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EL BARBERO Figaro
(Con todo el cariño para Albada Dos)
Cosas de las modas, tras desaparecer una tras otra
todas las barberías de barrio, esas con su cilindro dando vueltas
indefinidamente por efecto óptico, ahora el estilo “vintage” las recupera y actualiza de
nuevo. Con sus sillones blancos, sus suelos dameros, sus peluqueros barbudos, mucho cuero y mucha
madera.
Antes era un oficio que pasaba de una generación a
otra, padres a hijos por supuesto, en el que era impensable encontrarse con una
mujer atendiendo, en su interior. Bueno en algunos de lujo había una mozuela
haciendo manicuras, aunque eso era visto en plan algo afeminado.
Como mucho, una madre autoritaria, le explicaba/imponía,
sus gustos y criterio, de como tenía que quedar de pelado su nene, al pobre
peluquero que le había caído en turno atenderla.
Como todo vuelve, ahora nos encontramos, con el mismo
tipo de establecimientos, algunos recuperados, otros nuevos de trinca, pero con
ese aire de olor a Floïd, imprescindible para darle autenticidad, en todos
ellos.
La lástima, es que el sonido inconfundible de una
tijera desmadrada, o la maquinilla subiendo por la nuca, ha dejado paso, a las
eléctricas, esas que cortan de forma uniforme y desmadejada. Ni siquiera hay el
riesgo de que pille un pelo ensortijado y produzca un tirón, con la
consiguiente mueca de sufrimiento por parte del cliente.
También vuelven los paños calientes sobre la cara,
preparando el terreno para el suave deslizar de la hoja de afeitar por cuello y
mejillas.
Pasando cerca de esa nuez que en su vaivén, indica el
grado de temor de la víctima sentada y dispuesta a la libre mano que afeita su
rostro.
Antes lo suyo era escuchar la perorata del barbero
sobre la actuación en el último partido de liga del equipo local, o la valentía
o su ausencia, mostrada en la plaza de toros, por el matador de moda, en caso
de ser ciudad con ella.
Más tarde se apunto la radio, como elemento de
distracción, con gran alegría por parte de los clientes que sólo querían un
poco de tranquilidad, y ante la radio no tenían que molestarse en contestar, ni
siquiera con monosílabos.
Ahora, suelen poner música del gusto de la cadena de
turno, con parámetros de valoración en función de agradar al mayor número de
clientes. Con lo cual te pierdes, por ejemplo el ir a parar a una barbería en
la que el dueño era un amante del bel canto y era capaz de entonar sin rubor
alguno un aria entera de Puccini.
Todo esto viene a cuenta por que a una buena amiga le
ha dado por recuperar un viejo texto, los post envejecen rápidamente hoy en
día, donde la actuación de un profesional de la navaja, con sueños de lo más
intrigantes, me ha puesto en antecedentes de que todo vuelve.
Pero no sé, si conseguirán revivir esa atmósfera, ese
ambiente que se creaba, cómo de lugar sagrado, con sacrificios incluidos, en el
que se oficiaba un símil de culto, donde el barbero era el oficiante y el
cliente la víctima propiciatoria.
Realmente no había previsto la posibilidad
desempolvar mi vieja navaja y afilarla con el cariño que se merece una buena
nuez.
Barcelona, 15 Noviembre 2018
Guardo un buen recuerdo del barbero, recuerdo a mi padre cuando iba y regresaba impecable, como nuevo.Gran relato fruto del otro relato de una compañera nuestra.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Feliz seman Alfred.
Un abrazo
Hola Carmen, tiempos en que el estilo era importante, luego vendríalos desmadejado ;)
Eliminar¡Muchas gracias!
Feliz semana, un abrazo.
Rememorar esos tiempos y revivir ese ambiente de las barberías tradicionales no puedo, por dos motivos fundamentales, he sido imberbe toda mi vida y mucho me temo que moriré siéndolo y a mi ya me tocó la época de las peluquerías unisex ;)
ResponderEliminarPero sí es cierto que de un año para aquí se han puesto de moda, y ahora florecen como champiñones por cada rincón de la ciudades y pueblos. De hecho, el otro día pensaba que esto va por modas, de repente se ponen de moda las fruterías y te encuentras que empiezan a poner fruterías por todas partes, que si te descuidas te plantan una en el portal, se están empezando a poner otra vez de moda las inmobiliarias (esto ya me da más yuyu) y estas famosas barberías y en versión peluquería para señoras las famosas peluquerías low cost (lo que viene siendo en español, peluquerías baratas, que digo yo teniendo un idioma tan exquisito y vasto por qué tenemos que recurrir al inglés? pero perdón eso es otro tema)están como bien dices de moda ahora, que conste que los ayuntamientos quizá puedan sacar un provecho de esto, si en una misma calle hay dos o tres de estas barberías y una farmacia, por ejemplo, el municipio puede ahorrar algo en luminarias, no sé igual lo pueden estudiar, jajajaj.
Besines, sin cortarse un pelo.
No digas nunca, esto no me pasará a mi, por qué nunca se sabe. :)
EliminarLo de las unisex tiene su gracia, puedes ver como a ti en poco rato te liquidan y al cabo de una mañana pasas por delante después de comer y la que tenías al lado, aún está con rulos en la cabeza ;)
Pasa con todo, alguíen pone de moda una forma o un tipo de negocio y luego surjen por doquier. Fruterias, paquis, mini supers, bazares chinos, librerias...no librerias no, perdón.
Tú ves dando ideas, que te obligarán a poner una luz en el balcón.
Besines, con el pelo cortado, no me dejo rasurar la barba.
Shhhhhhhhhh, ni pensarlo quiero, no tienes malaje tú ni nada jajjajaja
EliminarLibre...qué? :))
+Besines (a pelo suena mal, verdad?)
Hay una chica por ahí, que de la barba ha hecho su carta de presentación. :))))
EliminarEra un sitio de cuando mi época, imagínate si hablo de tiempo.
+Besines (Puede)
haces un recorrido extenso y precioso por un oficio de ida y vuelta, según parece. Lo de la radio lo había experimentado, siendo pequeña, al pasar por delante de la mi pueblo, que sólo visitaba mi padre los sábados y cuya magia de misal y ofrenda tan bien has definido.
ResponderEliminarMe alegro que te haya inspirado un post mío a un tiempo, donde esa inquietud que intentaba trasladar la elector, no existía , o sí. Sólo cada hombre que tragó saliva con el corazón en un puño ante una tos de barbero, podrían escribir sobre ellos. :-). Un beso, Alfred y feliz lunes
Un paseo por una época y unas situaciones, díficiles de homologar hoy en día.
EliminarYa sabes que tus letras dan para mucho ;)
Un beso y un buen inicio de semana.
Una gran evocación al arte del barbero en aquellos tiempos, con un buen relato que me ha resultado muy agradable de leer.
ResponderEliminarParece que todo vuelve, pero la esencia ya es distinta por mucho que la busquen.
Siempre me ha dado un poco de repelús ver la navaja sobre esas nueces tan prominentes, pensando que si fuera un sádico el barbero...
Un abrazo Alfred.
Muchas gracias Elda.
EliminarVuelve un intento de recuperar otros tiempos, pero no deja de ser un simple atrezo.
Tiene su gracia...el morbo que produce ;)
Un abrazo.
Hola Alfred!. Esplicas muy bien una època, en la que yo aun estoy immerso . Voy a una barberia en la que padre he hijo són barberos y el local és de època. Coincide con lo que tu dices. Aunque lo que mas me importa, es salir un poco mas guapo, si es posible, de lo que he enterado. Buen post.
ResponderEliminarHola!
EliminarPues debe de ser de la pocas o incluo quizás la única :)
Ese es el intento.
Muchas gracias!
Las peluquerías de mujeres también han perdido su pátina. Ahora la mayoría son franquicias en las que las peluqueras cambian en cada cita para dar paso a otra con menos derechos en la nómina. Es lo único que no me gusta si bien ahora me siento mejor porque antes había mucho chismorreo.
ResponderEliminarBesitos Alfred
Todo cambia y no siempre es a mejor.
EliminarEso es cierto, ahora todo es más anónimo.
Besitos lopillas.
Las barberías de las que hablas, aunque hayan perdido el encanto de lo tradicional, parecen más seguras que la que relataba Albada, aunque tu final resulta un poco inquietante. Deja la navaja donde está!!! jajaja
ResponderEliminarSiempre creí que el cilindro de las barberías era copia de las películas americanas. No los recuerdo en las de mi barrio.
Y quiero agradecerte esa referencia al Floïd. Sólo leer el nombre y sentí a mi padre a mi lado, con ese olor inconfundible que lo acompañó (aún lo hace) toda la vida.
Un beso con sabor a nostalgia
Bueno ahora está todo más reglamentado. E incluso creo que hay una hoja de reclamaciones para los clientes que pierden alguna oreja. Ya nada es lo mismo.
EliminarPor aquí es un referente por diferentes razones, la de la nostalgia por un producto que casí se puede decir que es eterno, un aroma ainconfundible que nos retrotraea la infancia y un mecenas importante en nuestra pequeña sociedad local.
https://www.lavanguardia.com/cultura/20170117/413424982218/historia-floid-joan-cendros-activista-cultural-biografia-genis-sinca.html
Un beso Alis.
Todo vuelve, hay aficiones que no se pierden. ;)
ResponderEliminarAbrazos.
Con tu interesante texto, me has recordado cuando yo iba con el "puñado" de hermanos a que les cortaran el pelo, (eran 6).
ResponderEliminarYo creo que mi madre nos mandaba a la peluquería para así ella tener un poco de tranquilidad, claro que cuando el peluquero nos veía entrar en su peluquería, sabia que ya tenía la tarde echada.
Es verdad que las maquinillas de antes debían de tirar de algún pelillo, pues mis pobres hermanos se quejaban. No así las de ahora, pues tienes razón en todos los servicios que hacen. Mi hijo se corta él el pelo, después me reclama para que yo, con mis habilidosas manos, le retoque el cuello. No es por presumir, pero no veo mejor cuello arreglado que el de mi niño.
Me has entretenido y hecho recordar. Un abrazo bien fuerte.
Me alegra traerte viejos buenos recuerdos. :)
EliminarOtro abrazo bien fuerte para ti.
El otro día vi una barbería así y aluciné.
ResponderEliminarEra de una antiguo falso, pero vaya, casi daba el pego.
Quizás las han franquiciado.
Saludos.
Ahora se ponen cadenas y en estilo vintage.
EliminarSaludos.
Miedo me das con esa navaja en la mano...jajjajaja anda déjala en la barbería...pero en cúal? en la vintagedetrinqui?
ResponderEliminarA mí no me gusta nada ir a la peluquería,todavía no han inventado una que me guste,ni vintage ni ná.
Besos despeinaos.
No! Que va! Ni se enteran ;)
EliminarPues anda que no os pasaís horas las damas, bueno algunas.
Besos con gomina :))))
Yo también desempolvé hace unas semanas la querida Peluquería Rex .
ResponderEliminarUn abrazo.
Recuerdo tu tratado :)
EliminarUn abrazo.
Que hermoso ese tipo de barberia ademas♥
ResponderEliminarLa foto me encanto tmb!
Buen jueves!
Hola! Bienvenida! A este rincón de palabrejas perdidas.
EliminarMuchas gracias!
Feliz viernes.
Yo como tengo un pelo muy agradecido … siempre está a punto además rubia natural que no hay que ir al tinte.
ResponderEliminarGracias amigo por tu visita siempre eres una grata compañía.
Abrazos
Que suerte tienes.
EliminarUn placer visitarte y recibirte por aquí :)
Abrazos.
Me has hecho recordar aquellos tiempos que ya no volverán... y he visto a mi padre y hermano en una de esas barberías... Ahora todo es diferente... unas cosas me gustan más y otras menos, pero siempre recuerdo con cariño todo lo antiguo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No re creas, todo vuelve, no bien bien igual, pero lo intentan, quieren recrear un pocoese ambiente, pero claro, no es posible, las personas y las costumbres han cambiado.
EliminarUn abrazo.
Todo regresa, o nosotros regresamos a donde mismo... no sé.
ResponderEliminarBesitos de anís.
Buena salida ;)
EliminarBesos anisados.
Muy difícil revivir la atmósfera Alfred, porque antes la víctima era el cliente y ahora siempre será la víctima el barbero si comete cualquier minúsculo error. Un abrazo.
ResponderEliminarEsa atmósfera es irrepetible. En la época actua así es. El cliente es el rey.
EliminarUn abrazo.
Hola ALfred, es que una navaja de barbero en manos de un inexperto es un peligro para la nuez del cliente. Las barberías ya no son lo que eran por mucho que se empeñen en decorarlas como antes.
ResponderEliminarBesos
Puri
Hola Puri, La verdad es que da un poco de miedo, esa imagen ;)
EliminarNo, ahora es otra época y eso son meras reinterpretaciones falsas.
Besos.
Esas barberías eran lindas, todo vuelve, pero nunca sera igual. Un gusto leerte y recordar viejos tiempos. Saludos
ResponderEliminar¡Bienvenida Sandra! Intentan recuperar un espíritu, peroya no es posible, cada época tiene sus propios códigos.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Sabes mientras te leía , me acorde de la película de otra de las famosas películas de barberos , esta es la de Jonny Depp " Sweeny Todd " ya se que este barbero , no tiene nada que ver con el de tu entrada , pero a fin de cuentas , este también hacía un buen trabajo , no crees ? ya que más de uno no salia vivo de su barbería , jajajajajajaj.
ResponderEliminarBromas aparte , la verdad es que poco a poco , se a ido la magia de las antiguas barberías , una entrada muy emotiva , besos de flor.
Ya voy al día con tus entradas.
Hola Flor! De esta obra, han hecho multiples versiones y formatos, cine, teatro, musical...Una historia alocada y macabra pero que difiere del mundo de las barberías que ahora intentan renacer.
EliminarBesos.
Por lo visto la moda es universal, Alfred, por aquí también están reviviendo esos emblemáticos lugares... aunque el ambiente ya no sea el mismo, tienen un aire del ayer.
ResponderEliminarAbrazo.
Buscan reproducir un ambiente en plan "revival", pero es una cosa muy falsa, muy de atrezo.
EliminarAbrazo.
Todo regresa, todo. Saludos, Alfred
ResponderEliminar¡Y tanto! Lo retro vende bien.
EliminarSaludos Alicia María.
La nostalgia se ha vuelto un recurso de mercadotecnia querido alfred.
ResponderEliminarBesos y abrazos
¡Todo es puro marketing!
EliminarAbrazos y besos Jo.
Nunca se sabe lo que va a pasar mañana....
ResponderEliminarMañana será otro día...
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