Foto del autor
Ascendió a la montaña, para contemplar la ciudad, alejándose a la vez de aquella población incrédula; que tanto hacía por seguir como si nada hubiera pasado.
Intentó respirar aire puro, pero a estas alturas todo le dolía, ya era tarde para recuperarse de aquella maldita enfermedad.
Bien es verdad que afectaba bastante la cabeza de muchos conciudadanos. Dándose más casos a medida que se ascendía en la cadena de mando orgánico. Parecía como si la estupidez fuera cosa de jerarquías, mayor cuanto más alto se estaba en el escalafón.
Su venganza era contemplarlo todo desde la distancia e intentar reírse de ellos, pero con ello no solucionaba nada y le faltaba el aire para continuar con su vida, es un decir puesto que ya estaba en plena decadencia física.
Unos paseantes que parecían excursionistas le preguntaron si le pasaba algo, el porqué de su risa nerviosa, que asomaba tras aquella mascarilla mal colgada de las orejas.
Se lo decían con cara de asombro, del todo visible dada que la tenían totalmente libre de ningún aditamento anti contagios.
Intentó parar de reír y tomando aire les preguntó de dónde eran ya que parecían desconocer la epidemia que corría allá abajo, en la gran ciudad.
Ellos, contentos de ver que podía respirar tras el ataque de lo que parecía una risa del todo nerviosa y preocupante, contestaron que siempre habían estado en aquella montaña, sin poder precisar desde cuándo.
Pero seguramente fue al principio de que los rumores se confirmaran y de que está vez la cosa iba en serio y era peligrosa; tras la primera ola de acontecimientos mortuorios, más o menos.
Pero eso fue hace años, les dijo sorprendido. O sí le respondieron, el pequeño ya va a hacer la primera comunión esta primavera. La lástima es que no podrán venir los familiares a traerle regalos, estamos por decirle que se espere un poco más de tiempo, aunque para entonces igual ya no queda nadie.
¿Usted está bien? Parecía tener una tos algo seca y no poder respirar bien, se le ve demasiado cansado, además su risa no sonaba muy natural, encima está tumbado sobre estiércol y no parece apreciarlo.
Oh bueno, es simplemente que me escapé y subí corriendo y la verdad es que ya no estoy para estos trotes.
¡Ya, ya! Dijeron mientras preparaban las palas para proceder al entierro.
Barcelona, tres diciembre 2020
Tengo la sensación de que no hay lugar seguro en todo el mundo para librarse del virus.
ResponderEliminarSaludos.
Ahora que se van soltando los icebergs, igual nos alquilan uno.
EliminarSaludos.
Hermosa foto. Un relato misterioso con un final que da miedo. Saludos amigo Alfred.
ResponderEliminarGracias Sandra, un final adecuado a los tiempos.
EliminarSaludos amiga.
Y vamos camino de la tercera ¿cuantos caerán?
ResponderEliminarSaludos
Ya podemos decir que alguna más, esto no tiene visos de aflojar.
EliminarVeremos con la vacuna.
Saludos Emilio.
Hace un año te hubiese dicho que buen relato, de guión de película apocalíptica. Hoy te digo qué bien has plasmado la realidad que estamos viviendo.
ResponderEliminarEse final ha sido el colofón perfecto.
Besines.
Hace un año, ni tú no yo estabamos preocupados por algo así, salvo no pillar la gripe de turno. Pero hoy en día, nos asomamos a la ventana a ver quién hay por la calle.
EliminarGracias Livy.
Besines.
Amigo Alfred, preciosa instantánea y preciosa música elegida para este relato de terror que, podríamos decir hasta bien poco, sería eso, simplemente un relato de terror, pero en las circunstancias actuales que nos toca vivir la realidad está superando a la ficción.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y buen fin de semana.
De ser un relato de terror, pasa a ser una realidad de lo más factible, así lo veo.
EliminarUn abrazo amigo y feliz finde.
Ese muerto tan vivo dará que hablar. Haces un recorrido por muchos temas, desde quien sube hacia la montaña, aunque ya estuviera ahí
ResponderEliminarUn texto onírico muy bueno. Un abrazo
Cuando despierten los muertos pedirán explicaciones.
EliminarMuchas gracias, buenas apreciaciones las tuyas.
Un beso Albada Dos.
Mas que un guion es una crónica, vivimos una realidad terrible, me has recordado a los enfermos de lepra y sus confinamientos. Antes de dejarte el abrazo comentar que el relato es estupendo con un final aciago pero estupendo. Abrazo
ResponderEliminarTe vas a cosas muy antiguas en nuestro imaginario, pero la sensación es esa.
EliminarMuchas gracias Ester, un abrazo.
La vida misma para estos momentos que se están viviendo con tantos fallecimientos que no paran.
ResponderEliminarUn estupendo relato Alfred, con un final escalofriante.
Un abrazo.
La vida nos está poniendo a prueba y el resultado no es nada alentador.
EliminarMuchas gracias Elda ¿Es un final merecido?
Un abrazo.
Un relato singular que no presagia nada bueno para su protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo.
El protagonista es víctima propiciatoria de su propia evasión.
EliminarUn abrazo.
Es una historia terrible, sobre todo porque es demasiado real. Me quedo con la idea de que si ves las cosas a vista de pájaro, al menos puedes distanciarte y encontrar algo de claridad.
ResponderEliminarMe gusta mucho la canción, qué recuerdos tan gratos me trae escuchar a Simon and Garfunkel. Los años pasan y en este vídeo se ven las décadas transcurridas, pero mantienen esa sentimiento que siempre han sabido transmitir.
¡Ánimo, un día más te envío un gran abrazo!
Tan real como que la tenemos al lado y bien cerca.
EliminarEs una buena manera.
Una canción que todos tenemos guardada en algún rincón de nuestro interior.
Muchas gracias por tu abrazo, te envío otro de vuelta ;)
Parecería ciencia ficción si no estuviésemos sumidos en algo que puede llegar a ser tal cual.
ResponderEliminarUna foto preciosa, parece Madrid a lo lejos desde un monte cercano, muy bonita esa luz entre pinos.
Abrazo
Tiene pinta, pero creo que estamos rodeados.
EliminarEs una vista de Barcelona desde Collserola, que es el macizo que limita la ciudad por el oeste.
Muchas gracias Milena.
Un abrazo.
Está visto que el virus no respeta ningún sitio, y las cosas no vana ir a mejor. ¡Ojalá me equivoque!
ResponderEliminarUn abrazo
El virus no respeta nada ni nadie. Las cosa es ponerle dificultades para su propagación no facilitársela.
EliminarEsperemos equivocarnos ambos.
Un abrazo Rita.
Esas palas no auguran nada bueno para tu protagonista, ni en lo alto de la montaña ni en el valle hay que bajar la guardia.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred.
Puri
Esas palas solo representan un final.
EliminarUn abrazo Puri.
¿y bajo tierra estamos seguros? 😉 Besos.
ResponderEliminarNo, pero ya no nos importa.
EliminarBesos Laura.
Qué pena que esta sea nuestra realidad, Alfred.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día.
Una auténtica pena Auroratris.
EliminarBesitos mil, buen finde.
Triste y terrible historia. Pero muy real.
ResponderEliminarQué gran pena!!.
Un abrazo.
Así es Amalia, una auténtica pena.
EliminarUn abrazo.
Es la pura realidad, el final ya son miles los que lo han conocido. El resto seguiremos esperanzados. La música genial. Un abrazo.
ResponderEliminarUna realidad que duele.
EliminarSeguiremos a la espera.
Hay canciones que son eternas.
Un abrazo Mara.
Dicen y es bien verdad que la realidad supera a la ficción y lo que estamos viviendo así lo demuestra. Un texto muy reflexivo. Un abrazo y feliz viernes
ResponderEliminarEso siempre es así. La imaginación puede dar para mucho pero nunca como la realidad misma.
EliminarMuchas gracias Campirela.
Un abrazo y buen finde.
Los muertos, enterrando a otros muertos qué no saben que lo son. ¿Eso significará que hay esperanza tras la vida?.
ResponderEliminarFelicidades por el relato y el blog, que no conocía, con tu permiso me quedo por aquí.
Un saludo.
Los muertos no están para historias, lo que haya no nos lo van a contar.
EliminarMuchas gracias Ángel, se bienvenido a este rincón de "no se sabe muy bien qué"
Un saludo.
Ya dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Un saludo
ResponderEliminarSoy de los que lo dice y motivos tengo ;)
EliminarUn saludo.
Hola Alfred!
ResponderEliminarEl hombre ha sido capaz de llegar a la luna, pero un minúsculo bichito, produce una mortandad y una crisis económica mundial. En realidad, continuamos siendo muy vulnerables.
Hola Enric!
EliminarLo somos, pero no se lo digas a nadie.
Un relato que va aumentando la dosis de suspenso hasta un final escalofriante. Espero no sea el nuestro.
ResponderEliminarLa realidad desde todos los ángulos se visualiza bastante terrible, pero hay que seguir con esperanza.
Gracias por el tema musical siempre vigente..
Que tengas un excelente viernes Alfred!!!
Una escalada lenta hacia una montaña desolada por el temor que anida en todos.
EliminarUna buena canción.
Feliz finde eli.
No es un relato de ciencia ficción, es la pura realidad que tenemos, dela que has hecho un magnifico relato, presidido por una fotaza para enmarcar.
ResponderEliminarQue pases un buen puente, y cuidate...
Un beso.
Muchas gracias maricarmen.
EliminarFeliz puente de la Purísima.
Un beso.
Un relato para hacer pensar, como quien no quiere la cosa. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es bueno ir pensando un poco de tanto en tanto.
EliminarMuchas gracias Chema.
Un abrazo.
Estamos viviendo un thriller en nuestras carnes.
ResponderEliminarBesitos Alfred
Es una película de terror.
EliminarBesitos lopillas.
Y ahí lo dejas...como si nada pasara... genial, Alfred, me ha encantado. También esa fotografía acompañada de la música genial que nos acercas.
ResponderEliminarBesos.
Hay que insinuar suavemente las cosas, luego ya veremos que pasa.
EliminarBuenos complementos.
Besos Carmela.
Tus relatos y poemas Alfred,son crónicas de la realidad más cotidiana.
ResponderEliminarRealmente buenos!
Un beso.
Una mirada del entorno, actual y anterior.
EliminarMuchas gracias lunaroja.
Un beso.
Me hizo recordar no sólo El Decamerón en libro, sino la película de Pasolini. Muy buen relato, y con un final ajustado a estos tiempos pandémicos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEstas hablando de obras mayores.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Ese bichito nos está cambiando la vida, ni bajo tierra estaremos a salvo... pero no perdamos la esperanza por favor...El relato genial Alfred.
ResponderEliminarFeliz semana amigo. Un abrazo
Ya nos la ha cambiado.
EliminarLa esperanza es lo último que se pierde.
Muchas gracias Carmen.
Buena semana. Un abrazo.
¡Menudo final! Buen relato, sí señor.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
No soy de la misma tierra que uds .Tengo raices argentinas y soy norteamericana .Veo la vida diferente a muchos
ResponderEliminartrato de explicarte \un poco dr estoy hpy saludos
¡Hola Mucha!
EliminarVivimos en sociedades diferentes pero actualmente con el mismo problema. Esta pandemia lo está trastocando todo.
Gracias, un saludo.
Que todo pase... aunque no sea pronto pero que sigamoa vivos...
ResponderEliminarCon la promesa de que pase, creo que ya nos vale.
EliminarNo lo sabemos, Alfred, pero podemos correr la misma suerte de aquel pobre hombre... Dios nos libre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Núnca se sabe.
EliminarUn abrazo.
Caray. Buen relato y a la vez tan sombrío y crudo por cuanta verdad de la vida que refleja.
ResponderEliminarMuchas gracias Alexander.
EliminarEsto no va a parar amigo,al memos de momento. Que podamos contarlo
ResponderEliminarBuena noche. Cuídate.
Un abrazo.
Espero que podamos contarlo pronto.
EliminarBuenas noches Laura.
Cuídate tú también.
Un abrazo.
Teniendo en cuenta que la esperanza es lo último que se pierde, tomemos el tiempo que tenemos con el máximo de humor posible. ;)
ResponderEliminarOtro para ti.
Vine a felicitarte y me encontré con una narración tan original como la que concursaste, voy a visitarte con tu permiso, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarPues muchas gracias y se bienvenida estas palabrejas.
EliminarUn placer tenerte por aquí María Cristina.
¡Un abrazo!
Es una tristes historia, pero hay que tener esperanza saldremos de esta.
ResponderEliminarUn abrazo.
La realidad suele ser triste, la esperanza siempre persiste.
EliminarUn abrazo Cristina.
Joer qué final...pero claro...acorde a los tiempos...
ResponderEliminar: (
Ya lo puedes decir, pero acorde a las circunstancias que nos rodean.
EliminarBesos.
Muchas gracias por tu aportación al blog
ResponderEliminarmuchos besos
Felices fiestas
Hola Anna, gracias por tu visita.
Eliminar¡Felices Fiestas!
Nos ha llevado a seres muy cercanos y queridos. Los finales, no por esperados dejan de ser tristes. Pero vamos escalando, nosotros también, esa montaña.
ResponderEliminarMientras ascendemos so damos algún paso, es bueno encontrarse con amigos, para que la montaña no sea tan árida y podamos respirar un poquito de humanidad y de cariño.
Enhorabuena por captar lo mejor de la vida.
Un abrazo.
Una montaña siempre a superar, aunque nos vaya la vida en ello.
EliminarMuchas gracias José manuel.
Un abrazo.