Arlequín de Ángel Membiela
Valladolid 1998
Harlequin
The Modern Jazz Quartet
Arlequín
Sentado en la plaza, con la cara puesta de llevar tiempo esperando una conversación interesante, no ya que le preguntaran que hacía ahí sentado, siempre y en todo momento, ya sea, con sol o lluvia, en invierno o verano.
Incluso le habían puesto un banco a la vera, por si algún jubilado despistado, se quedaba un rato tomando el sol o el fresco, según la hora del día y la estación pertinente del año; y se prestaba a una charla, sin prisas.
Entre tanto no pasase nada de eso, Arlequín mantenía el semblante serio, de persona concentrada en una reflexión serena, alejado de sus compañeros de la comedia y penoso por la ausencia de su muy querida Colombina.
Sentado en su peana, contempla distante, el poco interés que despierta, siendo como es, un principal de los integrantes de la Comedia del Arte.
Quizás alguna buena mujer, más conocedora de los entresijos de la cultura, aficionada a la comedia, pueda verlo con admiración y expela un suspiro por lo que representa.
Pero aquí no cuenta su arte de interpretación e improvisación, ni sus números de saltimbanquis, que encandilan al público con su rapidez y presteza.
Es una estatua en un pedestal, presta para escuchar y para los más sensibles, contar sus experiencias, en tantos siglos de dedicación teatral.
Nadie le diría, contemplándolo con seriedad: ¡Habla!
Pues su mirada perdida, algo cansada, traspasando la presencia del interlocutor, se iría a la lejanía, pidiendo simplemente una nueva oportunidad.
Terrassa, 14 mayo 2024