Foto de A.C.P.
HIROMI UEHARA
Place To Be
Sin Mar
A menudo las sombras
susurran quietas al alma
para hacerle caer en poza
que no lleva aguas limpias.
Dónde estás mar bravío
que ya no te veo
ni siquiera te oigo
bramar como antaño.
Entre dos versos
cogidos de la mano
se pierde el papel testigo
tiembla el oído en un olvido.
Tus aguas frías o cálidas
moviéndose o quietas
acunan sentimentales
sueños incumplidos.
Mis ojos cegados
seguirán colgados
como libres pájaros
a una barandilla atados.
Tus aguas seguirán
azules, verdes, frescas.
mil barcas te surcarán
pero no te sentirán.
Terrassa, 17 abril 2024
Un poema precioso!!
ResponderEliminarMil besos.
Muchísimas gracias, Montse!!!
EliminarMil petons!!!
ResponderEliminarEl agua, un lugar de eternos sentires, siempre cómplice del nuestro, el mar es espejo de lo que nuestra alma añora o celebra, si estamos tristes, si estamos contentos, el agua nunca dejará de ser una compañera que nos muestra la libertad de ser y existir, un refugio para los ojos y el corazón, una vía de escape, una vía de regreso, una profundidad de vida y de muerte. El mar es la unión del tiempo actual con el tiempo infinito, es esperanza licuada, que se menea entre azules y verdes espumosos.
Hermosos versos amigo, felicidades, te mando un ceñido abrazo. Que tengas lindo día.
Paty
Me gusta esa descripción de lo que representa el agua para ti.
EliminarMuchas gracias Paty.
Feliz día, un abrazo.
https://poesiainvencible.blogspot.com/2024/05/sin-mar-alfred-comerma-prat.html
Eliminar¡Ostras, qué sorpresa! Muchas gracias, por incluirme en ese rincón de poesía, tan maravilloso.
EliminarUn abrazo.
El mar bravío ya no es bravío o ya no está cerca. El mar que se añora tocará las embarcaciones y estas no lo sentirán. Qué ironía.
ResponderEliminarBesos.
Sí, el mar también desapareció tras una bruma, pero en él está el recuerdo más sentido.
EliminarBesos.
Si que añoramos el mar cuando está lejos y no vemos sus aguas.
ResponderEliminarBuen miércoles.
Un abrazo.
Para los que hemos nacido en sus orillas, no tenerlo al lado, se nos hace extraño.
EliminarGracias, feliz día, un abrazo.
No sentirán o sí, al mar. Yo creo que nadie queda inmune a su ronrroneo melodioso.
ResponderEliminarUn beso, Alfred. Un buen poema.
Es una pena para todos aquellos que desconocen el mar, perderse ese arrullo tan característico.
EliminarUn beso, Albada. Muchas gracias.
Un bell poema dedicat al mar , de qui hi troba consol i companyía i també complicitats. Quan un no hi viu tant aprop , recorda la olor , el color de les seves aigues i el tresor que hi reposa . Però els records no tenen distàncies , sempre estàn amb nosaltres !. He contemplat la foto amb els colors de l.esperança , d.un dia net i d.un cel blau i d.un park plè de vida. La vida que ens posa a prova tants moments. !. Precioses paraules Alfred ! Agraim la teva sensibilitat i que ens la deixis compartir !. Una abracada .. .. Pepi.
ResponderEliminarM'alegra saber que et fa sentir l'olor de la mar, tan present a la teva ciutat.
EliminarLa vida es canvia quan menys ho pensem.
Gràcies, Pepi, una abraçada!
Quan tenim aquest records de la mar, podem tenir enyorança, però mai podrem perdre la seva olor, els seus colors, el seu so... la seva essència.
ResponderEliminarUn poema preciós.
Aferradetes, Alfred.
Gràcies, Paula! Els que tenim el mar sempre a prop, quan ens falta ho notem massa.
EliminarAferradetes, sa lluna.
Alfred, hermoso poema, el mar es como un imán que atrae, que te hace poeta.
ResponderEliminarMe gusta sentarme al atardecer frente al mar, sentir su música al golpear sus olas las rocas, es como si el alma se abriera y quisiera absorber todos sus misterios y sentirlos mientras sus aguas danzan al compás de la brisa.
Cariños y besos querido amigo
Antes lo tenía tan cercano, que sabiendo que estaba ahí al lado, notando de alguna manera su brisa, ya tenía bastante. Ahora algo más alejado, su ausencia me hace quererlo ver más.
EliminarCariños y besos, querida amiga.
Alfred, a veces no le damos importancia a lo que tenemos cerca, empezamos a valóralo mas cuando lo sentimos lejano, nos da nostalgias recordarlo.
EliminarCariños y besos mi querido amigo
Es bien cierto, valoramos más las cosas, cuando ya no disponemos de ellas.
EliminarCariños y besos, querida amiga.
Qué poema más bonito y con ese toque tan personal tuyo..esa melancolía que se desprende en cada verso.
ResponderEliminarPrecioso!
Besos
Muchas gracias, lunaroja.
EliminarEl mar es siempre inspirador, incluso cuando no está.
Besos.
Al mar se le ama desde cerca y lejos, y tu poema es de una congratulación
ResponderEliminarde ambos.
Cada sonido de una ola te llena de tranquilidad y paz.
Un abarzo, feliz noche.
En cada situación se le admira diferente. Ahora me toca en lejanía.
EliminarLas olas van y vienen, dejando sensaciones.
Un abrazo y feliz noche, Campirela.
Yo estoy acostumbrado a recordar el mar, más que a vivirlo, pero quien lo ha visto, aunque solo sea una vez, no puede olvidarlo. Deja huella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, lo tienes algo más lejos. ;)
EliminarEs imposible olvidarse de él.
Deja una huella imborrable.
Un abrazo.
Está ahí.
ResponderEliminarNo sé si es el mar de siempre.
Cada vez más contaminado, más cálido, plagado de medusas y sepultando cadáveres que vienen del hambre.
Yo creo que nos tiene manía.
Y con razón.
Saludos.
Lo ensuciamos de palabra y de obra, y a pesar de ello, menos cuando hartado se nos lleva una playa por delante, está ahí, lamiendo nuestras heridas.
EliminarSaludos.
Mar, poema y música. Excelente combinación para una mañana tranquila...
ResponderEliminarAbrazos Alfred.
Gracias Ernesto. Disfrutemos de nuestra tranquilidad. ;)
EliminarUn abrazo.
Cuando la espuma no pone anillos en los dedos, cuando la brisa se olvida de dar caricias, cuando el agua salobre no pone escamas en la piel, no me extraña que pueden nacer versos tan perfectos, como lo de tu poema.
ResponderEliminarSe pierden con sentimientos amigos. Pero no quiero imaginarme, lo que sentiría perder el mar.
Un abrazo.
Lo muestras con brillantez y contundencia, perder el mar es una cosa seria.
EliminarMuchas gracias, Juan L.
Un abrazo.
La contaminación está en todo lugar, no solo en el mar.
ResponderEliminarFeliz jueves.
Sí, eso es cierto, pero el mar traga mucha.
EliminarFeliz jueves, Carmen.
Hoy el mar está lejano, la mirada va hacia la copa de los árboles que en su altura pueden llegar a divisarlo y llevarle tus palabras, Alfred, un abrazo!
ResponderEliminarUn mar lejano, no olvidado, siempre recordado.
EliminarLos árboles son seres vivos que nos hacen compañía.
Un abrazo, maría cristina.
Siempre me gustan tus poemas sobre el mar... en realidad, cualquier tipo de agua ;)
ResponderEliminarMuchas gracias, Beauséant. El agua es vida. ;)
EliminarUn poema precioso con sensación de melancolía.
ResponderEliminarDebe de echarse mucho de menos el mar cuando se está acostumbrado a vivir cerca de él.
Un abrazo.
Cuando quedas privado del mar y de lo qué hay en él, te sientes más solo.
EliminarMuchas gracias, Elda. Un abrazo.
El mar, el océano, no importa el nombre ni el lugar, el mar sigue siendo cómplice de tranquilidad, el alma se serena y el cuerpo se deja abrazar suavemente por su brisa. Solo quien ha vivido cerca del mar conoce la parte dulce de la sal. Sus aguas me saben a lágrimas y su vaivén todo lo devuelve, especialmente los recuerdos. Poema escrito para los que no lo tenemos. Muy bonito.
ResponderEliminarLo has descrito de maravilla, Airblue.
EliminarNo tengo cerca el mar, pero sigue muy presente en mi interior.
Muchas gracias.
Muy bueno tu poema.
ResponderEliminarHa sido bonito leerlo.
Un abrazo.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarEso está bien.
Un abrazo.
Cuando me despego del mar, echo de menos el olor a salitre.
ResponderEliminarJohn Lennon, en el estribillo de su canción “What you got, dice: “you don’t know what you got until you lose it” no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
Qué bonito poema, Alfred!
Un fuerte abrazo y buen finde.
Es lo que pasa cuando has nacido a su lado, en una ciudad marítima y con puerto, con todo lo que eso conlleva.
EliminarEso bien cierto, a veces ni siquiera somos conscientes de lo que tenemos.
Un fuerte abrazo, Gumer.
Feliz finde!!!
Un poema donde el mar le duele al poeta. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEn todo caso, duele su ausencia. ;)
EliminarUn abrazo, Carlos.
Siempre es un regalo leerte. Vuelve a bloguear más.
ResponderEliminarUn gran abrazo con el mismo cariño de siempre.
Muchas gracias, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Preciosísimo poema, llega al alma.
ResponderEliminarEl mar... que aunque no lo tengamos cerca, seguimos recordándolo... escuchando el sonido de las olas... y seguimos oliendo su frescura. El mar cuánto le hecho de menos. Tengo que ir una vez al año para poder beber de su belleza porque me envuelve en paz.
Una maravilla esta entrada, salgo encantada de tus blogs.
Besos enormes.
Muchas gracias, María.
EliminarEs que está ahí, esperando nuestra visita, cuando lo conoces no lo olvidas ni puedes estar sin él.
Ese es el mejor halago. ;)
Besos tiernos.
Se ve que te resulta entrañable dialogar con el mar.
ResponderEliminarEl mar tratado con respeto es un buen tertuliano.
EliminarAlfred, precioso poema.
ResponderEliminarAdoro el mar, es una terapia para mi verlo, escuchar sus olas romper, caminar por las orillas al atardecer es un poema.
Abrazos y besos querido amigo que pases un bonito finde 😘
Muchas gracias, Liz!
EliminarA su lado, arrullado por su voz, embelesado por su música, el tiempo no cuenta y el devenir tampoco mucho.
Besos y abrazos, querida amiga, buen finde. ;)
Un poema precioso pero inquietante, un poco triste. El mar siempre se guarda sus misterios, no se le debe subestimar ni dar por sentado, nada me das más miedo que su aparente calma. Esa imagen de los pájaros libres atados a una baranda me da que pensar
ResponderEliminarMuchas gracias, Joaquín. Espero no te asuste. ;)
EliminarSe merece un respeto.
Alfred, he regresado al mar. De hecho, lo tengo al lado casi siempre. Cuando me alejo, suspiro. Será la nostalgia. Como dicen por ahí arriba en los comentarios, este poema es inquietante. Como lo es el mar.
ResponderEliminarBien hecho, a su lado seguro que estás mucho mejor.
EliminarSimplemente, hay que tenerle un cierto respeto.
Gracias por venir.
¡¡Hola Alfred!! Bellísimo poema. Supongo, que quién siempre ha crecido con el mar, cuando no lo tengan cerca, sentirán una gran añoranza por su olor, su ruido y su calma. Besitos.
ResponderEliminar¡¡Hola Isabel!! Muchas gracias.
EliminarAsí es, se le echa de menos, cuando estás alejado.
Besitos.
La contemplación es lo que nos salva un poco como humanos... gracias por recordárnoslo.
ResponderEliminarEn la contemplación, tenemos tiempo para divagar, pienso que nuestra salvación, está por ahí.
EliminarPrecioso el mar, como tu poema. Besos.
ResponderEliminarSiempre está ahí, con la infinita paciencia para escucharnos.
EliminarMuchas gracias.
Besos.