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Hemos visitado estas dos poblaciones en una visita relámpago desde Santiago, en un viaje por carretera de apenas hora y media, el recorrido no nos ha mostrado nada especial en cuanto a paisajes, pero después de todo lo visto ya es difícil sorprenderse, aunque esté bien, no le prestas mucha atención, la vida es dura con la normalidad.
Valparaiso es una ciudad anclada en el pasado, cuando era un centro portuario de primer nivel, donde todos los barcos tras pasar penosamente el Cabo de Hornos, atracaban para reponer fuerzas y dejar lastre.
Tras la apertura del Canal de Panamá, empezó su declive que ahora es muy visible, dado el estado de los edificios emblemáticos de su epoca dorada ahora totalmente en estado ruinoso o en muy mal estado de conservación.
Tras la apertura del Canal de Panamá, empezó su declive que ahora es muy visible, dado el estado de los edificios emblemáticos de su epoca dorada ahora totalmente en estado ruinoso o en muy mal estado de conservación.
Tuvo que ser una ciudad fantástica, por el orgullo que aún manifiesta con todas sus callejuelas de los cerros decoradas en un sinfín de muestras de arte cultural en sus paredes.
El reconocimiento por la Unesco de ciudad cultural, protegiendo el patrimonio de sus conocidas casas de mil colores, que llenan los cerros que configuran la parte antigua y popular donde los habitantes tenían sus casas y sus iglesias. No ha sido recibido con igual entusiasmo por todos, sus normas son muy estrictas y hace muy oneroso el mantenimiento de estas viviendas.
Circular por el plano, donde está la parte administrativa y financiera de la ciudad en uno de sus viejos troles es un aventura de viaje en el tiempo, pasado por supuesto, creó que aquí ahora todo es pasado, aunque tienen una serie de organismos estatales que la hacen una especie de cocapital de la nación, o al menos un reconocido estatus como segunda ciudad en importancia del país y según algunas fuentes la de mayor vida cultural.
Cuando hemos llegado a Viña de Mar nos ha sorprendido mucho, no esperaba una
población tan grande, tenía hecha una idea totalmente equivoca sobre esta ciudad.
Un puro zoco comercial en sus calles principales, con abuso de gentes en todas direcciones, mucho ruido de músicos callejeros, organilleros, voceadores, y todo linaje haga falta para llamar la atención.
Un puro zoco comercial en sus calles principales, con abuso de gentes en todas direcciones, mucho ruido de músicos callejeros, organilleros, voceadores, y todo linaje haga falta para llamar la atención.
Esperaba una cosa como más de veraneo de estancia tranquila y sosegada a orillas del Pacífico, pero no esto, una ciudad crecida en la desmesura, con poco atractivo y con una cornisa marina totalmente abandonada, exceptuando la mole de un gran hotel de lujo del que no quiero hacer propaganda, supongo que molestaré a sus ciudadanos pero es que no he sabido verle atractivo alguno.
Normalmente si no puedes hablar bien de un sitio optas por callarte y pasar del tema, pero es que la decepción ha sido muy grande.
No detecto cansancio en tus crónicas, bien al contrario cada día mas capacidad de síntesis en la calidad descriptiva y anecdótica.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias una vez mas
No todavía no, de momento aguanto bien el ritmo, e intento escribir a mi aire sin ser muy subjetivo. ;)
EliminarGracias a ti por tu fidelidad al seguirlas.
Conociendo de tu mano ciudades de las que había oído hablar. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarBueno lo mío es una crónica poco idealizada, muestro las cosas con las contradicciones con que me las encuentro.
EliminarGracias a ti por el interés.
He recorrido tus entradas envidiando sanamente este bellísimo viaje que habéis realizado. Al fin he recalado en esta para decirte lo mucho que amaba mi poeta favorito, Neruda a Valparaiso. Tanto que lo poetizó en una oda.
ResponderEliminarTe dejo un trocito para que os acompañe en Viña de Mar, mucho más grande, homogénea, racional, casi diría...
:)
Pronto, Valparaíso, marinero,
te olvidas de las lágrimas,
vuelves a colgar tus moradas,
a pintar puertas verdes,
ventanas amarillas, todo
lo transformas en nave,
eres la remendada proa
de un pequeño, valeroso navío.
Besos y a seguir disfrutando.
Gracias Marinero, bellas palabras de un grande de la poesía, tuvo casa en uno de los empinados cerros que rodean el plano de Valparaiso.
EliminarBesos, continuamos avanzando.
Bufff... Qué maravilla!... Y tu descripción como de una aventura en el viaje del tiempo, que todo es pasado, es especialmente bonito.
ResponderEliminarBesos Alfred.
Son dos ciudades más de pasado que de presente, aunque Valparaiso tiene una parte nueva y voluntad de seguir acentuada.
EliminarBesos Sofya.
Es que el nombre y la solera hace promesa de dejarle a uno maravillado. Pero un glorioso pasado se deja ver por las rendijas de los objetos que están a al vista, y ese pasado, en tanto que se muestra, no muere nunca
ResponderEliminarUn beso
Es un pasado muy pasado, estamos hablando de finales del XIX y principios del XX, A partir de ahí, la debacle, económica y con ello la social, pero hay que conocerlas.
EliminarUn beso.