LA BALLENA

 

Foto de A.C.P. 

 

 SONIDO CANTO DE BALLENAS 

 

 

La Ballena 

 

Día de verano espeso, toda la mañana con una visión turbia, del mar, intuido más que visto.

 

Un cielo triste, que se dedica a reforzar los rayos del sol, haciendo de lente multiplicador de su energía. 

Tras la comida, buscando un rincón en el que el aire no esté estático, intento sestear a la sombra, instalado en una tumbona, de cara al agua que siempre es imagen de frescor. 

Un bicho volador de origen desconocido se entretiene con mi oreja, cuando ya empezaba a soñar con mil huríes satisfechas de hacerme compañía, como premio a no haber usado ningún Kafelnikov contra nadie.

 

Ante la insistencia del despertador en la oreja, enrojecida por mis propios sopapos, desanimado por el resultado, me incorporo para de ver si puedo vengarme de tamaño ultraje.

 

Entonces la veo, solemne, plena, con toda su magnificencia puesta, como ser superior en la escala animal.

 

Me olvido del abejorro o lo que quiera que fuese, esa imagen en el cielo es mucho más importante y digna de mi interés. 

Me sorprende lo quieta que está, que no tenga compañía, ni cerca ni lejos, está sola, pero dominando la parcela de cielo que tengo a la vista. 

Me sorprende ese comportamiento, tan estático, no da la impresión de que se desplace, quizás por la lejanía, ese estar solitaria, simplemente observando. 

Noto que le hace gracia mi sorpresa ante su presencia, se le nota en esa sutil sonrisa que muestra, que poco a poco va ampliando, para reírse abiertamente. 

Es una lástima que tengamos lenguajes diferentes, me gustaría reírme con ella. Me gusta compartir risas, es la mejor manera de entenderse con los demás. 

Aunque imagino que es solo un espíritu. Lo racional es no aceptar que por ahí arriba se pasee un componente de su especie, así, tan pancha. 

Envidio la vista que tiene por debajo, la posibilidad de ver a todos los alfeñiques dormitando, dando bocanadas al aire, tratando de pillar algo del frescor ambiental, que se pueda escapar del agua, debe de ser algo gracioso. 

Su visión me quedará, como un sueño de media tarde de verano, soportando un calor delirante, que me invita a remojarme, para no perderme en ideas incomprensibles. 

 

 

Sa Riera (Begur), 11 agosto, 2023