DIÁLOGOS FRENTE EL MAR


Foto gentileza de I.C.C.


Diálogos frente el Mar


-          Parece que vamos a tener un buen día.
-          ¡Sí, ya tocaba! Estaba hasta la copa, de este tiempo tan inestable.
-          Ni que lo digas, hay días que acabas ahogado por la lluvia y salpicado por este mar cuando se pone bravo y cuando no, otros de sequía total.
-          ¡Bueno, bueno! Lo de bravo  no sé yo si se le puede decir, parece un novillo de fiesta de pueblo.
-          ¡Y tú que sabes! Si siempre has estado aquí plantado.
-          ¡No, no! ¡Que va! Yo estaba en una plaza del pueblo, pero en una reforma para poner una zona de parking me trasladaron aquí. Tuve suerte de que tenían que inaugurar este paseo, que si no…
-          ¡Ah! Pues sí que  tuviste suerte, sí. Yo vine de un vivero, tengo muchos familiares por aquí.
-          ¡Ya! Vinisteis todos de golpe. A prisa y corriendo. Os plantaron para llegar a tiempo antes de la campaña municipal. No como yo, que me trajeron de rebote.
-          Sí es verdad, estabas aquí solo ante la inmensidad de este mar tan juguetón.
-          Al principio me sentía muy triste, incluso añoraba  a los perros y sus incomodidades.
-          ¿Y no podías añorar a los abueletes sentados en los bancos de la plaza?
-          Ya me gustaría, pero quitaron los bancos para poder montar tenderetes para cuando había ferias.
-          ¡Pues ya es añorar! Con lo guarros que son.
-          A veces prefieres una mala compañía que ninguna.
-          ¡Quita! ¡Quita! Más vale solo que mal acompañado.

-          Sí, eso es cierto, pero en parte. Tienes que vivirla, me refiero a la soledad más absoluta. El hablar sólo  contigo mismo. Es duro, te ves hablando con las piedras y esas, pobres, nunca contestan.
-          Pues es bonito ver cómo cambian de color según les da el sol.
-          Bueno, pero no dicen ni mu.
-          Ni falta que les hace.
-          Puede, es imposible de saber.
-          Procuro disfrutar del entorno y no me planteo esas cosas que dices.
-          Será por qué estuve demasiado tiempo sin compañía. Me gusta  estar ahora alineado con vosotros.
-          No te confundas, alineado no quiere decir que estemos de acuerdo en todo.
-          ¡No, que va!


Barcelona, 31 Mayo 2019


UNA PROMESA




Foto gentileza de I.C.C.


LA PROMESA


Le dijo con aplomo la anciana:
“El próximo año,
sí por su cumpleaños estoy viva,
le traeré un rosal amarillo
Las palabras quedaron flotando
en el ambiente de la consulta
como una sentencia.
La facultativa le sonrió
contestando risueña:
“No se me ponga dramática
que tiene cuerda para rato.
Ud. Nos enterrará a todos

En su interior sabía
que no era así,
el cuadro presentado
por el informe analítico
 era muy claro,

Por ello solicitó
 de inmediato,
su ingreso vía urgencias
en el hospital de zona.

Cuando a su regreso,
tras las vacaciones
vio venir al hijo solo,
sin cita programada,
con un rosal amarillo,
supo inmediatamente
que su paciente
había fallecido,
pero su promesa
quedaba  cumplida.



Barcelona, 22 Mayo 2019







Barcelona, 22 Mayo 2019

LA CAMISA


Foto del autor



La Camisa



-       Te digo que se ha encogido.
-       ¿Pero cómo se puede haber encogido?
-       Pues ahora me va corta.
-       Eso es imposible.
-       Voy enseñando mis nobles piernas
-       Doy fe de que eso no transmite deseo alguno.
-       Con esta pinta no salgo. No me puedo poner eso.
-       Pero si vais a ir con la armadura puesta.
-       Sé que por dentro no voy correctamente y eso me basta.
-       Estás hecho un crío.
-       ¡Ermesenda! No me discutas, me sacas de quicio.
-       Poca paciencia tiene mi ¡Señor!
-       Pero cómo me voy a poner al frente de mis hombres de esta guisa.
-       ¡Huy sí! ¡Qué desastre!, mi Señor avergonzando sus estandartes.
-       Ríase mi buena princesa, pero no es de recibo ponerse delante de las tropas, con este aspecto tan ridículo. Así no puede ir uno a las cruzadas.
-       Pues quédate en el castillo, que mejor nos irá, en vez de gastarte los doblones en aventuras en tierras lejanas.
-       Pero que dirá nuestro Papa, espera de nosotros que entreguemos nuestra sangre por tan noble causa cómo es la conquista y defensa de la tumba de Nuestro Señor.
-       Todo son excusas, por tener una cueva más o menos, sois capaces de arrastraros por medio continente y morir en el intento.
-       Nuestro honor está en servir a la cristiandad.
-      ¡ Y yo! ¿Qué hago mientras? ¡Explicadme!
-       Rezar y preservar el honor de nuestro buen nombre.
-       Menuda tontería la que me pedís.
-       No habléis de este modo, las paredes escuchan.
-       ¡Claro! Con el foso casi vacío, puede entrar cualquiera.
-       Podrían denunciarnos ante el Santo Oficio.
-       Al menos entraríamos en calor.
-       ¡Ermesenda!
-       ¡Mi Señor!



Barcelona, 22 Mayo 2019.

¿Vendrá el monstruo?

Aportación a los relatos jueveros de neogeminis: http://neogeminis.blogspot.com/
  
Foto del autor



    -    ¡Mamá!
   Dime Celia
-    ¿Esta noche vendrá el monstruo?
-    ¡Pero qué dices!¡Qué tontería es esa!
-    Hay noches que un monstruo viene a verme.
-    No sé de donde sacas estas historias.
-    Me da mucho miedo.
-    Acaba los deberes, mientras voy a por un vaso de leche, verás que bien duermes.

El sol se ha puesto tras la montaña y la oscuridad reina en el exterior de la casa.

Las trémulas luces dan fe de que ésta se halla habitada.

Los miedos de la niña no ablandan a la madre, que los cree fruto de las numerosas tonterías que dan por la tv.

Pero la angustia de ella no tendría que ser dejada de lado.

-    Aquí tienes.
-    Gracias mamá.
-    Y deja de pensar en monstruos y tonterías similares. Ya empiezas a ser mayor para esas cosas.
-    Sí mamá.

La niña obediente, deja la libreta a un lado y se toma pacientemente la leche ofrecida. La calidez de la misma enseguida le proporciona una sensación de sopor con la cual se introduce en la cama, donde cae rápidamente en un profundo sueño.

Fiel a su cita, el monstruo acude ante la cama de la niña y se queda durante un largo rato contemplándola.

Ahí de pie ante el lecho, sin apenas moverse, parece una estatua cual mascarón de proa de un antiguo velero bergantín.

La respiración de Celia tiene las interrupciones de quién se siente angustiado por un mal sueño.

Mientras la estatua se deleita admirando la blancura y candidez de su víctima.

Sin saber por qué, quizás por el simple hecho de estar siendo observada, la niña con un grito de angustia se incorpora y se queda agarrotada ante su verdugo.

Éste, disfrutando de antemano con dar rienda suelta a sus instintos más bajos, mantiene la cara oculta tras una especie de saco que le cubre la cabeza al completo, apenas se adivinan sus siniestros ojos, con una mirada poco amistosa, incapaz de inspirar la mínima piedad.

Con una voz grave le dice:

-    No temas Celia. Ya sabes que solo vengo a jugar un poco contigo.
-    No me gustan sus juegos.
-    Ya te gustarán.
-    ¡No, por favor!

Mientras en otra habitación, la madre duerme plácidamente, tras haber ingerido también su vaso de leche tibia, sólo que a éste, atendiendo a los consejos de su marido, le acompaña unas grageas de un potente somnífero, para que duerma más profundamente y pueda rehacerse de su agotamiento crónico. Eso dice.

Evidentemente, no oye ni llantos, ni quejas, ni súplicas.

Esos ruidos provenientes de otra habitación de la casa.


Pues en su casa no hay monstruos.

CASA



Foto gentileza de J. M. C. C.



Una nube roja
ha cruzado el cielo
cargada de sangre
sudor y lágrimas.

Se ha ido sin llorar,
puesto que no quiere
desmoralizarnos
más de lo necesario.

Simplemente avisar,
que los momentos
buenos y malos,
siempre regresan.

Dicen que ya hubo
en tiempo y lugar remoto,
quién bebió de un cáliz
para liberarnos de culpas.

Pero visto lo visto,
no sirvió para mucho,
siguen las mismas jerarquías
beneficiando a los eternos.



Barcelona, 7 Mayo 2019