabría decirte, ha quitado el poder comentar en su blog, imagino que por algunas visitas impresentables. Ya lo hizo anteriormente.
EliminarGracias porque no conocia un arbol de olivo ne parecia irreal o solo de algún titulo de los libros :))
ResponderEliminarPues no lo sabía, los españoles, en su ocupación de América, los llevaron y plantaron en varios territorios, al menos por el sur del continente.
Eliminar;)
Soy de tierra de olivos (Córdoba) en mi pueblo, "Priego de Córdoba" hay muchos. Me ha encantado tu poema Alfred.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosa tierra la tuya, entre Córdoba y Granada.
EliminarMuchas gracias, Conchi.
Estoy rodeada de olivos, tengo unos cuantos. El poema te quedó muy bonito. Besos.
ResponderEliminarQue maravilla, lo tuyo es de pura envidia, ;)
EliminarMuchas gracias, Teresa.
Besos.
Son olivos huérfanos, a los que nadie presta atención. Conozco un par de ellos y pienso como tú.
ResponderEliminarTe diría que los veo como jubilados, en esa soledad tan propia de los mayores, pero sin estar amargados por ello.
EliminarGracias, Julia
Certero eso del huerto de los olivos.
ResponderEliminarY también sobre el olivo en sí. Árbol milenario, con ese encanto que da su presencia, fuera de los huertos de producción...
Abrazos Alfred.
Provenimos de una cultura, eso da marca de procedencia.
EliminarAsí aislados, o muy separados, dan otra imagen, nada que ver con las plantaciones.
Abrazos, Ernesto.
Pues no, abrazar a un olivo es algo incómodo, con esas protuberancias tan duras que tienen. Pero sé, que agradeció mi mirada de compinche.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David, el gusto es mío. ;)
Muy bonito texto, Alfred!
ResponderEliminarSabes? al ver ahí el olivo, me dio la misma sensación de cuando veo un pájaro enjaulado. O_O
Un fuerte abrazo y que pases un estupendo finde :)
Muchas gracias, Gumer.
EliminarBueno, es un elemento de la naturaleza, puesto a nuestro servicio en un caso como compañía, y en otro como decoración.
Un fuerte abrazo y buen finde.
Me encantan los árboles, no solo por su historia, prestancia y frutos, sino por toda la connotación que para mí tienen, de paciencia, resistencia, flexibilidad y aceptación.
ResponderEliminarUn abrazo para ti amigo.
Paty
Los árboles son esos seres imprescindibles en nuestras vidas, a los que les hacemos bien poco caso.
EliminarUn abrazo, amiga.
Me gustan mucho los árboles.
ResponderEliminarMuy bonito y bueno tu poema.
Un abrazo.
¡A quién no! Bueno, seguro que alguien habrá, los que tengan alergias...
EliminarMuchas gracias, Amalia.
Un abrazo.
Es un árbol bellísimo. Si tuviese un jardín, creo que me gustaría me acompañase uno. O dos. Para que no sufriese de esa soledad de árbol solitario...
ResponderEliminarPreciosas letras, Alfred. Y un merecido homenaje.
Bonitos recuerdos me traen los olivos. Ya forma también parte de mi vida este árbol que nos cuenta historias.
Tiene un poder, quizás por sus largas vivencias, de permitirnos hacerles confidencias, siempre escuchan y no nos dicen tonterías.
EliminarMejor que estén acompañados, los árboles son seres muy sociales.
Muchas gracias, Campurriana.
Si son bonitos, el poema ha valido la pena.