Casting televisivo
Una llamada inesperada, me pone sobre aviso, la nocturnidad de la
hora, se presta a la conversación de tono bajo sin caer en el misterio.
Tras los saludos de rigor, dado el tiempo transcurrido, verano
mediante, desde nuestra última conversación, me pone en antecedentes de su
gravísimo problema.
Apuntada y seleccionada para un concurso televisivo, del que
desconozco todo, se ha quedado sin equipo, en el momento crucial para la
conquista de la fama, gloria y dinero, que otorga la participación en ese tipo
de eventos.
Estoy tan en la inopia, que todavía no he pillado de qué se trata y
que pinto yo en ello.
¡Quiere que me apunte con ella!
Para participar en un casting de selección, y afrontar la recta
inicial que nos permita acceder a un concurso de estos divertidos, desenfadados
y aptos para todos los públicos.
Equipos de cuatro personas, enfrentadas para poder resolver en un
tiempo breve, la mayor cantidad de cuestiones, de eso que se ha dado en llamar
cultura general.
Acabáramos, desesperada en su búsqueda por rehacer un grupo
competitivo, acude a todas las amistades y conocidos, donde ¡Hay, ya os
pillaré! Unos desalmados, me citan como posible elemento a considerar.
Estupefacto, sin atinar demasiado y ante la premura, por tener la
cita muy cerca, acepto en envite, sin saber en absoluto donde me meto.
Que le habré hecho a esos amigos, como para que de forma descoordinada
y sin hablar entre ellos, consideren que
soy un buen candidato para dicho puesto concursal.
Primero hemos de conocernos entre nosotros, pues solo conozco a la líder
del proyecto, persona de arrollador optimismo y ganas de hacer cosas diversas y
variadas.
Quedamos en la vivienda de otro de los componentes, a ser
sacrificado en el ridículo televisivo en pos de los quince minutos de gloria,
aventurados por Andy Warhol.
Encontrados y presentados, amistades comunes de mi anfitriona, familiares
políticos entre los desconocidos por mí, nos prestamos a seguir un programa
para obtener una muestra de lo que se espera podamos ser capaces de
presumiblemente, si superamos el dichoso casting, ser capaces de hacer.
La cosa es que
hemos de ir con una idea, para que queremos el premio, no vale lo de un viaje,
cambiar de coche o la decoración de la casa. Con lo cual, una idea altruista,
de dedicación a una causa noble es lo mejor y la aporta el elemento benjamín de
un grupo, con una cierta edad, se supone poco presta a los juegos.
Luego hay que estudiar la presentación, en la que es vital, acudir
con un grito de guerra que nos identifique, esto se convierte en una batalla
campal, en la que no intervengo, pues lo de los gritos tribales, no me va mucho
y cualquiera que no ofenda, me vale.
Pero se ve que hay quien le cuesta recordar algo con más de tres
sílabas, y más si le incluyes un gesto coordinado de presentación, con lo que
todo queda en agua de borrajas.
Pero, ahí salta la chispa de la líder y en un zas, cambia la palabra
mágica, presentando una nostálgica, pero con fuerza avasalladora, que nos saca
del brete y nos permite seguir soñando.
Citados al día siguiente en los despachos de la productora, nos
encontramos con una ingente masa de gente joven, no tan joven y jovial de todo
tipo, condición, vestimenta y tribu urbana.
Algunos ensayan su presentación, todos rellenamos los impresos en
condiciones precarias, tipo selección en “Men in Black”.
Intentamos ensayar nuestra palabra mágica
haciendo un paso de baile, pero no hay manera, el elemento perturbador, no lo
considera necesario y solo la buena voluntad de nuestro elemento pacificador
con su filosofía de buen rollo salva la situación.
Los nervios siguen contenidos, pero
algunos necesitan darle al pitillo, para restar tensión.
Momento que aprovechamos el resto, para
ahora sí, hacer el pase de presentación con regocijo propio y ajeno.
Somos los últimos, ya no queda nadie más
esperando, las últimas luces del atardecer, se esfuman por la ventana y el
conserje nos anima, ya falta poco.
Entramos en una de las salas de
selección, hay dos grupos más, están haciéndoles preguntas y ellos se van
presentando.
Habíamos establecido el orden de
presentación y lo del grito, pero todo queda un poco postergado por el ritmo
que impone la seleccionadora.
Atentos, tras lo visto en nuestros
predecesores, contestamos con desenvoltura sobre nuestra vida y milagros, en
común, que no es mucho, al ser un equipo formado en segundas nupcias.
El destino del premio, en caso de
conseguirlo, le sorprende y la filosofía que hay detrás, más.
Ensayos, pruebas, atención, recordar frases , complicidad y mas para obtener un logro.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, me ha parecido muy original.
Un beso.
Gracias!!! Veremos como continua.
EliminarUn beso.
interesante y sugerente relato
ResponderEliminarReal como la vida misma.
EliminarUn saludo.
Está escrito de una manera, que me lo he tomado en serio. El escritor, con su buen hacer, me ha confundido.
ResponderEliminarEl saludo de un confundido.
Todo en esta vida es en serio y lo que parece broma, es un cruel requiebro del destino, reforzando su seriedad.
EliminarSaludos desde la dudosa certeza.
Es en serio????
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.....1
=)))
Me alegra te gustara.
EliminarUn beso.
Pues suerte y a disfrutarlo.
ResponderEliminarSaludos.
Veremos que nos deparan los dioses.
EliminarSaludos.
Muy diferente a lo que nos tienes acostumbrados, como la vida misma que a veces nos sorprende, en cualquier caso, me ha gustado muchísimo y os deseo mucha suerte, hay experiencias que por ser originales nos hacen un gran papel para escapar de nuestras rutinas.
ResponderEliminarUn beso Alfred.
Ando liado con un texto, digamos más cafre, que me lleva de cabeza todo el verano, con lo que aquí estoy poniendo cosas digamos más reales.
EliminarUn beso Sofya.
Mucha suerte, ya nos contarás.
ResponderEliminarUn saludo
Jajaja!!! el hecho de participar ya fue divertido.
EliminarUn saludo.