Pleno verano, en un tranquilo domingo, se nos muestra una ciudad sin apenas coches en las calles, ni recorriéndolas ni estacionados, solamente los viejos vehículos, a punto de acabar sus días, se nos muestran en ellas.
Una anciana, apoyada en una escoba, trata de recoger con ella la hojarasca caída de los plataneros, compañeros de viaje en esta vida con los que comparte generación.
Una anciana, apoyada en una escoba, trata de recoger con ella la hojarasca caída de los plataneros, compañeros de viaje en esta vida con los que comparte generación.
Da la sensación de ver un gesto inútil, que cualquier golpe de viento, trastocará su labor dejando el suelo alfombrado nuevamente.
Pero ella insiste, sigue en su lenta labor de barrer la acera.
Aparte de nuestros ojos curiosos, no hay nadie más para mirar su gesto de respeto por cuidar su ciudad. En las puertas de un comercio cercano, aprovechando que está cerrado, unos hombres duermen en su entrada.
Aparte de nuestros ojos curiosos, no hay nadie más para mirar su gesto de respeto por cuidar su ciudad. En las puertas de un comercio cercano, aprovechando que está cerrado, unos hombres duermen en su entrada.
Las calles rectilíneas y totalmente arboladas, crean unos túneles verdosos por los que puedes andar con mejor ánimo ante el calor sofocante propio de la época.
La sensación de soledad en una población importante te desconcierta aún más de lo habitual en estas situaciones. La poca gente con las que nos hemos cruzado, aparte de un par de borrachos, ante los que hemos preferido cambiar de lado en la calle, han sido contemporáneos de la fantástica barrendera.
En el centro histórico la afluencia era mayor, no mucho más, pero sí lo suficiente para dejar de pensar en una ciudad encantada.
En la plaza de la Independencia las parejas se arrancan a bailar un tango, agarrados y desafiantes, los mayores arrancan sonrisas de los viandantes, los turistas nos paramos a ver como se mueven al compás cadencioso del acordeón.
Estuvimos recorriendo su frente marino, contemplando los cuatro valientes adentrados en unas aguas chocolateadas.
Un mercado al aire libre, reunía, en su batiburrillo de ofertas, a una muestra variopinta de mirones, paseantes, turistas y despistados.
Subidos al autocar, camino del ferry para cruzar el Río de La Plata, la sensación de desconcierto nos acompaña.
Son bonitos los instantes, saboreando cada lugar, cada momento, disfrutando de la estancia de allí.
ResponderEliminarGracias por compartir estos maravillosos momentos.
Un beso.
Una ciudad plácida, tranquila, dejándose mecer como los árboles que delimitan sus calles.
EliminarUn beso.
Gracias por las sensaciones,Das vida a las imagenes
ResponderEliminarGracias! Realmente estás en otra época y en otro lugar, Montevideo es algo diferente, tiene algo de lisboeta para entendernos.
EliminarParece que te hayas adentrado en uno de mis sueños recurrentes.
ResponderEliminarSueño una ciudad fantasma con antiguos edificios de piedra, completamente vacía y algún perro merodeando por allí. Silencio.
Después levanto el vuelo y planeo sobre esta ciudad dormida, vuelo a lo más alto y cuando descubro el peligro de caer al abismo me despierto.
Después de leerte he buscado Montevideo en la wikipedia Montevideo capital de Uruguay. Pero no he encontrado sus calles solitarias.
No obstante, te felicito por esta entrada en la que me he sentido identificada.
El Montevideo que narró aquí, es el que me encontré en un cálido fin de semana de enero, días estivales por antonomasia por estas zonas. Calles desiertas, silenciosas, sin tráfico rodado y apenas algún viandante. El domingo un poco más de actividad por el mercado y el lunes aún un poco más, sin excederse demasiado.
EliminarGracias y un saludo.
Es cierto, en verano las calles suelen quedarse desiertas tal y como describes. Solo que a mi me vinieron a la cabeza las ciudades perdidas de mis sueños.
EliminarUn saludo.
Un buen sueño del que despertar.
EliminarUn saludo.
Lindo paseo. Disfruta
ResponderEliminarGracias! Un simple paseo es una distracción llena de matices.
EliminarUn beso.
Debe de ser fantástico pasear por estas calles solitarios.
ResponderEliminarQué lejos vive el mundo.
Es una sensación curiosa, más cuando vienés de un sitio tan populoso como Buenos Aires, Montevideo es una ciudad más recogida en lo personal y más abierta en su frente marino.
ResponderEliminarTus viajes Alfred, siempre son muy agradables y nos haces sentir esa sensación de vagar por las calles de forma tranquila en buena compañía
ResponderEliminarLas fotos están muy bien y ayudan mucho a disfrutar del paseo.
Besos
Puri
Me encanta perderme por las calles y caminar sin un rumbo definido, sólo una vaga idea de adonde no quiero ir.
EliminarCon lo que te llevas todo tipo de sorpresas, unas más agradables que otras pero todas interesantes.
Un beso.
¡Que bien Alfred, qué maravilla de viaje!...
ResponderEliminarBesos! :)
La verdad es que lo estamos disfrutando :)
EliminarBesos!
Uruguay, capital Montevideo. Domingo. Te imaginas que este país, es modesto y las fotos lo dan a entender. Ves Viquipedia, y te hace el efecto de un país con una cierta actividad económica con una capital bastante grande. Pero lo realista es lo que el turista ve con sus propios ojos.
ResponderEliminarMe creo lo que dices.
Un saludo, desde nuestra península.
Grande si es, la actividad no debe de ser desmesurada dado el tipo de locales que vi, pero lo mío sólo es una impresión muy personal, sin rigor científico.
EliminarUn saludo viajero.
Ese vacío coyuntural que agrada a los residentes intimida a los visitantes.
ResponderEliminarBueno más que intimidar desconcierta.
EliminarSaludos.
Los fines de semana la ciudad se vacia , corren a traves de la Interbalnearia a la Costa de Oro a disfrutar de la arena dorada y las hermosas aguas
ResponderEliminarSe equivocaron de dia je je
Un abrazo
Totalmente, está claro. O:-)
ResponderEliminarSí que parece chocante que una ciudad tan importante tenga tan poco ajetreo.
ResponderEliminarEstupendo viaje el que nos compartes.
Gracias.
Besos.
Bueno estuvimos en el centro histórico y la parte del frente al río de la Plata en un fin de semana vacacional. Pero nos sorprendió mucho la verdad.
EliminarBesos.