PÁJAROS & TRENES

 


Fotos de I.C.C. 



 

Juan Diego Flórez 

Cucurrucucú Paloma 

de 

Tomás Méndez 

 

 

Pájaros & Trenes 

 

Los trenes hace rato que pasaron, tanto los de un lado como los del otro. Norte y sur están vacíos. 

Los pocos pasajeros que se bajaron de ellos, desaparecieron tragados por ese atardecer caluroso de verano, en el que no apetece quedarse. 

Unos pájaros quejosos se mantienen en sus puestos tras unos vuelos rasantes sin premio. 

Atados a su equilibrio sobre los cables, comentan lo mal que está todo, incluso para ellos. 



  • ¡Vaya mierda de año!
     

  • Ni que lo digas. 

  • Ni una puñetera miga que llevarse al pico. 

  • Qué verano más extraño. 

  • Pues hace el mismo calor de siempre. 

  • Sí, a  me sobra tanta pluma. 

  • Eso te pasa por presumida. 

  • ¡Ya estamos! 

  • Envidia cochina que tiene, por desplumado. 

  • ¿Y de esos tipos que se habrá hecho? 

  • No habrán emigrado este año. 

  • ¿Ninguna familia? 

  • Eso parece. 

  • Ni sueltos tampoco. 

  • ¿Ves alguno por aquí? 

  • Ni siquiera podemos practicar puntería. 

  • No, esto está de lo más aburrido. 

  • Será cuestión de coger el tren y largarse a otro sitio. 

  • Estará igual 

  • ¡Es verdad! 

  • He oído decir, que están encerrados en sus casas. 

  • ¡Qué Va! Eso fue el verano pasado. 

  • Ah, por eso de esos gusanos metálicos han salido algunos. 

  • Tren, se llama tren. 

  • Prefiero los pequeños que se arrastran por el suelo. 

  • Los humanos a veces nos dejaban cosas más buenas. 

  • Sí, pero ahora no comen nada caminando, ni dejan ningún rastro de migas. 

  • Tristes tiempos vivimos ahora. 

  • ¡Pues sí! 

Contemplando los cambios en las costumbres de los humanos, recuerdan con añoranza los tiempos en que todo era más fácil, incluso la convivencia con ellos. 

El cielo se tapa, olvidando que está en verano o precisamente por ello, prepara un buen chubasco refrescante, será hora de iniciar el vuelo. 

 



Barcelona, treinta de agosto 2021 
 





CANTO AL POETA ASESINADO

 

Foto del autor



Paco Ibáñez, Canción del jinete



Canto

al poeta asesinado



Vientos de la sierra 

refuerzan aromas de jazmines

testigos de la tragedia. 

 

¿Qué sintió el poeta? 

En aquella cerrada 

 noche de agosto. 

 

¿Creo un poema? 

Mirando los fusiles prestos 

 para segarle la vida. 

 

¿Les sonrió con malicia? 

Sabiendo entonces 

que le convertían en inmortal. 

 

¿Vio con miedo a sus verdugos? 

Por saber que nunca sentirían, 

 lo que es la piedad de las piedras. 

 

Dispuestas a tapar sus despojos. 

 Ocultarlos por siempre más, 

 a miradas asesinas de la concordia. 

 

¿Qué se siente ante hombres 

 que ya están muertos de nacimiento 

 a palo quieto? 

 

¿Quiso correr? ¿Huir de la tragedia? 

Cuando sus pies habían echado 

raíces para quedarse. 

 

Miró al cielo suplicante,  

pero su Luna no estaba.  

¿Se sintió abandonado en su final? 

 

Un corazón sensible se apagó, 

un poeta del pueblo emergió. 

Esa loca noche nos llevó al abismo. 

 

¡Perdimos un lucero! 

Alegre, creativo, brillante, 

en un crimen contra la cultura. 

 

Nos quitaron 

 en una sangrienta noche 

un príncipe de los poetas. 

 

 Por no querer serlo. 

Siendo un principal  

prefirió caminos en carreta. 

 

El aire lo está velando, 

la tierra desconocida lo acoge, 

los árboles le cantan. 

 

¡No estamos huérfanos! 

Nos regaló sus palabras, 

en prosa, teatro o versos. 

 

Para abrigarnos en las noches, 

en que aparece la barbarie  

sobre carruajes de plomo. 


Esas con la luna huida, 

que ahora regresa 

añorando a Federico. 

 

Nana del caballo grande

De F.G.L.

Cantada por Camarón

 

Barcelona, 22 agosto 2021