Foto de A.C.P.
Bellini - La Sonnambula
"Ah! non credea mirarti" (Natalie Dessay)
Árbol caído
Contemplar un árbol caído
entristece tanto como encontrare
un animal muerto en pleno bosque
aunque sea un simple ser humano.
Tan triste como recomponer
ese sueño dado por único
que quisieras no haber tenido
que reaparece cuando no deseas.
La vida, la naturaleza,
nos ofrecen el espectáculo
de lo que seremos en un futuro
un incierto cúmulo de dudas.
Así nos aceptamos dichosos
de haber tenido siempre la razón
que los acontecimientos no nos dieron
a pesar de nuestra evidente gran valía.
Terrassa, 2 febrero 2025
Fotografía trágica e impresionante. Los vientos que corren no son buenos ni para la naturaleza, ni para la humanidad.
ResponderEliminarAbrazos, Alfred.
Dando paseos por el campo, te encuentras maravillas de estas, un tanto desoladoras, pero muy efectivas a la hora de las reflexiones.
EliminarAbrazos, Miguel.
Alfred. Como que un árbol caído, al parecer, te conecta con otras cosas que caen: las esperanzas, sueños e ilusiones. Aunque también pueden caer ideologías, miedos y armas. Nada es infalible, menos si es terrenal. Más saludos.
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