Noche de verbena (2018)


Noche de verbena




Noche con anécdotas,
cien veces recordadas
nunca olvidadas.

Canciones trenzadas
con voces rotas,
mientras unas manos
 acarician una guitarra.



Generaciones mezcladas,
unidas por la tradición.
copa y coca amalgaman.

Tortilla en la cena,
sin cebolla añadida,
 auténtico es lo sencillo.




Esa guitarra sonando,
rompiendo la noche
con voz quebrada.

Unas botellas de cava
esperando cambiar
espuma por alegría.




El mar marcando,
siempre presente,
su acompasado ritmo.

La luna sonriendo
ante su reposo estival,
pasando el testigo,
al sol omnipresente.





Todos juntos
una vez más,
ante la invitación
de  mantener unida,
una vieja amistad.

Sintiendo alguna ausencia,
es inevitable,
 ante las obligaciones
que siempre nos marcan.





La mesa queda vacía,
testigo de una noche
"Completa"

Zarpa la vela
rumbo a lo cotidiano,
esperando la próxima
“Verbena de Sant Joan”







Junio 2018



























Tras el traslado




Foto del autor



Tras el traslado

La operación búsqueda, encuentro, mudanza e instalación está a punto de completarse.

Tras arduos esfuerzos, con crisis de desasosiego incluida, ante la desesperanza por no encontrar algo mínimamente decente a un precio asequible, dentro de los límites de la ciudad, al fin puedo anunciar: 

¡Ya tengo vivienda!

Al menos por un tiempo de tres años, que es lo que últimamente duran ahora  los contratos de alquiler.

Puedo dar fe, que es así en las mejores condiciones, pues hay quien firma por menos. Todo depende del grado de confianza que irradies y de las ganas de la propiedad por tener siempre disponible la vivienda, por si hay cambios que le representen la obtención de un mejor beneficio.

Así las cosas, el desmontar una vivienda, mudarse  a otra y acondicionarla, pintándola y esas cosas que se hacen al entrar en un nuevo piso, te provocan un estrés, que no es moco de pavo.

A pesar de que te acostumbras a vivir entre cajas y a buscar las cosas, siguiendo las pistas que tú mismo has dejado por escrito, para que lo comprenda el indio que fuiste de pequeño, la cosa muy cómoda no es.

Acabas trasladando las montañas artificiales, cuál dunas movidas por una fe que desconocías poseer, para poder despejar lo mínimo que permita acceder a esa pared rosa palo desvaído, que no sabes a quién en su sano juicio se le ocurrió pintar.

A no ser, todo es posible, que estuviera bajo los efectos de un alucinógeno, lo cual no puede servir de eximente ante un buen togado mesetario.

De forma que arremeto con un rodillo bien untado de una impoluta pintura cuyo blanco no ofrece ninguna duda de la neutralidad de los habitantes.

Podemos haber traído algún elemento nocivo, una pulga infecciosa, un roedor escondido entre las cajas de la cocina, una cucaracha con veleidades literarias, nunca se sabe.

El estar leyendo La peste del insigne Albert Camus, me hace delirar más de la cuenta, dada la paranoia que se vive por nuestros lares últimamente.

Parece, que lo que era válido tras los desgraciados efectos desbastadores, que el enfrentamiento europeo produjo en la fértil mente del escritor, siguen plenamente vigentes hoy en día.

La peste nos puede atacar de nuevo, hay quien se relame solo de pensarlo, pues le puede dar los beneficios de una tajada importante en sus mezquinas aspiraciones políticas cortoplacistas.


Junio 2018


Renovación en el congreso










Viernes, 1 Junio 2018


 Un día importante en la pequeña historia de un país que aun no asumido la pérdida del imperio que en otra época tuvo.

Veré  cómo, con voz monocorde, llaman a proclamar a cada diputado en voz alta y clara, su preciado voto.

Se desgrana la votación en la que se dilucida el despido de un presidente que no goza de la credibilidad necesaria, para representar al gobierno de la nación, según opinan la mayoría de grupos parlamentarios.

Mientras voy haciendo paquetes, para preparar la mudanza hacia mi nuevo domicilio, oigo la cantinela de nombres con  declamación en voz monocorde pidiendo su opción, bueno digamos la del grupo, pues si le dieran un botón al portavoz de cada grupo, la cosa sería más rápida y aséptica.

Pero por razones que se me escapan, lo han de hacer los 350 diputados, de los cuales no sabemos nada, ni siquiera a quién representan, ni que hacen.

 ¿Ustedes saben cuál es su diputado?

¡Pues eso!

Antes he escuchado los brillantes discursos, tanto ayer como hoy, digamos que lo he seguido bastante. Siempre haciendo cajas con pertenencias propias, algunas necesarias y otras que no pasarían el examen de mis hijos.

En estas, me quedo con las enormes ganas de echar a la calle, a un grupo sin ninguna empatía por el resto de la población y que tiene el aspecto de haber estado en eso de la cosa pública, para ver que se podía sacar de positivo en beneficio propio.

Me quedo mirando, lo nuevo, brillante y moderno que intenta irradiar el candidato que va  a gozar ahora del beneplácito de la cámara. 

Veo cómo se espanta las polillas y ya trata de olvidar sus propios casos de mejora necesaria de control de la cosa pública en su grupo.

Todo muy bonito, democrático y estupendo. Estamos salvados, el país se regenera y saldrá fortalecido de todo esto.

Oremos.

Por cierto, ya tenemos nuevo presidente.