Interstellar - Mountains (Piano Cover)
Nuestra imagen se quedó con un abrazo de aquellos que se aposentan por tiempo en nuestra memoria por inaudito y emotivo en grado sumo.
Dos seres reencontrados fuera de contexto, sin saber a ciencia cierta como han ido a parar al interior de una historia que les es ajena.
La dama de azul incluso se enternece lo suficiente para soltar alguna lagrimilla, y eso que siempre se ha mostrado muy entera en su papel de persona poco dada a sentimentalismos gratuitos.
Tras el largo abrazo, se miraron mutuamente con el interrogante en sendas caras sobre como habían ido a parar ahí, pues ninguno de los dos tenía idea, ni siquiera se les ocurrió pensar en que se durmieron mientras leían el mismo libro verde y acto seguido estaban en este lugar.
***
Carmen se quedó mirando el libro, como si fuera un ser vivo, al que temerle, estuvo a punto de arrojarlo a la basura o mejor quemarlo, de alguna forma le achacaba la culpa de las desapariciones familiares, pero también tuvo en cuenta que si era la salida podía ser la entrada o al revés, pero como entender tamaño desatino.
Tras darle vueltas al tema y tener todo el tiempo el libro en la mano e incluso haber leído algún párrafo suelto, llego a la conclusión que el mundo que se narraba no tenía nada que ver con su vida, ni con su tierra, ni con nada que le fuera familiar.
Quizás al abuelo le pudiera sonar algo de su juventud. ¿Pero a su hijo?
***
Antón había estado más al corriente de la investigación de la policía e incluso del desespero de los perros dando vueltas por la casa para acabar siempre en la sala y chupando el balancín.
Pero no era un hombre que se rindiera fácilmente, una vez desaparecieron todos los investigadores, los de dos y los de cuatro patas, se puso a pensar y se quedó contemplando a su mujer, compartiendo el desespero ante la pérdida del hijo.
Le cogió el libro de las manos, mientras se las besaba le dijo, esto tiene que tener la solución a nuestro problema, lo que no sé, es si tengo que ir yo también. Carmen le respondió con entereza, estos es cosa de los dos yo te acompaño.
Así que, cogidos de la mano, fueron leyendo el libro en voz alta entre los dos, pasando las páginas con la convicción del converso esperando encontrar el santo grial.
Y así, agotados por las mil vicisitudes que pasaban en aquella historia, soltando los nervios ante lo jocoso de algunos comportamientos, se fueron amodorrando al llegar a un pasaje donde ya solo le faltaba caer un rayo al pobre loco que habitaba muchas de las páginas, para que parasen a recuperarse un poco. Adormilados ambos, se pasaron a un fundido en negro del que no se percataron, pero que fue lo suficientemente real para hacerlos desaparecer de la escena.
***
Aparecieron poco después según sus sensaciones, en un prado verde dónde todo de gente variopinta se dedicaba a azuzar a unos perros de caza para que buscaran en aquella especie de esponja verde en la que se había convertido el lugar tras una supuesta noche de tormenta.
Cuando tras acercarse, contactaron con aquella fauna autóctona, fueron obsequiados con un mejunje dónde predominaba el café, por darle color oscuro, pero cuyo sabor era dulce y altamente alcoholizado, preguntando al respecto les dijeron que era algo propio de la zona, reforzar el café con un licor casero denominado ratafía y que se solía hacer al tuntún de las hierbas del lugar, nueces y el secreto familiar del que nadie soltaba prenda.
Explicado su problema de búsqueda, les acompañaron al hostal y de ahí les llevaron a una enorme masía al otro lado de la carretera, con una era enorme en donde su hijo se dedicaba a chutar un balón con toda su potencia hacia un arco de entrada en el que el abuelo hacía de portero.
Esa estampa no la iban a olvidar de por vida, se enjuagaron los ojos y se acercaron corriendo.
***
Esta vez el abrazo fue a cuatro y parecía la típica piña de jugadores festejando el gol de la victoria.
Pasado el momento de euforia por el reencuentro familiar, tocaba pensar que hacer para volver a casa si es que eso era posible sin el libro de marras.
Preguntaron, en un acto notable de inocencia, sí tenían o era posible conseguir por algún lugar cercano ese libro en concreto que, evidentemente nadie conocía, ni había leído, ni por supuesto oído nombrar.
La verdad es que toda la gente que habían ido tratando era súper amable y muy dispuesta a ayudarles sin pedirles nada a cambio, ni tan siquiera insinuarlo.
Como ninguno de ellos había leído el libro al completo, no sabían cómo acababa ni tampoco una buena parte del desarrollo final, solamente Carmen había leído algún párrafo suelto, pero no le aclaraba nada, más bien le había liado más de lo previsto.
Ante lo confuso de la situación, optaron por quitarle gravedad al asunto y tomárselo todo como unas vacaciones especiales.
Se quedaron como turistas en esa casa rural del llano, rodeados por unas vacas muy listas que sabían cómo hacer saltar chispas de la valla electrificada cuando se acercaba algún jabalí, lo cual provocaba una enorme risa a Tomasín.
Fue así como esperaron la llegada del libro, sin muchas prisas, pero con ganas, ya más de saber que pasaba que de volver a casa, total ya estaban todos felices y contentos.
***
Barcelona, 30 julio 2022
La de relatos que puede originar una novela. Muy bueno. Por el campo y sus posibilidades.
ResponderEliminarUn beso
Ya ves, ni te lo imaginas, todo es ponerse. ;)
EliminarMuchas gracias, por él!
Un beso.
Has entrelazado perfectamente la novela con el encuentro ,¿quién da más? jaja. Un abrazo.
ResponderEliminarUna ventaja de conocer ambos. ;)))
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred, excelente relato, la historia de esta familia que busca respuestas en ese magico Libro Verde, donde se mezcla lo real con lo imaginario eso es lo que me atrapa al leerte, me encanta que sea una zona rural, como muchos pueblos donde la gente es asi de solidaria y bondadosa.
ResponderEliminarSaludos Alfred y nuevamente te felicito por tu novela, muy original.
Muchas gracias Gra!!!
EliminarEn una zona rural, todo es más primario lo cual implica más auténtico.
Saludos y repito el agradecimiento.
Ya tranquiliza saber que se encuentran juntos, veremos cómo sigue el asunto! Un abrazo Alfred, estamos expectantes!
ResponderEliminarBueno, no podía dejarlos de aquella manera ;)))
EliminarUn abrazo, ya poco queda por decir.
Historia que desde el planteamiento ya me encanta porque trata sobre la magia que se entremezcla con la realidad. Tiene esa cuota de ficción y encanto que siempre me atrapa invitando a soltar la imaginación echándose a volar. Me alegro que decidieras sumarte a este encuentro juevero convidándonos con tramos de tu novela. Felicitaciones, por cierto. Pinta muy bien!
ResponderEliminar=D
Aquí cada cual tiene que dejar volar su imaginación para pillar algo.
EliminarEs que era una buena tentación que invitaba a participar, gracias por ello.
Me alegra que te guste.
;)))
"Conte contat, conte acabat i aixeca la mà si t’ha agradat".🙋♀️
ResponderEliminarMolt ben barrejat amb el llibre.
No els faràs tornar?😉
Aferradetes, Alfred.
Per una vegada m'agrada veure una mà alçada ;)
EliminarMoltes gràcies.
Possiblement, encara que pugui ser que no vulguin.
Aferradetes, sa lluna!!!
rodeados por unas vacas muy listas que sabían cómo hacer saltar chispas de la valla electrificada cuando se acercaba algún jabalí...
ResponderEliminarVacas mutantes 2.0 Preparadas para la vida moderna.
Me estas dando una idea para hacer evolucionar esas vacas como vigilantes de las esencias del lugar.
Eliminar;)
Un encuentro de lo más mágico, natural y real, me ha encantado leerte, Alfred.
ResponderEliminarPor cierto, la foto muy original.
Besos.
Todos estaban deseando encontrarse, ni que sea en una curiosa historia de un libro alocado.
EliminarMuchas gracias María.
Besos.
Muy bien amigo Alfred, ya veo que la novela da para mucho más. Debes ir pensando en una segunda parte, aún no he terminado, he pasado de la mitad pero aún queda.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Muchas gracias Juan, la cosa se esta complicando ;)))
EliminarEspero que la disfrutes.
Un abrazo amigo.
Como habían ido a dar allá.... la chica del vestido azul lo habría soñado mientras cerraba el libro?
ResponderEliminarOh bueno...digamos que el libro tienen sus cosas.
EliminarLa idea de regresar ya no es tan importante, ya que están todos juntos. Pudiendo ser felices.
ResponderEliminarCoincido con comentarios anteriores, es una historia para expandir.
Saludos.
Más bien no, estando juntos y en un entorno que les agrada, su estancia se puede prolongar indefinidamente.
EliminarSaludos.
Gracias por tu huella
ResponderEliminarBuen fin de semana
Nos vamos dejando señales mientras nos leemos.
EliminarFeliz finde.
Hay coherencia en tu literatura, amigo, y si además le agregas que sabes narrar... Te felicito una vez mas.
ResponderEliminarGracias amigo, palabras como estas son las que ayudan a seguir.
EliminarUn abrazo carlos.
Oye, qué original, meló he bebido con ganas de que eso pudiera pasar en realidad.
ResponderEliminarHola Tracy!!!
EliminarGracias, veremos que podemos hacer con ellos. ;))))
Hola Alfred , yo aquí veo claramente una continuación de tu novela , no dirás que no te lo estoy avisando , ya que está tiene también gancho o más que el libro de la masía, y tienes incluso hasta el título y todo.
ResponderEliminarEstá súper bien , te deseo una feliz noche besos de flor.
Hola Flor!
EliminarEra una forma de presentarla o hacerla visible, pero está cogiendo visos de entidad propia, cómo bien dices.
Muchas gracias, buenos días, besos.
Para qué volver a casa?
ResponderEliminarDónde estarán mejor que ahí?
Saludos.
También tienes razón.
EliminarYa veremos que deciden.
Saludos.
Creo que podría terminar en un buen libro. Feliz Agosto.
ResponderEliminarPues...ahora estoy metido de lleno en otro, pero nunca se sabe.
EliminarGracias!
Feliz agosto.
Jolines lo de la ratafia ya me ha llevado a situarte de lleno (o situar el lugar en Cataluña) difícil camino han tenido para entrar, aunque visto lo visto yo me lo pensaría para salir. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarEso te toca más cerca ;)
EliminarFácil, quizás demasiado, no han tenido que hacer nada, quedarse dormidos en su lectura. Será que no le gusta creerse aburrido.
Muchas gracias.
Besos.