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Una maleta abandonada
Ahí estaba, junto a los contenedores de la basura que había en nuestra calle.
En el breve espacio de tiempo que había entre mirar tras los visillos que tiempo hacía, ducharse, tomar un café y volver a mirar para asegurar si usar paraguas o no, apareció esa enorme maleta en mi campo de visión.
La gente deja las cosas más variopintas en la calle, sin buscar el contenedor correcto para desprenderse de ellas, pero claro una maleta no cabe. Pero a mí me molestaba ver cosas fuera de sitio.
Al salir a fuera, crucé la calle y me acerqué, mientras tiraba mi basura diaria al contenedor gris, observé la maleta que era un modelo bastante popular, estaba en muy buen estado, la sospesé y aprecié que pesaba lo suyo, con lo cual cabía pensar que estaba muy llena.
A veces es una lástima ser tan precavido, siendo de los que siempre salen con tiempo de sobras para ir al trabajo, porque tienes tiempo para perderlo en cosa como esta de intentar averiguar el contenido de una maleta abandonada.
La cogí y me la llevé hasta el coche, la metí en el maletero y a la vuelta ya miraría su contenido.
Tras una larga, pesada y poco fructífera jornada, regresé al hogar dulce hogar, compartido con una araña muy poco considerada, al no esperarme nunca para cenar.
Puse la maleta sobre la mesa del comedor, pesaba demasiado para depositarla en ningún otro lugar si no era en el suelo, pero es más cómodo tenerla en alto, uno no está para estar agachado en una mala postura que repercutiría en mi dolorida espalda.
Así las cosas, me entretuve en intentar abrir la maleta. ¿Para qué la cierran con toda la seguridad posible y luego la abandonan? Hay cosas que no tienen ningún sentido, pero se supone que son cosas de las rutinas de cada uno.
Tras la pelea consiguiente, la cerradura pese a su oposición, cedió a mi insistencia y con ello a mis intereses.
No tenía que haberlo hecho, lo que encontré dentro no fue de mi agrado, es más lo encontré altamente desagradable.
Envuelto en bolsas, más o menos todas del mismo y tamaño y peso, había los restos de un cuerpo humano debidamente descuartizado. Me acababa de meter en un enorme lío.
Cómo iba a explicarles a las autoridades, que no tenía nada que ver con ella, salvo haberla cogido de la calle, pasearla todo un día por la ciudad en mi coche y luego encima meterla en mi casa y abrirla para comprobar su contenido.
Encima ni siquiera sabía de quien podía tratarse, puesto que entre los paquetitos no estaba el correspondiente a la cabeza.
Pensé que siempre podría volver sobre mis pasos y dejarla otra vez en su sitio y olvidarme de ella. Pero tendría que limpiarla a conciencia, por eso de las huellas, rezar para que nadie me viera y pudiera dar razón de mí, contando mis idas y venidas con la maleta de marras.
¿Cómo podía haber gente tan desconsiderada, dejando este tipo de cosas en la calle? La verdad es hay gente muy dejada.
Estando así las cosas y teniendo al día siguiente una entrevista para la cual tenía que estar más bien fresco, opté por irme a dormir y tener otro sueño que fuera menos angustioso.
Barcelona, 25 octubre 2021
Que buen texto, con intriga y la curiosidad mira lo que determino. Como bien dices¡ hay gente pa tó! jajaja. Un abrazo y que los sueños sean guardables y no de cuerpos descuartizados.
ResponderEliminarLa curiosidad mató al gato. Pero aquí no se ha llegado a tanto. ;)
EliminarPor que tengamos unos buenos sueños.
Jaja. Menos mal. Un sueño de terror que a nadie se le desea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estamos en fechas para cosas macabras ;)
EliminarUn abrazo.
Genial relato me sorprendió el final.
ResponderEliminarGracias J.P.
EliminarLas cosas siempre pueden acabar de forma no prevista.
Dejar la maleta ahí... desde luego la gente no tiene consideración y algunos pierden la cabeza, jajajajaa.
ResponderEliminarSaludos.
Cada vez hay más dejadez. ;)))
EliminarSaludos.
La curiosidad mató al gato, menos mal que era un sueño, ¡¡pero que curiosos somos los humanos!!.
ResponderEliminarSaludos
Eso mismo puse por ahí arriba ;)))
EliminarCuriosos por definición.
Saludos.
Después de eso, seguro que cuando vea una maleta abandonada, pondrá pies en polvorosa, no sea que los sueños se hagan realidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se lo pensará dos veces, si se acuerda del sueño. ;)
EliminarUn abrazo.
Hay sueños que quitan el sueño, menos mal que pudiste cambiarlo por otro y no se quedó reticente. Abrazos
ResponderEliminarSon de esos que provocan desazón y es mejor desecharlos cuanto antes.
EliminarAbrazos.
Angusioso lo es un rato, Alfred... muy buen relato, espeluznante. Mi madre me decía que nunca cogiera las cosas del suelo...
ResponderEliminarMil besitos para ti y muy feliz miércoles.
Sí, un poquito ;)))
EliminarCosas de las fechas en que estamos.
Hacía bien en decírtelo.
Mil besos y buen día.
Eso sería lo correcto.
ResponderEliminarDesprenderse del sueño, buscando uno más plácido.
Muchas gracias.
Feliz miércoles.
Un abrazo.
Desde acá te iba a gritar: No Alfred, no la toques, puede haber un cadáver! Y sucedió nomás, menos mal que era un sueño y la música nos sacó del mal momento, un abrazo!
ResponderEliminar;) Ya te imaginabas algo así, maría cristina, se quedo en nada la cosa.
EliminarUn abrazo.
A medio relato, cuando ya empecé a intuir que no se trataba de una anécdota sino de un relato ya estaba esperando la explosión de un momento a otro.
ResponderEliminarSospeché que era un relato, porque aunque no nos conocemos, creo que eres mucho más prudente y cabal que ese señor imaginario capaz de calificar de poco considerada, nada menos que a un araña. :))
;))) La cosa es más británica, por decirlo de alguna manera.
EliminarCon todos los respetos por las arañas y los araños.
Buen texto, me gustó.
ResponderEliminarBeso grande y que tengas un excelente día.
Muchas gracias Paula.
EliminarUn gran beso.
¡Feliz día!
Fins a la meitat del relat, anava pensant a crits que no la toquessis... i si era una bomba o potser un mort?, que no la toquis!! Ufff, després he respirat al veure que era un malson!.
ResponderEliminarMolt bon relat, tot i que la maleta és ben real. 😉
Aferradetes, Alfred.
Gràcies per preocupar-te per mi.
EliminarAixò dóna de si una maleta vista per una finestra. ;)
Moltes gràcies. La maleta existia, la foto ho confirma.
Aferradetes, sa lluna!
No querras escurrir el bulto verdad?
ResponderEliminarQue la maleta la he visto en la foto, eh...?
Dile al arañofobo que las maletas, aunque sean encontradas, son envases (deloquequierasmeterdentro), y por tanto van al amarillo. El contenedor tiene un gancho por detrás y se abre para meter cosas grandes
Saludoosss Alfred
Gracias por la información, a tener en cuenta la próxima vez.
Eliminar¿Por cierto las arañas dónde van?
Saludos Gabiliante.
Esta es fácil...Al marrón de orgánica, pero hay que matarlas antes para que no se salgan, así que, si paga la mitad del alquiler, no sè si te sale a cuenta...
EliminarSalud
Gracias, pero soy animalista, respeto todo tipo de bestias, incluidas las del congreso.
EliminarSalud
Qué divertida y tentadora idea, la de la maleta y cuerpo adjunto, que estimula tu relato. Las maletas son un objeto misterioso desde siempre. Tienen además dos caras. La exterior que la define aparentemente. El interior, que define al dueño de la maleta: por sus objetos o por usos más siniestros, como es el caso. Aquellas maletas de infancia, ya no digo las atadas con cuerdas, pero sí las de cierres que nos acompañaban en viajes con retorno. ¿Por qué nunca las maletas volvían como iban? Me gustan esta indagaciones imaginativas que exploras.
ResponderEliminarTengo más maletas por ahí repartidas, en post.
EliminarRecuerdo aquellas de piel con sus cintas y cierres con llave, que eran un martirio cerrar con la maleta atiborrada.
Es un objeto que me da mucho juego. Ver una así abandonada ya ves lo que provocó. ;)
Por un momento pensé que era una anécdota, menos mal que todo es un sueño influido por la época del año.
ResponderEliminarEl próximo espero que lo tengas más dulce.
Un abrazo
Es que las fechas nos condicionan mucho.
EliminarPor si acaso ya he comprado una botella de malvasía.
;)
Un abrazo.
Lo mismo la maleta devoró a un ser humano demasiado curioso y lo decapitó :)
ResponderEliminarSería una suposición plausible de esa falta importante.
Eliminar;)
Con lo fácil que es poner cada cosa en su sitio, pero no... Nos gusta complicarnos la vida. Metemos los muertos en las maletas y luego tenemos que meter los equipajes en las arcas de caoba.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Sí es que...no se aprende.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Desde que inicié la lectura supe que estaba ante un buen guión de suspenso. Para colmo describes la piscología del protagonista y "su araña" y dejas casi abierto el final. Yo que vos le hago una segunda versión, lo potencio con algunos personajes y situaciones border y se lo acerco a algún productor.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
;))) El guionistas sos vos!!!
EliminarGracias.
Un fuerte abrazo carlos.
Por acá los descuartizan y los meten en bolsas negras de basura y luego los tiran en las plazas...... Saludos amigo Alfred.
ResponderEliminarUnas costumbres de lo más bárbaras.
EliminarSaludos amiga Sandra.
Buf a mi no se me hubiera ocurrido coger la maleta. Menuda sorpresa,lo que había dentro. Quién lo iba a imaginar.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta que dejen laa cosas fuera del contenedor. Porque para que están digo yo?
Muy buen relato, Alfred.
Un abrazo.
Bueno, creo que estamos de acuerdo, por más curioso que se sea.
EliminarPues eso, que la lleven a un punto de recogida.
Muchas gracias María.
Besos.
Ay!!! La curiosidad jaja pensé tristemente en que podias hallar algo asi. Tristemente es por ver casos muy seguido
ResponderEliminarAy no!
Menos mal que era un mal sueño
En eso quedó todo.
Eliminar:)
Hola, Alfred
ResponderEliminarMira que yo he tenido sueños extraños, pero el tuyo supera con creces a los míos. A partir de ahora no voy a ver una maleta con los mismos 👀.
Besos.
Hola, Mamen
EliminarEl pobre hombre tuvo una curiosidad enfermiza. Por suerte no era algo real.
Has de mirarlas con cierto distanciamiento.
Besos.
Hola Alfred!
ResponderEliminarHay sueños y sueños. Debió de tener una digestión muy pesada. Pobre hombre!!
Hola Enric!
EliminarHay sueños pesados o más bien pesadillas.
Lo de la digestión podría ser un motivo.
Pobrecillo!!!
Menudo sueño, Alfred!! Muy chulo tu relato.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Es más una pesadilla ;)))
EliminarMuchas gracias Nani.
Muchos besitos.
Hay que ver en que "pollos" te metes amigo. Para no aburrir... :))))))
ResponderEliminarClaro que si la cosa era un sueño, saliste bien librado.
Abrazos Alfred.
Cosas del día que se acerca ;))))
EliminarEso le salva al pobre hombre.
Abrazos Ernesto.
Una maleta olvidada o abandonada, pica la curiosidad. Me veía a mí misma desesperada porque no podía abrirla. ¡Cielo santo! Menos mal que es un sueño. Ya puedo controlar mi respiración agitada.
ResponderEliminarMuy bueno, Alfred.
Abrazos.
Es un buen cebo para meter la pata.
EliminarTodo queda en un mero sueño.
Muchas gracias María Pilar.
Abrazos.
Yo me encontré dos maletas vintage en la calle, las tengo de decoración... y no, no había cuerpos dentro.
ResponderEliminarBesos.
¡Que suerte! Estando llenas de según qué, pueden ser un autentico engorro.
EliminarBesos.
De lo mejor que te he leído . Esa maleta te dio un juego brutal, por suerte para las letras.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Albada. Hay que ver lo que da de sí una maleta mal abandonada.
EliminarUn beso.
Super blog
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarBuenas tardes amigo Alfred, de vuelta después de unos días de inactividad bloguera por una pequeña gripe, este tiempo es de locos.
ResponderEliminarUna hermosa y trágica maleta, es muy bueno tu relato, imagino que todo quedo en un sueño.
Un abrazo amigo y buen fin de semana.
Hola Juan, me alegra saber que no ha sido nada importante.
EliminarEn eso quedó todo, un simple mal sueño.
Un abrazo y feliz finde.
Pues si este sueño ha sido para tenernos en tensión mientras leíamos tu relato, espero que no tengas otro mucho peor la noche de Halloween.
ResponderEliminarFelicitaciones por este relato tan bien llevado hasta el final.
Cariños y buen finde.
Kasioles
Para eso ha sido kasioles. ;)
EliminarMuchas gracias.
Cariños y buena noche de castañas.
Lo relatas tan bien que la tensión va en aumento. Insospechado final.
ResponderEliminarMe extrañaba que fuera real. Pero si de verdad lo soñaste, con que mal cuerpo despertarías.
Buen puente Alfred.
Un abrazo.
Muchas gracias, hay que tensionar el relato.
EliminarEl protagonista tiene unos sueños muy vividos.
Feliz finde.
Un abrazo Laura M.
Un relato simple, pero tenso y ajustado en todo su mecanismo narrativo. Una inusual maleta como personaje entre los hilos de la telaraña urbana.
ResponderEliminarSaludos desde Colombia.
Hola Guillermo, simple pero efectivo. ;)
EliminarSaludos desde Barcelona.
Hola, Alfred.
ResponderEliminar¡Caramba con el desenlace! Confieso que la trama se desenvuelve de forma tan acertada que desencadenó mi ansiedad por conocer el contenido de la maleta, cuando ¡me sentí atrapada por una pesadilla de peso! Un final doble vuelta de tuerca insospechado y perfecto. Felicidades.
Un beso.
Hola, Mónica.
EliminarMuchas gracias, me alegro de te haya gustado.
Un beso