Nina Simone
My baby just cares for me
La casa está tranquila, los primeros rayos de sol acarician la casa, afuera hace el fresco del alba, la luz es tenue y los pájaros ayudan a pensar que todo está en orden.
Un reloj de cuco, indica en su cantar que es una buena hora para amanecer y convertirse en una persona sociable.
Tras pasar por la ducha para hacerlo adecuadamente y, no dar pistas de ser un pobre animal despistado mientras te das una vuelta por la silenciosa casa en la que eres el único ser despierto.
Contemplas como el sol se va haciendo dueño de la situación, es verano y su poder empieza a castigar la seca hierba del jardín, hecha a soportar las inclemencias del tiempo, por algo estamos en un valle de alta montaña.
El cuco sigue en lo suyo de decirnos que el tiempo avanza y nos va dejando atrás, sino espabilamos en hacer cosas de provecho, se impone la cultura luterana de los vecinos más supuestamente responsables, no tengo nada en contra de ellos, pero un poco más de contemplación, me hace la vida algo más soportable.
Sigo con mis divagaciones mañaneras, comento y contesto los avisos de gente conocida, que se mueven por el mismo mundo de letras compartidas, eso entretiene y enriquece a partes iguales.
La voz amiga que ya se ha convertido en compañera de mesa, me ofrece una degustación de café que agradezco sin castañuelas por no saber ni dónde están ni tampoco usarlas.
Decir que el susodicho me sabe de una forma mucho más plena y amistosa, que el tomado en la falsa intimidad casera ciudadana, allí siempre te sientes observado por el gran ojo hermano, pero en la tranquilidad rural, ni que sea en un lugar de acomodo para familias en busca de la tranquilidad y buen estar de un clima más fresco y norteño, estas desconectado solo mentalmente, pues controlados lo estamos igual, mientras estemos con el móvil o el ordenador, evidentemente.
El cuco se dispara alocadamente, para decirnos que la mañana está pasando más deprisa de lo previsto y ello provoca las risas frente a mí, de la amiga laboriosa y las mías por ver su reacción.
¡Qué haríamos sin un buen reloj de cuco tan espabilado, aunque este algo loco, en sus avisos?
Supongo que escribir sin risas y en mí caso no habría puesto todo esto.
Alp (La Cerdanya), 3 agosto 2022