Imágenes obtenidas de Internet
ROMPE-SUELAS
Has tenido
el grato honor de servir de distracción a unos señoritos con tu tortura y
muerte, en la muy noble villa de Tordesillas, Castilla, España, Península Ibérica,
Europa, Mundo civilizado.
Ni tus
seiscientos cuarenta kilos de peso, ni tu notable y altiva cornamenta, te han
servido para nada en tu defensa, bien rodeado por los jinetes y lanceros de a
pie, que procuraban en todo momento tenerte bien controlado.
Curiosa
costumbre la de soltar a un animal y perdona que lo diga así, pero es lo que
eres, un animal, que no conoce las reglas del juego.
Así se ve
que por esconderte tras un pino, la lanzada que te ha producido la muerte, no
le da premio al asesino que se apropio tu muerte.
Total, qué
más da como mueras, si sirves de alimento a unas cuantas bocas privilegiadas,
aunque el corte de tu noble carne no sea el adecuado por culpa de las lanzadas.
Era tu
destino, ser pasto de una raza superior, que te eligió entre tus congéneres,
para siendo protagonista de su loca sin razón, ser víctima propicia en los
telediarios.
Has tenido
tus quince minutos de gloria y famoseo, con más defensores que muchos de tus compañeros,
sacrificados en los ruedos.
De ninguna
manera ibas a tener una muerte tranquila, eres actor de una comedia trágica,
caes ante tu público, con estertores de sangre, quieras o no.
Cada año,
desde hace algunos, tampoco tantos, no te vayas a creer. Se establece una discusión
sobre si la muerte a la que se os somete en esta fiesta es asimilable para la
delicada sensibilidad humana.
De momento
se os sigue sacrificando, mientras duran las discusiones, con argumentos de lo
más peregrino, en pos de la pureza de la antigüedad de la costumbre.
Sólo hubo un
pequeño paréntesis durante la dictadura del general Franco, en que por
cuestiones de imagen internacional, se prohibió tan indigno espectáculo. ¡Qué
cosas verdad!
El año que
viene, que igual mandan otros, se olvidarán los que ahora se rasgan las
vestiduras y tendrás defensores nuevos con un fiscal distinto, pero el juicio,
el juez y la pena serán la misma.
Tu muerte,
como espectáculo y diversión, para niños y mayores, de un pueblo que se
proclama civilizado.
Hacer de la muerte un espectáculo, una fiesta y que haya diversión por ello es algo que realmente no tiene nombre, es que no lo tiene...Veo supina ignorancia en ello, una tremenda crueldad,una patente deshumanización...Veo injusticia por doquier y un sinsentido de escándalo...La tortura animal al código penal.
ResponderEliminarTu enfoque hace más triste el hecho en sí, te diriges al animal, que lo es y me encanta, porque así se ve más animal al hombre...Me ha gustado mucho.
Un abrazo Alfred!
Gracias Sofya, hemos traicionado a los animales, no entienden nuestro comportamiento, fuera del ciclo de la supervivencia, somos la única especie que disfruta matando.
EliminarUn abrazo.
Distracción bárbara, que jamás debiera quererse defender. Qué van a entender estos animales de las razones para matarlos con tales torturas. Imposible. Ellos sienten, por tanto sufren. Lo que pasa es que no razonan. Pero para entender esta muerte, o las de sus congéneres en plazas, o los sufrimientos de sus amigos "embolaos" a fuego..tendrán que ser animales racionales. Qué cosas.
ResponderEliminarUn beso..
Hay cosas que no tienen ni justificación ni sentido alguno.
EliminarUn beso.
¡Soberbio! Tendría que ser un escrito obligatorio en todas las escuelas.
ResponderEliminarHay quien evoluciona y se hace mejor pero también hay que no evolucionan y se sienten orgullosos de ello. Muy triste.
Un saludo en un día triste.
Gracias! Es una diversión que tiene que ser abolida por higiene mental.
EliminarSaludos respetando el mundo animal.
Un espectáculo nauseabundo en el que se torturan, miles de veces, magníficos animales, condicionados desde el nacimiento para representar, junto con el caballo, el papel más funesto de un fatídico guión, en las que unos siniestros tipos, muestran su desprecio a la vida, acosando y “castigando” a un noble toro, manipulado y traicionado, hasta que muere, asfixiado, en la tristemente llamada "fiesta nacional".
ResponderEliminarUn abrazo Alfred y gracias por tu magnífica entrada.
Lo has expresado estupendamente, gracias a ti.
EliminarUn abrazo.
Una atrocidad lo que hacen en nombre de la tradición, dejémonos de supercherías y digamos que a algunos les gusta matar por matar animales, solo había que verles la caras a los que tenían las lanzas,se adivinaba la crueldad en el grado máximo. No soporto este tipo de cosas, y por lo que veo el generalísimo sería malo, pero en este caso se portó como un señor prohibiendo este espectáculo tan abominable, los políticos de ahora no tienen lo que hay que tener para borrar de un plumazo estas atrocidades, y luego dicen que el pueblo habla y la mayoría quiere alancear al animal, Son unos bárbaros
ResponderEliminarEstas cosas me ponen mala Alfred.
Besos
Puri
A mi también me ponen enfermo Puri. El generalísimo lo prohibió por una cuestión de estética, daba mala imagen en los foros internacionales, como puedes comprender el sufrimiento del animal, le daba igual y para distraerse tenía las corridas.
EliminarUn beso.
Estamos hablando de seres simiescos.
ResponderEliminarSin cerebro y que farfullan más que hablan.
Ojalá algún día reciban el mismo dolor que causan.
Creo que están en una escala inferior, los simios son incapaces de deleitarse con el sufrimiento ajeno.
EliminarUn saludo.
No podemos permitir, que esta barbarie continúe un año más, por lo que tenemos que conseguir que deje de ser legal. Invito a todos los que están en contra del maltrato animal a manifestarse dentro de sus posibilidades, yo ya lo hago dentro de mi entorno.
ResponderEliminarEnhorabuena por tan magnífica entrada-denuncia.
Un saludo, Alfred.
Hay que hacerse oír y ver, en la mayoría de sitios posibles, es una causa noble y que no representa ningún mal para nadie.
EliminarGracias!
Un saludo.