LA VECINA (II)

 


Museo Picasso 

Foto A.C.P. 






Ain't Got No, I Got Life
Nina Simone 


La Vecina


Estaba metida totalmente en sus cosas, es decir en tratar de asimilar, que aquella mañana, se había levantado con un maldito dolor de cabeza, había dormido fatal, tenía que preparar unos exámenes de su posgrado, para dentro de una semana y aparte de sentir un enorme bullicio en el piso de su vecino, su mal dormir y el dolor de cabeza, parecían ser fruto de algo peor, veía doble, ante el espejo, cuando se levantó y estaba para intentar arreglarse, tuvo una visión de sí misma, que solo podía solventar guiñando un ojo, y la verdad, no estaba con ganas de guasa, como para ir por la vida pareciéndolo. 

Llamó al centro para avisar de lo que le pasaba y faltaría unos días hasta poder solventarlo, acto seguido salió zumbando para urgencias. 

Mientras esperaba el ascensor, vio a su vecino, señor de una edad avanzada que vivía solo desde que enviudo, al que, de pascuas a ramos, visitaba alguno de sus hijos, incluso en contadas ocasiones, acudían todos y montaban uno de esos follones como el de la tarde anterior, sacando de su casa una caja enorme para qué, era un suponer, Mariano el conserje, la retirara, era de uno de esos robots, que se estaban poniendo de moda, para solucionar la vida doméstica, de la gente. 

 Sonrió pensando que fácil tenían ahora las cosas los abueletes, en comparación con lo que ella recordaba de los suyos, ocupándose siempre de todo hasta el último aliento. 

No le dio más importancia, bastante tenía con lo suyo, cogió el ascensor, un taxi la esperaba en la puerta y se fue a toda la prisa que le permitía la caravana matutina, para poder llegar a tiempo al servicio de urgencias. 

Donde le atendieron de maravilla, excepto en el apartado de diagnóstico, donde las noticias recibidas, no le gustaron nada, tenía para días, incluso semanas, sino algún mes, de convivir con su problema de visión, al menos tenía cura y aparte de fastidiarle su trabajo, le permitía seguir con su vida, de forma incómoda, pero continuar con su día a día. 

Cuando regreso a su casa, aún seguía la cajota en el rellano, se la miró por curiosidad, estaba rotulada con símbolos, que dio por supuesto que eran chinos, de dónde si no venían los regalos últimamente. Por suerte, también estaba en inglés y pudo enterarse de su contenido, leyendo en plan Drake, eso sí, enterándose que era la caja de un robot asistente personal. Inmediatamente, pensó lo más lógico. ¡Lo bien qué me vendría a mí! La vida da limones a quien no tiene exprimidor. Sabía del carácter afable, cariñoso, bondadoso y educado de su vecino, sobre todo cuando llegaba cargada con las bolsas de la compra y él se hacía el despistado y subía con el ascensor, sin darle tiempo de llegar a la puerta para impedirlo. 

Gracias a estos detalles, ya no perdía el tiempo, ni siquiera con un ¡buenos días! de rigor, cuando se encontraban por la mañana, a saber, para que tenía que madrugar ese buen hombre. 

Mientras intentaba recoger la llave de la puerta, que se le había caído, oyó un fuerte estruendo, precisamente proveniente del innombrable, la cosa sería grave, pues también escucho lamentos. Enseguida toco el timbre y lógicamente no le abrió nadie. Como se quedó intranquila, decidió bajar a avisar al conserje, un afroamericano llegado hacía muchos años, muy amable, muy dulce, muy presto siempre, pero con poca efectividad, pero es lo que había. 

  • ¡Qué dice que ha oído un ruido fuerte! 

  • Si. 

  • Le pareció oír lamentos. 

  • Sí. 

  • En casa de Don Pedro. 

  • Sí. 

  • Precisamente su familia estuvo ayer. 

  • Sí. 

  • Tendremos que ir a verlo. 

  • Sí. 

  • Me dejaron la llave, para un caso así. 

  • Bien, pues suba. 

  • Me acompañará usted. 

  • Si es necesario. 

  • Oh, sí, Sra. ¡Por favor! 

  • ¡Bien, vamos! 

  • Espere, que busco la llave. 

  • No tarde mucho, ese hombre se puede haber hecho daño, parecía como si se hubiera caído desde lo alto. 

  • Sí, voy Sra. Es cuestión de saber dónde la puse. 

  • ¡Dios mío! 

  • Sí Sra. Que Dios nos ampare. 

  • Aunque a Usted, ya veo que no mucho. 

  • Eso es un problema de visión temporal. 

  • ¡Ah, muy bien, que se mejore pronto! 

  • ¡Gracias! 

 ***

Subieron, en cuanto Tomás encontró las llaves, en el cuarto de las escobas, había un estante con un pequeño cajoncito y pensó que sería un lugar seguro, para ponerlas. 

Aquella puerta tenía tres cerraduras, todas operativas y convenientemente cerradas.  

Cuando abrieron y asomaron la cabeza se llevaron un buen susto, unos ojillos pequeños, les miraban muy fijamente, sin parpadear, por supuesto. 

  • Don-Pe-dro-dor-mir-en-su-e-lo. 

  • ¿Qué dices máquina?  

  • Ar-tu-ro-mi-nom-bre-es-ar-tu-ro. 

  • ¿Bien Arturo, que le pasa a Don pedro? 

  • Cap-tar-gran-ru-i-do-mi-rar-ver-Don-Pe-dro-su-e-lo-mí-no-sa-ver. 

  • ¡Fantástico! 

  • No-fan-tás-ti-co. 

Entraron decididos sin hacer demasiado caso a la maquina parlante, les entretenía demasiado ahí en medio. 

Encontraron a Don Pedro en el suelo de una estancia que era todo armarios, estaba claro, se había caído de una escalera y estaba tendido en el suelo inconsciente. 

Avisaron a una ambulancia prestamente, el pobre hombre estaba fuera de combate, no reaccionaba a sus requerimientos para despertarle. 

En 6’36” tenían al SAMUR en la casa, todos los vecinos, tras oír la sirena y ver entrar al equipo de emergencias, salieron a ver qué pasaba. 

Los comentarios de todo tipo, no se hicieron esperar, pero en realidad poco sabían del accidentado, no era hombre de mucho trato. 

Vieron como se lo llevaban inerte, pero con la noticia consoladora de que estaba fuera de peligro, una ligera conmoción, de la que se podría recuperar pronto, se lo llevaban más por protocolo que por necesidad médica, simplemente lo tendrían unas horas en observación. 

Todos más tranquilos, se escondieron en sus pisos, a ver las noticias que eran mucho más truculentas. 

 ***

Al día siguiente, a eso de las ocho de la mañana, sonó el timbre de su puerta, de esa forma impertinente, que tienen estos ruidos a esas horas. Miró, con su ojo bueno, al exterior, para ver mejor sería decir que intuir, a Don Pedro tras un enorme ramo de flores. 

Abrió la puerta, intentando poner una cara amable, ente una situación a todas luces incómoda para ella.  

  • ¡Buenos días! 

  • ¿Buenos días, Ud. Dirá? 

  • Perdone que me presente así, le traigo estas flores en agradecimiento por sus atenciones de ayer, ante mi pequeño accidente doméstico. 

  • No tiene la mayor importancia, es justo ayudarnos entre nosotros, me limité a avisar al conserje y ayudarle, para ya ve que no estoy en condiciones de poder hacer gran cosa. 

  • ¡Sí, ya lo veo! ¿Qué le pasa? 

  • Un problema ocular, de doble visión. 

  • Eso es muy incómodo. 

  • Sí que lo es, además me pilla antes de un examen.  

  • No sabía que fuera Ud. Estudiante. 

  • ¡Ja! No, ya se me pasó la edad, es un master, una ampliación de estudios. 

  • ¡Ah sí! Ahora todos tienen que estar siempre ampliando formación, antes, en mis tiempos, lo teníamos más fácil. 

  • ¡Pero pase, buscaré donde poner esas flores tan bonitas! 

  • ¡Oh, muchas gracias! Así podré sentarme. 

  • ¡Adelante! Al fondo del pasillo. 

  • ¡Caramba! Que sala más amplia. 

  • Es que hicimos de dos estancias una sola. 

  • Pues le queda muy bien. 

  • ¡Gracias! 

  • ¿Le apetece un café, o un té! 

  • Muy amable, solo quería agradecerle su acción de ayer, no quiero molestarla, simplemente entré por verle en ese estado y por si podía hacer algo, yo por Ud. 

  • ¡No, qué va! Esto de la vista es un problema que lleva su tiempo solucionarlo. La lástima es que así, no puedo prepararme el temario. 

  • ¡Ah tiene un examen! 

  • ¡Sí, digámoslo así, una prueba oral! Por suerte me han cambiado el formato. Lo que pasa es que me cuesta leer en este estado. 

  • Sí yo pudiera, le haría de lector, en plan escuela inglesa. (Soltó una pequeña risa, al final resultaría que era un ser humano) 

  • Estaría bien, pero no se preocupe. 

  • Bueno gracias por todo, otra vez lo digo, y que se mejore cuanto antes. 

Se incorporó y desandó el pasillo, con su paso lento, ella le abrió la puerta, deseando que todo se quedase en un simple susto.  

*** 

Al poco, volvió a sonar el timbre y volvió a ver el anciano del piso de enfrente, con el robot a su lado. Abrió sorprendida. 

  • Buenos días otra vez. 

  • Muy buenos. 

  • Le presento a Arturo. 

  • Sí, lo conocí ayer, nos dijo su estado. 

  • Sí, vale, verá, a mí no me interesa mucho su compañía, prefiero estar solo y creo que podría hacerle de asistente, al menos mientras tenga la vista mal. ¡Ah, y sabe leer! 

Acto seguido se dio la vuelta y se metió en su casa a una velocidad que nunca le había visto. 

  • ¡Pero oiga! Yo no puedo aceptarlo. 

  • Tranquila, no hay prisa para devolverlo, que lo disfrute. (Y cerró la puerta). 



Terrassa, 26 noviembre 2023 

52 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Nuestro pobre hombre, con una familia "obsequiosa", librándose del robot, por una buena causa..

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  2. Que bien este nuevo capítulo , por favor espero que sigas con más... Le estoy cogiendo cariño a don Pedro a pesar de que parce un cascarrabias , creo que el hombre lo que le falta es el cariño de verdad de sus hijos. Un abrazo, felices sueños.

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    1. ;))) Veo que el robot gusta, o quizás es el cascarrabias de Don pedro, falto de atención y cariño, por parte de su familia, o también la incorporación de la vecina.
      Un abrazo, felices sueños.

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  3. A vecinos así... cariño es bien poco. Saludos.

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  4. Uy pobre hombre me gusto el relato. T e mando un beso.

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    1. Sí, este tipo de gente es problemática, pero también tienen su punto tierno.
      Un beso, J.P.

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  5. Mira qué listo don Pedro. Se ha deshecho de Arturito emplumándoselo a la vecina y encima aparentando que le está haciendo un favor.
    Muy divertido.
    Un abrazo.

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    1. Hombre, ya sabes aquello de más sabe el diablo por viejo que por diablo.
      Muchas gracias, eso me gusta.
      Un abrazo.

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  6. Ese hombre tal vez se accidentó por seguir consejos o instrucciones del robot.Un texto jocoso, que nos lleva reflexionar en la soledad y los apaños tecnológicos.

    Un beso, Alfred

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    1. Ese hombre tiene toda la pinta de estar intentando, vaciar un altillo, para acomodar a su compañero de piso. ;)
      Un beso, Albada.

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  7. Voy a pedir derechos de autor jajajaaja
    Muy listillo Don Pedro, ya se deshizo de Arturito y se lo encasquetó a la pobre vecina, que por cierto, mañana tiene el examen y ahora además de ver doble tiene dolor de cabeza de oir a Arturito hablando sin cesar sobre Derecho Internacional :)))

    Si ya dicen que sabe más el diablo por viejo, que por diablo...

    Besines

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    1. Las musas son generosas con sus inspiraciones, y generosas en cuanto no son remuneradas. ;))))
      Una persona estudiosa no puede perder el tiempo con naderías, verás cuando le ponga a Arturo, dictándole con su peculiar declamación, se olvidará del Derecho Internacional e irá a por el salvaje mamporreo para sacárselo de encima. ;)))

      ¡De eso puede estar segura!

      ¡Muchas gracias!

      Besines

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  8. Mira que nos salió listo el vecino que se ha librado de manera muy educada de un regalo que no quería jaja y la vecina con mal ojo y ahora dolor de cabeza gracias al robot. Si es que, ese vecino, en el fondo, aunque no le ayudara con las bolsas, no es tan mal educado.
    la verdad es que el relato mantiene un suspense hasta su desenlace final. Me gustó como lo planteaste y la musica, genial.
    un beso!

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    1. Es un hombre mayor, pero no es tonto. Encima se sentirá bien por hacer una buena obra. ;)
      Muchas gracias Carmela, me alegra saberlo, eso siempre anima a seguir.
      Me encanta la Nina Simone.
      Un beso!

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  9. Lo que te dije ayer que pensaba D- Pedro, mandar a tomar por culo a los hijos y al robot Arturito, parece que no lo hizo y los puñeteros niños le dejaron el jodio robot que menuda mierda de regalo, aunque al final se lo endozó a la vecina y lo mismo hasta lo disfrutó, ya nos dirás. ¿continuará?
    Saludos

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    1. Claro y llano, eso sería lo que no podemos poner, por ser socialmente correctos. ;)))
      Lo de la vecina, está por descifrar. ¿Le gustará su nuevo ayudante, o abrirá el balcón en plan Don Pedro?
      Estoy obligado a continuar. ;)
      Saludos.

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  10. Hola, Alfred, hay partes cómicas en tu relato y sí, serían para quedarse con una sonrisa si no fuera por la triste realidad que nos encontramos de fondo. La soledad de los mayores no se arregla con un robot.
    Ain't Got No, I Got Life de Nina Simone nos habla de ello con una fuerza y una energía que es un placer escucharla.
    Un beso!

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    1. Hay partes cómicas y un regusto ácido, por él hacia dónde vamos, como sociedad.
      Es un placer, fue una gran dama, con su drama personal a cuestas.
      Un beso!

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  11. Que llest és D. Pedro ! Vá aparentar agraiment als falsos dels seus fills i a la que ha pogut ha endosat el robot a la veina. ! La pobra amb mal de cap i l.ull que no hi veu , podría ser , que el robot que és molt llest , l.ajudi a fer un bon exàmen. Els robots carinyo no en donen , perquè qui els ha programat nomès els ha fet , educats , eficients i servicials..... Malament anem ... peró el progrès i les circunstànscies ferà que la gent gran i sola , les úniques converses les tindrán amb una màquina !. Quin remei ! Ens hi acostumarem ! Amb aquest relat Alfred , es posat el dit a la llaga de la situació familiar del mon ' civilitzat ' Grácies !!.. ... Pepi.

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    1. No ho saps prou! Ens n'hem d'anar acostumant, això està al caure.
      El mos dels grans, no és gens engrescador, amb fills així.
      Gràcies, Pepi.

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  12. Donde esté un buen vecino, como los de antes...

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    1. Un buen vecino te puede solucionar un día, pero uno de estos te obliga a cambiar de casa. ;)

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  13. Veremos si estas entregas continúan, así sabremos si Don Pedro tiene buena voluntad o sólo se sacó al robot de encima. Y quizás, quién lo dice "puede ser el comienzo de una gran amistad". Gracias por la música, un abrazo Alfred!

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    1. Me siento obligado a cerrarlo próximamente, pues queda, digamos, demasiado abierto. ;)
      Eso de la gran amistad, por ser peliculero, vendría bien.
      Un abrazo, maría cristina.

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  14. Inteligente y educado el bueno de don Pedro. Se quitó de encima el "muermo" elegantemente.
    ¿Continuará?
    Un abrazo.

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    1. La gente mayor es lo que tiene, la mayoría sabe guardar las formas. ;)
      Sí, habrá una continuación.
      Un abrazo.

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  15. Qué bueno que Arturo pueda ser útil, me ha encantado esta historia Alfred!! Es más, yo creo que si tienes ganas hasta podrías continuar relatando como les fue al anciano y a su vecina. Es bastante probable que por esas casualidades de la vida haya mejorado su relación de vecinos.
    Y qué letra tan impactante la de esta canción de Simone, muchas veces en la vida no nos damos cuenta de que lo importante no es lo que no tenemos, sino estar vivo con todo lo que eso supone.
    Esta pintura que nos traes del Museo Picasso es muy curiosa, llama mucho la atención lo que parece un reflejo de su cara, o tal vez alguien que la abraza.

    Lo dicho, me ha gustado muchísimo, buena jornada y besitos Alfred!!

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    1. No te precipites, ya veo a Arturo, dictándome una saga, utilizando la IA.
      Mejorar la relación es fácil, puesto que no tenían ninguna. Don Pedro, rehuía cualquier relación con su entorno.
      N. Simone, tiene una gran calidez, a pesar de esa fuerza con la que canta.
      Fui a ver la exposición para celebrar la amistad entre Miró y Picasso, que es fantástica, y le vi posibilidad de que pegará aquí este cuadro.
      Muchas gracias, Ana. Buenas noches, besitos.

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  16. Qué listo ha sido.
    Se quita el bicho cibernético y encima quedando bien.
    Todo un artista!!!
    Saludos.

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    1. Esta gente mayor es tremenda.
      Por supuesto, hay que ver su altruismo.
      De los buenos.
      Saludos.

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  17. Qui no el conegués podria dir, fins i tot, que va ser amable amb la veïna, això sí, amb un ram de flors suposo que per despistar... El que volia era desfer-se'n d'una vegada del robot i ho va aconseguir.🤭
    Aquestes pinzellades d'humor m'agraden molt.

    Aferradetes, Alfred.

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    1. Bé, diguem-ne que va improvisar sobre la marxa, no sabia dels problemes de la veïna. Però d'entrada es treu de sobre a l'Arturo.
      Suposo que ja saps que són norma de la casa.
      Aferradetes, sa lluna!

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  18. Un vecino agradecido...
    Y, al mismo tiempo, se liberó de un problema.
    Un abrazo.

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    1. Un vecino, descaradamente aprovechado. ;)
      Con el estado de su vecina, vio el cielo abierto.
      Un abrazo, Amalia.

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  19. Muy inteligente y entretenido. Tienes la habilidad de crear situaciones creíbles y amenas.
    Besos.

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    1. Muchas gracias, lunaroja. Es divertido hacerlo. ;)
      Besos.

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  20. Alfred, buen vecino, ni siquiera le indico como funciona su amigo, salió corriendo y se libero de un problema, vecinos así, mejor no tenerlos
    Disfruto de tus creaciones siempre le das un toque de picardía que me roban una sonrisa.
    Cariños amigo, te deseo un día maravilloso

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    1. Da por hecho, que las generaciones más jóvenes, no tienen problemas de comunicación, con las nuevas tecnologías.
      Eso es bueno, hemos de sabernos reír de nosotros y de nuestro entorno.
      Cariños, felices noches.

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  21. Salió del bicho cibernético de manera muy elegante. Viejo zorro, jajaja.
    Muy bueno.
    Besos.

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    1. Digamos que captó rápidamente la opción que se le presentaba, de sacárselo de encima por la vía rápida y encima de forma generosa.
      Un zorro de mucho cuidado. ;)))
      Besos, Sara.

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  22. Buen ardid para deshacerse de ese armatoste :)


    Un beso Alfred

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  23. Qué inteligente Don Pedro!!!
    Se quita con elegancia ese armatoste para tranquilidad propia, ole tú.
    Eso es saber él y contarlo tú.
    Abrazos Alfred,

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    1. No lo sabes bien!!!
      Él se quita un trasto y ella lo hereda con suspicacias.
      Aquí estoy, para dejar constancia. ;)
      Abrazos, Ángela!

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  24. Asumo que fue el robot el que le causó el accidente. Y no tardarán en crear robot de ambos género para aquello de socializar en la cama. Yo sigo con la tradición. Un abrazo. Carlos

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    1. Es muy probable, por forzarle Don Pedro, en algo fuera de su alcance, o vete a saber. Lo tradicional, siempre es mucho mejor. Tienen más calidez.
      Un abrazo, Carlos.

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  25. Lo que nos demuestra que las apariencias engañan!!
    Muy gracioso y entretenido tu relato.
    Besicos muchos.

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  26. Que bien Don Pedro, ya le encontró casa para Arturo. Besos.

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    1. Ya ves tú, como al final todos se entienden, ¡o no!
      Besos.

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