Foto del autor
El
escritorio
Está
ahí, todavía lustroso,
en un
lugar preferente
dominando
la escena.
No siempre
ha sido así
tuvo épocas,
arrinconado,
con
oscura indiferencia.
Tras su
inicio de estrella
pasó
pronto al triste olvido
habitando
en diversos
estados y estancias.
Pero
en su interior acunaba
unos viejos
manuscritos
lleno
de letras y palabras.
Sólo
el guardarlos
daba sentido
a su nombre
e interés
a su contenido.
Algunos
sin sentido,
dado
el tiempo y la premura
en que
fueron escritos.
Incluso
ahora mismo,
en tiempo cercano,
con mucha más paciencia
ignoro
que dicen del todo.
Siendo
de vital importancia,
perdí las
ganas de leerlos,
simplemente
permití
que la
madera los acogiese.
Sin darles
esperanzas
de poder
llegar a nada
más
allá de habitar en él.
Pero
ya se sabe que escribir,
es un
hilvanar de recuerdos
que no
siempre agrada revivir.
Pero
no por eso renunciamos
a
mantener las palabras,
bien
atadas a las hojas
que en
blanco papel
fueron
un día puestas,
para
descanso mental
de un joven
ignorante
de la
vida y la muerte,
pero
muy leído para
renunciar
a las palabrejas.
Barcelona,
23 Agosto 2019.
Un precioso homenaje al escritorio, por cierto es muy bonito, en encantaría tener uno igual, pero me conformo con el mío, es de mueble de pino, más sencillito y económico, pero también con cajones, y encima de él, está mi pc donde escribo mi inspiración.
ResponderEliminarEn él, unas veces, descansan las palabras, otras veces fluyen, y danzan, en ese escritorio hay vida aún desde el silencio y el descanso.
Un placer leerte.
Besos, amigo Alfred.
Esos muebles que nos acompañan, algunos de ellos por más de una vida,, en realidad he escrito poco apoyado en él. Pero sí tiene cosas guardadas.
EliminarMuchas gracias!
Besos, amiga María.
Hermoso homenaje a lo que en un principio parece un simple mueble, pero que dentro contiene toda una vida de emociones y sensaciones. Simplemente llega un día que por muy olvidado que estuviera, se arma uno de valor y le pone sentido a todos esos recuerdos vividos. Muy bonito Alfred.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Hemos de respetar a todo aquello que nos hace la vida más cómoda o agradable. Hay muebles que están ahí y recuperan su antiguo protagonismo cuando menos te lo esperas.
EliminarMuchas gracias!
Muchos besicos.
No sé si es más bonito el homenaje o el mueble.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los homenajes pasan, los hechos quedan, los muebles perviven.
EliminarUn abrazo.
Preciosa foto, para mi no es un mueble mas en mi casa, es un invaluable tesoro, mi compañero de sentires...... Tus versos un homenaje bien merecido a quien sigue ahí pese al tiempo, guardando recuerdos en letras.............. Me encanto leerte Alfred. Me emociono tu escritorio. Te dejo saludos amigo.
ResponderEliminarNo es un mueble más, es el mueble.
EliminarEs un homenaje a todo aquello que nos rodea y a veces no prestamos mucha atención.
Muchas gracias!
Saludos amiga Sandra.
Guarda los manuscritos, seguramente, que, por obsoletos, dejamos en manos del olvido y la carcoma. Ignoro si no hay, entre las palabrejas, trocitos de alma y anhelos, de sueños y planes. Ignoro si no habita algún esbozo de unas posibles novelas. Pero el escritorio sigue cerrado, imagino, guardando un tiempo, como una botella en el mar.
ResponderEliminarUn beso, Alfred.
Guarda palabras escritas, importantes en su momento, olvidadas ahora e incluso palabrejas vivas y eperando su oportunidad. Mientras la persiana sigue cerrada, mateniendo anónimas a todas ellas.
EliminarUn beso Albada Dos.
Merecedor y precioso homenaje!!!
ResponderEliminarEl mueble me gusta mucho. Siempre adoré los escritorios de persiana, tanto es así, que me compré uno en un anticuario y preside la entrada de mi refugio. A veces me gusta pensar qué cartas se habrán escrito ahi;de amor, profesionales, de venganzas, intrigas o incluso algún poema :)))
Besines.
Muchas gracias Livy!!!
EliminarLos hay preciosos, este es comprado nuevo hace la pila de años, tantos que da vergüenza pensarlo. Pero el colo hecho de tenerlo, da compañía e inspira. Veremos que le depara el futuro.
Te refieres a algo así:
https://alfredcomermaprat.blogspot.com/2014/05/la-ceniza.html
Besines.
Un rincón para crear y regocijarse con las letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lindo y merecido homenaje.
:)
Cualquier lugar es bueno para crear e improvisar, pero para guardar...
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias!
:)
Tengo un escritorio parecido de mi padre cuando era jovencito,lo cuido como oro en paño.
ResponderEliminarNunca dejes de escribir tus palabrejas...
: )
Besos y buen fin de semana,Alfred.
Pues ya sabes que lo has de cuidar con mimo, algo de cera y mucho cariño. ;)
EliminarBesos y buen finde Carmen.
Las letras están cómodas en bonitos escritorios como ése, pero a veces hay que sacarlas de su zona de confort...
ResponderEliminarUn beso escrito.
Ellas se acomodan, pero realmente hay que espabilarlas ;)
EliminarUn beso literario.
Suscribo el comentario de Macondo.
ResponderEliminarMuy bonito y por partida doble.
Saludos.
No te voy a contestar lo mismo;)
EliminarMe encariño con las cosas.
Muchas gracias!
Saludos.
Buen escrito. Me ha hecho recordar que mi abuelo materno poseía uno similar. Ignoro qué se hizo de él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Joan. Cuantos de ellos pudiera ser que acabaran tristemente, calentando una triste noche invernal. Espero que no fuera el caso.
EliminarUn abrazo.
Esos muebles tuvieron su época dorada y sabe Dios, cuantas cartas de amores prohibidos guardaron en su interior. Gracias a tu poema, vuelve a salir a la luz, gracias por ello.
ResponderEliminarUn abrazo
Muebles cargados de memoria, hay que rendirles un pequeño homenaje.
EliminarUn abrazo Julia.
Una preciosa dedicatoria que bien merece este lustre escritorio.
ResponderEliminarPetons!
Muchas gracias Rosana! Ahí sigue, inpertérrito pese al tiempo y a las mudanzas, cumpliendo.
EliminarPetons!
Todas las épocas van cambiando, pero parece que al final siempre se intenta volver a los orígenes. Es entonces que se valoran las cosas antiguas, y se las da un lugar preferente que había ya perdido.
ResponderEliminarEs bonito encontrarse letras en el, papeles olvidados con el tiempo, palabras que quieren seguir diciendo cosas, que reclaman ser leídas.
Creo que es muy bonito encontrarse con el pasado, aunque no nos guste, el pasado nos ha hecho lo que somos. Nuestro hoy es producto de aquellas vivencias.
Me pareció preciosa, muchos besos
La vida parece moverse en círculos concéntricos.
EliminarMuchas gracias!
Muchos besos.
Quien más quien menos todos tenemos un "escritorio" lleno... de más o menos recuerdos escritos!
ResponderEliminarAbrazo Alfred.
Con el tiempo vamos acumulando recuerdos de todo tipo, incluyendo palabras escritas en el tiempo.
EliminarAbrazos Ernesto.
Hola Alfred!
ResponderEliminarBello escritorio.Como él, muchos más han decorado estancias. Tuvo su época y ahora renace como algo romántico de lo que fueron unos años. Es historia pero hace gracia recordarla. Tampoco es tan lejana, nuestros abuelos los usaban.
Hola!
EliminarNo está tan lejano en el tiempo como para haber caído en el olvido. Aunque ahora son más decorativos que elementos de uso cotidiano.
Un precioso escritorio y preciosas las letras que le dedicas, igualmente que los recuerdos guardados en sus cajones que siempre tendrán un valor sentimental según el momento...
ResponderEliminarUn gusto volver a leerte Alfred.
Un abrazo.
La verdad es que me gusta. Inspira bien.
EliminarMuchas gracias Elda!
Un abrazo.
La personas que tienen ojos para lo cotidiano, están "castigados" a ser poetas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Juan, es bonito oir eso.
EliminarUn abrazo.
Me has llevado a mi infancia. Mi padre tenia uno como este, lo heredò mi hermano, después yo...me quedo con la poesìa y el recuerdo a lo entrañable de un mueble que fue mudo testigo de nuestras vidas...
ResponderEliminarUn beso..
Un beso
Hay que hacer honor a los muebles que nos acompañan.
EliminarUn beso.
Parece que se convirtió en un buen cómplice (incluso diría amigo) y guardián de esos tesoros de los que a veces no podemos ver el brillo.
ResponderEliminarBesos
Digamos que sí, pero con temporadas un tanto en el olvido.
EliminarPero buen guardian siempre.
Besos.
E stá ahí.
ResponderEliminarS ilencioso,
C on
R ecuerdos
I ncluidos.
T aciturno,
O lvidado,
R ayado,
I dolatrado,
O stentoso.
Muchas gracias por este acróstico tan bello.
EliminarSaludos.
Solemne testigo de la inspiraciòn y el fluir poètico.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias por la visita y el comentario Dylan.
EliminarSaludos.
Parecido a tu escritorio es el mío desde el que escribo estas letras. Lo compré para mu hijo y no habían pasado unos meses cuando dijo que lo tirara, que eso es cosa de viejos.
ResponderEliminarPor supuesto que no lo tiré, me lo coloqué en mi cuarto de estar y lo tengo tan "magico"
El tuyo se ve mejor, pero yo estoy muy contenta con él.
Un abrazo
Hay chicos que no saben apreciar las cosas que realmente tienen valor.
EliminarTambién estoy contento con el de casa. Tiene un gran valor sentimental.
Un abrazo.
Unas palabrejas tuyas y alegran la vida ...bonito escritorio ,el que yo ocupo en mi casa es blanco incluso mi impresora blanca ,pero ese tuyo esta precioso así,
ResponderEliminargracias por tu visita .
BESOS
Muchas gracias Marina-Emer. Los escritoios suelen ser todos muy chulos. Gracias a ti.
EliminarBesos.
Muchos secretos anidan en los vetustos cajones de aquellos escritorios de antaño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Secretos que quedan a buen recaudo.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred, cuantos secretos tienen estos muebles no viejos si no antiguos, a mi me encantan, que esas palabrejas sigan bien atadas a las hojas en blanco por mucho.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja! Los muebles antiguos están cargados de ellos.
EliminarMuchas gracias, espero que así sea.
Besos.
Cómplice, confesor, amigo, dueño de los tesoros de su dueño... Que leo en tus conentarios, eres tú. Qué belleza de escritorio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Toso eso y mucho más.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo Sara.