Mascarillas Muertas

Foto: "Los Amantes" de René Magritte







Mascarillas Muertas

Por aquel entonces, tiempo ha, 
las calles estaban bulliciosas, 
la gente caminaba presurosa 
pero contenta por las aceras, 
entrando y saliendo de tiendas 
llenas de actividad y frenesí. 

Los vehículos motorizados 
inundaban las calzadas de ruido, 
mientras los árboles lloraban 
sin poder contener su pena 
ante el ahogo que sufrían. 

Todo el mundo, es un decir, 
estaba completamente activo, 
quejándose eso sí de lo mal 
que lo hacía el gobierno, 
el de ahora y el de antes, 
que para eso estaban. 

Solamente sabían prometer 
rebajar los muchos impuestos, 
pero luego, ya se sabe,  
el tiempo pasa rápido 
sin saber cuánto iban a durar. 

Pero los que tenían  suerte 
podían disfrutar de una paga. 
gastar en buenas viandas 
en selectos restaurantes, 
comprar en exclusivos locales 
repletos de gente y cosas.  
  
Asistiendo a los múltiples 
centros de ocio diseñados  
a la última ola moderna 
para ordeñar sus bolsas. 

Ahora el viento primaveral 
se había llevado con él 
hojas caídas en invierno. 
siendo caras mascarillas  
las ocupantes de parterres.  
  
Por momentos añoramos  
con nostalgia ese tiempo 
siempre recordado mejor 
que el actual de encierro 
sin esperanza de escapada. 


Barcelona, 30 Abril 2020



Poemas de Cautiverio III


Foto colección Aixelá 




Poemas de Cautiverio 
III 


Vientos 



Vientos fríos del norte 
húmedos, destemplados, 
de los que no encariñan, 
desalojando las plazas. 


Vientos soplan del sur, 
calurosos por tanto, 
resecando caminos, 
de pasada huertos. 

Vientos del este marino. 
iodados, salados, 
con ganas de aventuras, 
desperdigando viajes. 

Vientos desde el oeste 
de tiros y caballos, 
de escapadas largas 
sin mirar nunca atrás. 

En el centro, sin vientos, 
solo soledad y encierro, 
no hay sorpresas,  
vamos arremangados. 

Los momentos amargos 
resuenan en la tempestad 
sin dar esperanza de salida  
a los vientos recibidos. 

Esperaremos ver sí al virus 
le apetece clavarnos el aguijón, 
que la angustia ya lo hizo 
dejándonos quietos y sin razón. 


Quiero beber tu veneno 
para no morir en soledad, 
formaré parte de eso 
que una doctora definirá. 
  

Barcelona, 28 Abril 2020