(El calor obliga),
a una de las montañas
que rodean la ciudad.
Dónde se ve pequeña,
controlable, domesticada.
por los que han elegido este sitio
prescindiendo del agobio
contaminación y ruido
de ese centro imposible.
Estamos ahí, donde,
las casas pareadas,
torres unifamiliares y
pisos de grandes terrazas,
nos ofrecen una visión
idílica de opulencia,
para algunos afortunados.
Una zona donde,
introduciéndose un poco,
va cambiando la visión
de optimistas triunfadores,
por otra más sufrida,
de una vida resuelta,
a la del esfuerzo
poco recompensado.
Pues en pocas calles,
en otra vertiente,
la montaña cambia de cara.
ya no hay jardines
ni terrazas amables.
Sorteamos la zona
conformándonos
con discurrir,
por el lado afortunado
del barrio de las dos caras.
Es la eterna frontera,
entre el disfrutar
de lo que se posee,
o lamentar la sorpresa diaria.
Sant Gervasi, 2013
Dos mundos en el mismo sitio, contrastantes... y otro mundo, el de quien observa y analiza. Y mientras analiza, menos comprende, porqué no es todo más parejo y equitativo.
ResponderEliminarBesos de anís.
Por mucho que se analice hay cosas difíciles de digerir.
EliminarBesos anisados.
Una frontera común para todos, sobre todo muy humana...entre el disfrute y lamento...
ResponderEliminarGenial esta frontera que has creado poeticamente.
Feliz jueves
Abrazos...
Una frontera virtual, que nos muestra el mundo de la opulencia y el del simple intentar sobrevivir, dándose la espalda.
EliminarFeliz jueves.
Abrazos.
Codo con codo, las dos caras e la gran ciudad. No sabía el nombre de ese monte, pero parece premonitorio, ciudadano rico, ciudadano pobre
ResponderEliminarUn beso
El nombre puesto no viene al caso, pero existe el lugar donde en un recodo cambia la perspectiva.
EliminarUn beso.
Diríase que la opulencia se pega a la otra cara para que la constancia sea más evidente.
ResponderEliminarUn abrazo.
ültimamente corre una viñeta donde se hace broma sobre los que votan a la izquierda y los que viven a costa de ellos.
EliminarUn abrazo.
Dos realidades de la misma moneda. Así convergen en toda las ciudades esas dos caras.
ResponderEliminarY siempre hay una mirada atenta que observa y no se le escapa ninguna de esas dos verdades.
Besines
En todas las sociedades existen esas dos caras, pero no es óbice para intentar mejorarlo.
EliminarUna mirada triste y perdida, desaprovechada incluso.
Besines.
Todo Alfred, todo como la vida tiene dos caras, igualarlas es difícil pero se podría intentar. Un abrazo.
ResponderEliminarEs eso inevitable...
EliminarUn abrazo.
Pues en esas dos caras, no se sabe cual será la más feliz, quizás el que menos tenga porque disfruta con cualquier cosa que se le presente en el día.
ResponderEliminarUna buena mirada desde tus versos.
Un abrazo.
Por suerte la felicidad, no la da el tener más o menos.
EliminarMuchas gracias Elda.
Un abrazo.
Varias realidades en una.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, pero algunas dan algo de vergüenza.
EliminarUn abrazo.
Cuidado con las sorpresas que las carga el diablo.
ResponderEliminarSaludos.
Pues tendríamos que hacer frente al diablo...Qué he dicho!
EliminarSaludos.
Como en casi todo en la vida, suele haber dos caras, ojo avizor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo triste, hay una cara amable y otra que no lo es.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred!
ResponderEliminarUna realidad. Otra cosa es si esta realidad es justa y si no lo es, que no lo es, que medidas se han de tomar para equilibrar esta realidad.
Hola Enric!
EliminarUna realidad bien cercana, dos mundos conviviendo o ignorándose. Alunas debieran tomarse, parece que es cosa de épocas pasadas, pero no, está otra vez de triste actualidad.
Hubo un tiempo en el que creí que la humanidad avanzaba hacia un mundo mejor. Ya no lo creo y es triste.
ResponderEliminarOjalá estuviera equivocada.
Besitos Alfred
No creo que los cambios sean evolutivos a cuanto mejor, creo que más bien se desarrolla más optimamente la explotación del hombre por el hombre.
EliminarBesitos Lopillas.
Hola Alfred, es triste ver como bien dices el lado de esas dos caras, unos tanto y otros apenas nada por decir algo, el mundo esta muy mal repartido y cada vez vamos a peor, por eso cuando salimos por esos caminos por las montañas, al menos nos evadimos un ratito de todo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja, el mundo o la vida es injusta, las cosas se reparten de tal forma que luego la sociedad no las redistribuye adecuadamente dando pie a que las diferencias se agranden.
EliminarEs una suerte lo de poder salir y evadirse del entorno.
Besos.
Una realidad lo que expones en tu entrada, las dos caras que dices se dan mucho en mi ciudad.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario, como dices en él de los errores e aprende.
Besos, feliz semana.
Todas las ciudades tienen el mismo problema y más si tienen varias capas de oleadas de inmigrantes llegados en estado precario y que se han hecho un lugar para vivir como han podido. Por suerte este aspecto se fue arreglado, había lugares en donde no tenían ni agua ni luz, ni por supuesto alcantarillado.
EliminarBesos y feliz semana.
Como todo en la vida existe en la realidad dos caras.
ResponderEliminarMe ha encantado el poema y la imagen.
Un placer estar en tu blog, amigo Alfred.
Besos.
Todo tiene dos caras pero hay monedas con dos cruces.
EliminarMuchas gracias!!! La imagen es mía!!!
Un verdadero placer tu visita querida amiga.
Besos
Como las monedas que siempre tienen dos caras, así pasa con todo, hay que aceptarlo y tratar de aprovechar el lado bueno, por cuando toque el malo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya si tienes la opción, en algún momento de disfrutar la cara, pero hay quién solo tiene cruz.
EliminarUn abrazo.
Las peores diferencias son las que hemos aceptado como lógicas porque nunca lucharemos por cambiarlas....
ResponderEliminarTewrrible y cierto, lo cual no dice mucho a nuestro favor, como sociedad civilizada.
EliminarA veces uno se olvida de vivir y disfrutar el paisaje
ResponderEliminarPuede ser, pero no es el caso, hay que disfrutar y aprender del paisanaje.
EliminarMe gusta lo que escribes eres diferente
ResponderEliminarun abrazo siempre
Muchas gracias, es un buen elogio.
EliminarUn abrazo largo en tiempo y lugar.
La fotografía se ve preciosa, se notan las montañas a lo lejos y tiene que ser muy apacible vivir ahí.
ResponderEliminarLas ciudades con su contaminación, ruidos y aglomeración de extranjeros, ya no hay quien viva en ellas(me refiero al centro), en pueblos de la Comunidad se está mucho mejor.
Un abrazo
Gracias María De Los Ángeles, un día diáfano permitio una buena vista. Las ciudades hemos de mejorarlas y el turismo tener el que pueda ser recibido sin colapsar la vida cotidiana.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred , no sabes lo que te entiendo , lo que daría yo por pasear por ese bello lugar , o como digo yo no ser cabra para ir al monte , sabes yo donde vivo , también tengo un hermoso pinar de grandes árboles y una hermosa playa , tengo las dos cosas mar y montaña , me alegro mucho de volver a pasar por tu acogedor rincón te deseo una feliz semana , besos de Flor.
ResponderEliminar¡Hola Flor! Me da una gran alegría verte por aquí. Es una gran suerte poder disfrutar del mar y de la montaña.
EliminarBesos.
Muchas gracias Julio, sabes de que hablo y de lo que se ve en cualquier ciudad, cuando estás en la periferia o en zonas limítofes por las causas que fueren, como en este caso una simple montaña. Con gente con fincas asomadas a la ciudad y otra encajonada en la parte trasera.
ResponderEliminarSaludos.