Foto de X.A.P.
- ¡Hola!
Una voz aguda, resuena sobre mí.
Miro a mi alrededor, sin ver a nadie a quién contestar el saludo. Además, no me gusta que me interrumpan mientras leo el periódico (en minúsculas). Desconcertado, me acerco al seto por si es un vecino nuevo intentando caer bien. (La casa de al lado estaba en venta).
Regreso a mi asiento, al no ver a nadie.
Justo cuando me enfrasco en la lectura de una editorial de un cinismo desconcertante, vuelvo a oír:
- ¡Hola!
Vuelvo a dejar el diario sobre la mesa, dirijo la vista a mi alrededor, compruebo que sigue sin haber nadie en un radio de acción digamos próximo. Ya veo que hoy no puedo leer tranquilo.
- ¡Hola!
Esta vez me ha sonado muy próximo, extremadamente cerca, como a tocar del oído.
Se me ocurre, instintivamente, levantar la cabeza, justo cuando suena sobre mí:
- ¡Hola!
Lo único que veo es una vieja morera, que tiene a bien sombrear esa zona, en los cálidos días de verano, por eso pusimos la zona para estar.
Enseguida sale un pequeño pájaro volando hacia un frondoso y aromático laurel cercano.
- ¡Hola!
Esta vez el saludo se ha alejado, justo al laurel.
Miro el pájaro, me observa poniéndose de medio lado.
Le comento en voz alta:
- Ya podrías decirme quién está merodeando por aquí.
- Sólo estoy yo. Me responde.
Me quedo con la cara de incredulidad propia de un dibujo animado.
Pero le insisto:
- ¿Cómo has dicho?
- Que sólo estamos tú y yo.
En esas circunstancias, lo único que puedo hacer es sentarme en el silloncito de mimbre e intentar asimilar de quién debe de ser esa broma del pájaro parlante.
Sí estuviera en una calle del pueblo pensaría en una de esas cámaras ocultas que tanta gracia hacen al personal. Pero la realidad es que estoy en un jardín privado, aislado del mundanal ruído, desprovisto de visitantes ilustres que puedan alterar mi normal buscado aislamiento.
Así las cosas, vuelvo a mirar hacia el laurel, el pequeño pájaro parlante sigue mirándome desde su dominante altura con todo el escepticismo que se tiene hacia los seres inferiores.
- Es mejor que no lo cuentes mucho, me dice sabiamente.
Y luego prosigue:
- Lo normal es que no te crean y menos con esa pinta de sabio despistado que arrastras.
- ¿Qué sabrás tú, lo que es un sabio despistado?. (Le suelto de forma un tanto abrupta).
- Bueno, uno es de natural observador, es casi obligado si quieres sobrevivir un poco.
- ¡Ya! Ahora me dirás qué quieres, ya puestos.
- Nada, simplemente me apetecía saludarte, siempre te veo enfurruñado y muy atareado.
- Sí, esta casa da mucho trabajo y el jardín más.
- Pues yo lo disfruto tan ricamente. Pió con sorna.
Así fue cómo establecí una amistad corta pero intensa. Pues aún la recuerdo a pesar del tiempo transcurrido.
Barcelona, 10 Diciembre 2019
- ¡Hola!
Una voz aguda, resuena sobre mí.
Miro a mi alrededor, sin ver a nadie a quién contestar el saludo. Además, no me gusta que me interrumpan mientras leo el periódico (en minúsculas). Desconcertado, me acerco al seto por si es un vecino nuevo intentando caer bien. (La casa de al lado estaba en venta).
Regreso a mi asiento, al no ver a nadie.
Justo cuando me enfrasco en la lectura de una editorial de un cinismo desconcertante, vuelvo a oír:
- ¡Hola!
Vuelvo a dejar el diario sobre la mesa, dirijo la vista a mi alrededor, compruebo que sigue sin haber nadie en un radio de acción digamos próximo. Ya veo que hoy no puedo leer tranquilo.
- ¡Hola!
Esta vez me ha sonado muy próximo, extremadamente cerca, como a tocar del oído.
Se me ocurre, instintivamente, levantar la cabeza, justo cuando suena sobre mí:
- ¡Hola!
Lo único que veo es una vieja morera, que tiene a bien sombrear esa zona, en los cálidos días de verano, por eso pusimos la zona para estar.
Enseguida sale un pequeño pájaro volando hacia un frondoso y aromático laurel cercano.
- ¡Hola!
Esta vez el saludo se ha alejado, justo al laurel.
Miro el pájaro, me observa poniéndose de medio lado.
Le comento en voz alta:
- Ya podrías decirme quién está merodeando por aquí.
- Sólo estoy yo. Me responde.
Me quedo con la cara de incredulidad propia de un dibujo animado.
Pero le insisto:
- ¿Cómo has dicho?
- Que sólo estamos tú y yo.
En esas circunstancias, lo único que puedo hacer es sentarme en el silloncito de mimbre e intentar asimilar de quién debe de ser esa broma del pájaro parlante.
Sí estuviera en una calle del pueblo pensaría en una de esas cámaras ocultas que tanta gracia hacen al personal. Pero la realidad es que estoy en un jardín privado, aislado del mundanal ruído, desprovisto de visitantes ilustres que puedan alterar mi normal buscado aislamiento.
Así las cosas, vuelvo a mirar hacia el laurel, el pequeño pájaro parlante sigue mirándome desde su dominante altura con todo el escepticismo que se tiene hacia los seres inferiores.
- Es mejor que no lo cuentes mucho, me dice sabiamente.
Y luego prosigue:
- Lo normal es que no te crean y menos con esa pinta de sabio despistado que arrastras.
- ¿Qué sabrás tú, lo que es un sabio despistado?. (Le suelto de forma un tanto abrupta).
- Bueno, uno es de natural observador, es casi obligado si quieres sobrevivir un poco.
- ¡Ya! Ahora me dirás qué quieres, ya puestos.
- Nada, simplemente me apetecía saludarte, siempre te veo enfurruñado y muy atareado.
- Sí, esta casa da mucho trabajo y el jardín más.
- Pues yo lo disfruto tan ricamente. Pió con sorna.
Así fue cómo establecí una amistad corta pero intensa. Pues aún la recuerdo a pesar del tiempo transcurrido.
Barcelona, 10 Diciembre 2019
Ese petirrojo que suele iluminar tus mañanas con el sol que lleva en su pecho, tiene la certeza de que solo los que no saben soñar, no creerán la historia que cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Juan, es todo ficción, ya me gustaría a mí ser interpelado por un buen petirrojo de buena mañana en un jardín propio. ;)
EliminarUn abrazo.
Me alegraste el día, Alfred qué historia más bonita... por supuesto que te creo, yo tengo por vecina una lorita que habla hasta por los codos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael, con la visión de una foto puedes hacer maravillas, ;)
EliminarDonde vivía antes estaba lleno de cotorras ensordecedoras.
Un abrazo.
Bonita conversación. Me has recordado cuando en verano salgo a leer a la terraza y las golondrinas rozan mi cabeza.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Un tanto parca, pues aparte de saludar poca cosa más dijo.
EliminarBonita compañía la que tú tienes.
Muchos besicos Nani.
Jajajajajajjajaja.
ResponderEliminarA ver, una de dos, o se te olvidó tomar la pastilla esta mañana o tomaste ración triple jajajjaja
La foto se nota no la hiciste tú ;)
Besines.
No seas faltona de buena mañana, que te envio una banda de cotorras a tu refugio y te vas a enterar ;)))))
EliminarNo, es prestada.
Besines.
Me ha recordado al "colom" de tu paisano Eugenio. ¿Llevaba "La Vanguardia" debajo del ala?
ResponderEliminarUn abrazo.
Ostras, podría ser, el que estaba con La Vanguardia era yo ;)
EliminarUn abrazo Chema.
Que suerte, a mi me despiertan los grajos y no precisamente de la mejor manera.
ResponderEliminarSaludos
Si te despiertan los grajos en buen lugar te hallas ;)
EliminarSi vuelan bajo...
Saludos.
Querido Alfred , que bonita y amena conversación
ResponderEliminarcon un pajarillo , me a gustado mucho te deseo una feliz tarde
besos de flor.
Hola Flor, es ponerse a escuchar y seguro que te dicen algo interesante.
EliminarFeliz día, besos.
Te salió el alma de niño.
ResponderEliminarMuy tierno todo.
Saludos.
Con la edad se recuperan ciertas sensaciones.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Curiosidades propias de una alma sensible.
ResponderEliminarMe encantó.
Besos Alfred
Muchas gracias kanet.
EliminarUn placer.
Besos.
:)
ResponderEliminarEn mi casa se oyen mucho los pájaros de la calle y alguna vez me he puesto a imaginar sus "conversaciones". Creo que me falta el mismo tornillo que a ti :)
Besitos
:)
EliminarEntre ellos no son tan educados, van más al grano.
Eso seguro ;))))
Besitos lopillas.
En mi calle hay un tipo que tiene un loro en el balcón.
ResponderEliminarSiempre saluda ... ¡Hooola!
Es más agradable el pájaro que el dueño (esto es una observación)
Me encanta, cuando me silba en plan piropo... a mi y a todas las niñas que pasan. No discrimina. (esto es otra observación)...
Me hace sonreír y cuando no lo oigo hasta me pregunto si estará bien...
Besos y fiu fiu.
Los loros son muy sociables, no como sus dueños. (Observación).
EliminarEs un comportamiento natural. (Otra observación).
Es bueno preocuparse por nuestros vecinos y más si son animales sensibles. (Consejo)
Besos Laura.
Hola Alfred!
ResponderEliminarTiene gracia, es divertido y profundamente relajante. En mi jardín no hablan, tendré que domarlos.
Hola Enric!
EliminarEres muy amable, los animales suelen hacer compañía y eso relaja los ánimos.
Déjalos tranquilos a su aire, ya te hablarán cuando les apetezca hacerlo.
Porqué será que estos cucos, aunque esté ocupada en algo, me roban toda mi atención.Los amo, son encantadores.
ResponderEliminarY tu relato excelente y divertido.
Feliz noche Alfred.
Un abrazo
Hola Carmen, gracias por tus palabras, me encanta que te haya entretenido un rato con una sonrisa puesta. Son encantadores y nos alegran el día.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Hermoso y tierno relato Alfred, claro que te creo, no solo los pájaros hablan pero tampoco cuento mucho porque no me creen... Saludos amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra, no te explico cuando me pongo a ecuchar a los árboles, tienen conversaciones de lo más interesantes entre ellos.
EliminarSaludos amiga.
fascinante la imagen y me han gustado tus palabras
ResponderEliminarMuchas gracias, si pones los oídos bien prestos, se escuchan auténticas lecciones de la naturaleza ;)
EliminarUn diálogo precioso y preciosista, amigo. Por lo pájaros y su lenguaje, que combina bien con algunos humanos.
ResponderEliminarUn beso, Alfred
Tendríamos que tener los oídos más atentos a los seres que nos rodean.
EliminarUn beso Albada.
¡¡Que lindo!!
ResponderEliminarOjala nos hablaran muchos pajaritos. En el jardín de mi comunidad, solo vienen bajo mi ventana a ver si les hecho de comer...lo hago, pero nunca me dicen nada.
Un abrazo
Muchas gracias María De Los Ángeles, seguro que pían dándote las gracias.
EliminarUn abrazo.
Una muy bonita amistad.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Amapola, hay amistades a cuidar :)
EliminarBesos.
Imagino que después de ese último piar, despertaste, y te pusiste a escribir este relato tan tierno como asombroso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Alfred.
Un abrazo.
Soy de los que creen en aquello de..."Hermano Sol, hermana Luna, hermano lobo..."
EliminarMuchas gracias Juan.
Un abrazo.
Awww! Que bonito. No creo que las aves se acerquén a todo el mundo
ResponderEliminarGracias Jo, es cuestión de no ir amenazando, hasta escuche un zorro y eso que son más huídizos...
EliminarCualquier cosa es posible en estos tiempos de "modernidad"...
ResponderEliminarComo dice el petirrojo, mejor no lo cuentas. No te van a creer. :))))))
Abrazos Alfred.
En tiempos tan modernos todo es factible, incluso lo impensable.
EliminarSeguro que no ;)
Abrazos Ernesto.
Pones el listón muy alto. hablar con los cuervos no es ninguna cosa de alcance fácil. ;)
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos Julio.
Un abrazo.
Un gran relato. A mi me gustan las avecillas...
ResponderEliminarPerdona los retrasos en contestar. Mi hija ha sido operada de un tumor y me afecta mucho.
Un nbeso.
Muchas gracias maricarmen, a mi me gustan casi todas las bestias.
EliminarLo lamento de veras, no tenía idea, espero que todo haya ido bien. Que tenga una pronta recuperación.
Un beso.
'solo a los sabios les aguarda recompensa inmerecida...'
ResponderEliminarme ha encantado esta página. En serio
Saludos
Hola P MPilaR, muchas gracias, se bienvenida.
EliminarUn saludo.
Hablar con un pajarillo, pues es para contarlo aunque no le crean a uno.
ResponderEliminarSimpático relato.
SAludos.
ya ves, es cuestión de poner oídos ;)
EliminarMuchas gracias Manuela.
Un saludo.
Qué relato más tierno...
ResponderEliminarUn beso tierno, como tú.
Gracias Eva, con esos animalillos sólo se puede ser tierno ;)
EliminarUn beso delicado para ti.
Hola Alfred. Tú siempre eres el primero y yo casi siempre la última en comentar pero ya sabes: "Nunca es tarde..." He disfrutado con tu relato un montón. No me extraña que te saludara si te vio enfurruñado y muy atareado. Ahora seguro que sonríes al recordarlo. Un abrazo.
ResponderEliminar:) ...sí la dicha es buena" Que más da ser primero o último, lo importante es que nos vamos leyendo y disfrutando con ello.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias por tu visita, perdonar que por estos festivos días yo no tenga la alegría de adornar mi blog ,,,mi hermano esta hundido en la tristeza y procuro estar algo sin estar a la vez ...todos los años adorné mi blog ...gracias amigo eres una gran compañía con tu visita .besos
ResponderEliminarGracias a ti, se que no pasas por el mejor de los momentos, a pesar de ello te deseo una buena Navidad.
EliminarBesos.
: )
ResponderEliminarQué pajarillo tan salao...
Buena semana!
;)
EliminarLo son, buenos compañeros desde su puesto de observación.
Bien buena para ti.