El calentamiento global
y sus consecuencias en la vida cotidiana
En plena primavera, vivían su peculiar luna de miel, en noches sin fisuras.
Todo era compartido y la amplia cama, era inusualmente
infrautilizada, dando pie a poder ser ocupada por un ejército de cualquier tipo,
que allí quisiera instalarse.
Así las cosas, llego un mayo florido, dulce y oloroso, con sus
jazmines perfumados compitiendo contra
las buganvillas, para adueñarse de las fachadas nobles.
Cómo jóvenes adolescentes, incrédulos e irrespetuosos con las consabidas
comunicaciones de carácter informativo, prescindían de consejos, sólo aptos
para mayores con reparos, que lo suyo era vivir rápido, para dejar un cuerpo
bonito, tras una gran escapada final.
No sabían, por no escuchar, que aquello iba en serio y podría
acabar con ellos.
Pues así era, el calor sofocante, ya no era cosa de la canícula
estival que últimamente se había adelantado, de los calores de julio, a una
primavera rampante.
Sino que en pleno mayo, ya estaba instalado en nuestras casas y en este
junio verbenero, no había corriente forzada que parara la subida de la
temperatura casera.
El runrún de los aparatos de aire acondicionado, resonaban por
patios y balconadas de los favorecidos, mientras el resto de los mortales no
sabía si morir de sueño, por aguantar el ruido de todos ellos o por el calor
injustificado en época tan temprana.
Rescatados los ventiladores, de los altillos y desvanes polvorientos,
sus palas ociosas cada vez por menos tiempo, agitan frenéticas un aire caldeado
que no deja de rebotar por las paredes para deleite de los mosquitos con el aguijón
presto al ataque.
La noche dueña y señora de la supuesta tranquilidad, recomponedora
de historias de alcoba, es incapaz de reprimir los gritos en la oscuridad, que
una mano mal puesta, desata al infringir su calor a un cuerpo amigo, que sueña con un distanciamiento hasta
entonces impensable.
El calorcito agradecido en la zona lumbar, para descanso de
refriegas inconclusas, por avidez inconfesa de marcha sin final, da paso a un
rechazo por quemazón, con marca incluida, sobre una piel extremadamente
sensible, a los cambios climáticos, no reconocidos por los diversos protocolos
internacionales, ofuscados con la desaparición del mosquito tigre, como especie
protegida en la Siberia fría y distante. Aunque le quieran poner un control de
paso por el estrecho de Bering, para evitar su uso y disfrute por poblaciones
que se quejan de todo y no dan un palo al agua, por su condición de oscura
presencia visual, al lado del rubito mandamás en el turno actual.
Así qué, ni con un cubo de agua con hielo, para ir sumergiendo esa
mano calurosa, se acepta ningún tipo de caricias, aunque sean de fuego amigo.
Y las noches se eternizan, en una espera inconfesa, de un despertar
radiante que de pie a una tregua deseada, sin miradas culpables, ni rencores
distanciados.
A la espera de un invierno, que en su calidez, no impida otro tipo
de calidez, más humana.
Barcelona, 12 Junio 2017
Te matooooooooooooo,eres hombre muerto...como le pones hielos a un malta?
ResponderEliminarTiras tortillas a la basura, pones hielos a un Talisker...ayyyyyyy
Y ahora voy a leer la entrada, al ver ese vaso y leer tus disculpas me dio un jamacuco.
Ahora comento.
No podías haber puesto un mosto? El efecto hubiese sido el mismo...
EliminarVale voy a leer la entrada..
Perdón! :(
EliminarNo tengo de esas cosas...
EliminarSi mejor.
Jajajajajaja
EliminarBesines dobles.
Jajaja!!!
EliminarSe corresponden!!!
Jajajajajajaj. La entrada te ha salvado, porque has conseguido que me haya reído de lo lindo.
ResponderEliminarAquí estoy fresquita :)
Podría soportar perfectamente una mano sobre mis lumbares y la otra sobre mis nalgas ;)
Besines
Me alegro un montón.
EliminarQue suerte tienes :)
Mano amiga...o la que se preste...;)
Besines.
Es bien sabido que el calor incide en el aumento de delitos violentos... como esto del calentamiento global siga así habrá que aprender artes marciales.
ResponderEliminarSaludos.
El calor nubla la mente y la reseca a niveles preocupantes.
EliminarSaludos.
Jajajajjajja imagino a alguien metiendo la mano en el hielo a ver si así...
ResponderEliminarEstá claro que el clima nos está devolviendo las barbaridades que le estamos haciendo al planeta.
Yo estoy alucinando en la sierra de Madrid...aggggg
Buena música,relaja...
Besos.
Hay que refrescarse antes de iniciar ninguna maniobra de acercamiento ;)
EliminarPues parece que hay estadistas que ponen en duda lo del calentamiento global :(
Pues en la sierra se tiene que estar bien...
Gracias!
Besos.
Con gracia has tocado un tema serio y es ese calientamiento global que hace que sudemos a destiempo y estoy con Toro el calor nos pone muy irritables, habrá que proveerse de muchos cubitos.
ResponderEliminarBesos
Gracias Conxita, hay que hablar aunque sea de forma desenfadada, la cuestión es hacerlo presente e irnos mentalizando.
EliminarEl calor altera las conductas, es bien cierto.
Besitos.
El sabio refranero podría enriquecerse con un "cuando junio agostea, agosto juniea" y sorprendernos con un agosto a punto de nieve. El pobre Planeta se ha contagiado de los despropósitos del personal humano que lo habita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bueno :) A ver si en agosto pongo la calefacción :)
EliminarTenemos al planeta mal, y si estornuda nos vamos todos a hacer puñetas.
Un abrazo.
En tiempos tan calurosos parece que la falta de ciertas caricias afectan muchisimo
ResponderEliminarUn placer leerte
Cariños y buenisima semana a pesar del calor, ya que por aca el frio nos hace encender las estufitas
Por el calor los afectos menguan y eso acaba repercutiendo en el carácter. ;)
EliminarMuchas gracias!
Un abrazo, es bien cierto que ustedes están encarando el crudo invierno.
Jajaja. Si está que quema. Pero nada que no tenga remedio. Con todo prefiero el tiempo de calor.
ResponderEliminarUn abrazo.
:) Todos preferimos el buen tiempo, pero esto es demasiè. Hay que poner algo más que la mano en remojo.
EliminarUn abrazo.
Con estos calores pocas ganas quedan para nada, esperemos que regrese pronto el fresquito y las actividades!!
ResponderEliminarBesos
Eso! Qué nos refresquemos un poquito para otro tipo de acaloramientos ;)
EliminarBesos.
Esta ola de calor es "demasié" espero pase pronto sino yo me voy a tener que meter en el congelador :-).
ResponderEliminarBesos y feliz día, amigo Alfred.
Ni que lo digas, nos ha pillado bien despistados está prontitud en la llegada de los calores estivales.
EliminarHay que salir lo justo :)
Besos y feliz día también para ti, querida amiga.
Te quiero mucho pero así ahorita como de lejos jajja
ResponderEliminarBesitos Alfred
Jajaja!!! Sí, eso, bien lejos :)
EliminarBesitos lopillas.
Hola Alfred!
ResponderEliminarSe diría que ha llegado el calor y con él, la llegada de pulgones hormigas, babosas, moscas mosquitos y todo un arsenal de bichos que no son precisamente agradables.Tiene sus ventajas, se acabaron los costipados. Pero la naturaleza es así y dicen que és muy sabia.
Hola Enric!
EliminarHa llegado el calor de forma prematura y no se yo, cómo se lo habrán tomado los bichos, pero a mi me está sentando fatal.
Hoy aquí en Murcia estamos a 34, esto es insoportable, nos vamos a tener que ir a la playa yaaaa!!!
ResponderEliminarEl calentamiento global es un asunto muy serio, la naturaleza nos está pagando con la misma moneda..
Un abrazo Alfred.
El domingo también estuve a 34º, la verdad es que es como una bofetada. Será cuestión de ponerse en remojo y esperar que se le pase el enfado, a este planeta nuestro tan enfadado, por tal como lo estamos tratando.
EliminarUn abrazo Carmen.
No hay nada peor que la gente insoportable con calor :)
ResponderEliminarOye, que digo yo que la próxima vez puedes usar unos cubitos de hielo de mentira que venden para ponerlos en las fotos, así te ahorraras tanto intento de linchamiento. Yo no diré nada porque soy me ponerle coca cola a vinos con muchas etiquetas ;)
Ya, pero lo malo es la muy soportable, que acabas alejando por ese calor. :)
EliminarDigamos que eche mano, de lo primero que se me ocurrió, pero estropear una coca-cola....;)
Muy lindo texto.
ResponderEliminarMe emocionó.
Besos.
Muchas gracias Amapola Azzul.
EliminarQue bien.
Besos.
Un texto muy apropiado para estos días calurosos con un trasfondo que hace pensar en ese temible cambio climático que poco a poco se va sintiendo.
ResponderEliminarPor aquí corre una suave brisa del atlántico así soportamos mejor el calor.
Besos Alfred.
Puri
Para estos tan calurosos, sobre todo aquí, a orillas del Mediterráneo, donde hasta la brisa es caldosa.
EliminarDisfruta del fresco atlántico.
Besos Puri.
Pues imagina por estos lares, donde diariamente la temperatura ambiente supera con creces a la del cuerpo humano, como estamos; menos mal que no hay mal que dure cien años; y como verás, el que no se consuela es porque no quiere.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vosotros estáis más acostumbrados, recuerdo cuando bajaba por cuestiones de trabajo lo mal que lo pasaba y lo tranquilos que estaban los sevillanos con sus finos y cañas. Eso sí hasta casi las cinco de la tarde, no se movía nadie. :)
EliminarUn abrazo.
Disculpa que no haya correspondido a tu visita, últimamente he estado regular, casi no he cogido el ordenador, por eso no he correspondido a la misma, gracías por haberme visitado.
ResponderEliminarTe deseo un feliz fin de semana.
No hay nada a disculpar, no te visito para que vengas sino por qué me gustan tus post. :)
EliminarUn feliz finde para ti!
Esperaré la llegada del próximo invierno, para recordar un caluroso enero, en tierras para mi lejanas :) Para prepararme un té bien calentito, mientras ahora lo tomo bien helado.
ResponderEliminarMuchos saludos, Julio David.
La calidez humana, esa es la que debe predominar... no el calor causado por el deterioro ambiental.
ResponderEliminarAbrazos.
Eso es lo realmente importante, el calor humano en nuestros actos.
EliminarAbrazos.