COSMO CAIXA

COSMO CAIXA

Una serpiente enroscada en si misma, ignora nuestra presencia, mientras esperamos un gesto de bienvenida en un museo diferente.

Un ambiente pegajoso, cálido y húmedo, nos acompaña por un hábitat artificial, donde unos árboles majestuosos, llevan nuestras miradas a lo más alto.

En su estanque limitado por unas paredes de cristal, observamos con atención el lento desplazamiento de unas especies aburridas de sus límites, que se dejan fotografiar sin recordar el posado anterior.

Sin despertar gran interés en nuestros anfitriones, gozamos de sus instalaciones, imaginándonos nuestro avanzar a golpe de machete, por selvas inexpugnables.

Ascendiendo por la escala evolutiva, reconocemos tras las pisadas de nuestros prehistóricos antecesores, como conservaron el fuego, motor de su progreso.

Tocando botones a diestro y siniestro, contemplamos arrobados como la ciencia nos desborda, aceptamos sus reglas y jugamos con sus leyes.

Un péndulo fija en nuestra memoria la gravedad de nuestro sistema, girando sobre sí mismo acariciado por el  rey sol.

Un caldo de cultivo propicio, nos descubre como de una sopa alimenticia, surge una primera muestra de vida que con paciencia pueda devenir en un ser curioso.

Subidos a nuestro vehículo, nos trasladamos a través del tiempo, en busca de la clave de nuestro futuro.

Como tras la escala evolutiva, se pueda transformar en unos seres tan limitados, como la especie humana incapaz de respetarse a sí misma, es uno de los misterios de la ciencia.