Cae
la noche sobre la ciudad, las teles se apagan a la vez que muchas luces asoman por las ventanas.
Una
tranquilidad impuesta se adueña de las viviendas, pero no en todas, hay los
insomnes que siguen absortos viendo la pantalla multicolor, escuchando el susurrar de
los locutores nocturnos o, los suspiros que se cuelan por debajo de las
puertas.
Estudiantes
enfrascados en memorizar cantidades ingentes de materias académicas, amas de
casa sin límite de jornada y pluriempleados cuadrando contabilidades de
partidos ajenos a la responsabilidad de “Hacienda somos todos”.
Una
pareja, una de tantas, entre paredes propias y ajenas, se enfrasca en un
intercambio de palabras sin pronunciar, de las que aprovechan cualquier gota de
saliva ahorrada, para lubricar sus lenguas.
Con
la tenue luz de una lámpara para leer, sentados en un sofá de escuetas medidas,
donde les sobra espacio, dadas sus ansias de aprender, como son la textura y firmeza de sus
labios.
Están situados frente
a un amplio ventanal, asomado a uno de esos patios interiores de manzana urbanística,
donde apenas asoma una luna tímida y, algunas muy pocas, ventanas aún
iluminadas.
Las
plantas del patio se apartan ante una sombra, que intenta de forma discreta,
asomarse lo más posible, marcándose los barrotes de la verja en la cara, desde
otro patio, para ver que hacen esos cuerpos tan cercanos, tenuamente iluminados bajo una lámpara de
lectura.
Dado
que evidentemente están por debajo del nivel de la ventana, no le queda otro
remedio que ganar altura, para lo cual, la sigilosa sombra se encarama sobre
una maceta de su patio, donde un generoso ficus goza de un amplio y alto lugar
propio, justo al lado de un rosal con muchos años de servicio, engalanando su
territorio.
Con
ello consigue poder ver un momento interesante, de la conversación silenciosa
que se mantiene al otro lado de la ventana, ese en el que una parte desabrocha
la blusa de la otra.
Ante
el interés por el lenguaje corporal, no atiende a las leyes básicas de mantener
un mínimo de tres puntos de apoyo, para mantener el equilibrio en una
superficie irregular.
Lo que le hace tambalearse, justo por oír a su amante esposa, recordarle que ya tiene la
leche caliente a punto para antes de irse a dormir y, que no se entretenga pues se enfría, y que deje de regar las plantas
del patio para mañana.
En
su afán de no caerse por el susto y agarrase a algo estable, aprieta con fuerza
uno de los barrotes de la verja, exactamente la que tiene enlazada un rama del
esplendido rosal, con todas sus espinas puestas y armadas.
Justo
cuando parecía que la parte con el pecho al aire, empezaba a desabrochar los
pantalones de su contrincante.
En
su agudo dolor, al tener más de una espina clavada, su peculiar equilibrio se
desvanece y el borde donde tiene los pies cede, provocando su caída, con un
estruendo considerable, despertando a uno de los gatos que estaba
tranquilamente reposando sobre una de sus tumbonas.
A
su grito de dolor, se le suma entonces el maullido del gato, al cual se le
añade los ladridos de un perro de dos patios más allá y el gato de la vecina
del otro lado, más la apertura de la ventana de los actores aficionados sin
saberlo y la de su mujer exclamando con su aguda e histérica voz: ¿Qué está
haciendo con "Su rosal"?.
El
voyeur descubierto, con su batín a rayas, calcetines blancos, pijama con
dibujos marineros, dolorido en el suelo, mira desconcertado a su esposa y a sus
vecinos que muertos de risa optan por cerrar la ventana.
La
estampa de la mujer, con los rulos puestos y armada con una escoba, viendo con
cara de pocos amigos, el cuerpo yacente de su esposo en el suelo, entre el
estropicio de una maceta rota y otra volcada, quedando el rosal con las raíces al
aire y sus flores cómo un crucificado, agarradas a la valla separadora de los
patios vecinales, queda como todo un poema de declaración de guerra civil.
Sarrià,
8 Marzo 2017.
Bueno. El pobre rosal acabo mal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que se ha dado en llamar un daño colateral.
EliminarUn abrazo.
jajajaja Alfred , le mejor regalo para el día de la mujer, unas risas , que de lo de la dignidad y la justicia ya me preocupo yo, como persona y como mujer, eso si hoy en mi balcón nada de que se queden marcados por el celo para pegar un cartel que no sirve para nada. Solo para que entre menos sol.
ResponderEliminarun abrazo y buen ¿ qué día es hoy? ah si, el día de internacional de la mujer, hoy que se manifiesten otras, que yo estoy afónica de hablar tanto 364 días al año.
Buen día, un abrazo y la mejor de mis sonrisas ( y ya sabes que me haces reír, contigo, por supuesto, jamás de ti)
Hola Marijose, me alegra que te provoque unas risas y más en este día. Todos los días tendrían que ser el de la mujer.
EliminarCompartamos el buen humor.
eso si, la mujer de la historia un poco anticuada, digo por los rulos y la escoba, que horror dormir con eso en la cabeza! , y lo de la escoba, pero si hasta las monjas de clausura usan el barredor de suelos ese que se enchufa y de desenchufa solo, por Dios que mujeres que no saben que el siglo XXI , ha llegado. jajajaj, de verdad, que risas
ResponderEliminarBueno, hay que tener en cuenta la plasticidad expresiva que supone una señora con rulos y escoba. :)
EliminarY me decías antes a mi ¡qué desazón! Jajajajajaja. Si casi, casi, esto es otra perspectiva de lo que he escrito.
ResponderEliminarJajajajajajajajaj. Qué crack eres!!!!
Ya me contarás cómo van a acabar la de los rulos y el del batín y calcetos,...tal cual he dicho ;)
Ya hasta para ser voyeur hay que ser un profesional, no se puede ser un chapuzas, te cargas el rosal, te pilla tu mujer y te quedas con las ganas...vaya voyeur de pacotilla :)))))
Reír me he reido un rato, eso sí.
Besines.
Muchas gracias Livy!
EliminarVeo que sabes apreciar las diversas aristas de la convivencia humana.
Acabar, seguro que acabará bien, con una buena reprimenda y la curación a chorro limpio de alcohol, para que el herido sufra lo más posible.
Un día como hoy, son muy necesarias las risas.
Besines.
jajajaja, que bueno, menudo yoyeur, pues sí, hay que estudiar para todo,
ResponderEliminarme puedo imaginar la cara de él y la de la mujer con sus rulos ante el panorama.
Es un placer Alfred, gracias por hacerme pasar un buen rato de lectura.
Un abrazo.
Ya ves Carmen, un elemento de pacotilla, patoso y dependiente total.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred!
ResponderEliminarEl escrito, aunque cómico, tiene algo de trágico y el protagonista se lo tiene ganado porque esto de fisgonear es algo muy feo. Un panorama para su mujer.
Hola Enric!
EliminarEs un escrito tragicómico, cómo la vida misma, suerte que los espiados se lo toman a risa y el desgraciado ya será atendido por su mujer ;)
Lo he visto como en una peli...jajajajajah qué pringao el pobre,encima le va a caer la del pulpo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Carmen!
EliminarPringao total, nada del encanto y glamour de "La Ventana Indiscreta"
Besos.
Todo iba bien hasta que a la señora se le ha ocurrido llevarle la leche calentita. ¡ Que desilusión después! Y que mala suerte con el dichoso rosal. Total, me ha parecido muy divertido.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred.
Es que las señoras siempre se lo huelen cuando algo no está bien...
EliminarUn abrazo María De Los Ángeles.
Jajajajjja. Vaya guarrazo se ha pegado por pretender curiosear donde no le habían llamado.
ResponderEliminarAunque era tan emocionante.
Describes los lugares a la perfección, Alfred.
Muy divertido.
Hola Tecla! Es que no hay que meter la nariz en asuntos ajenos ;)
EliminarMuchas gracias.
Lo describes tan bien que he gozado de cada palabra
ResponderEliminarQue mal momento han de pasar muchos que observan sin permiso je je
Cariños
Muchas gracias Abu! Es que cada uno ha de estar por lo suyo ;)
EliminarUn abrazo.
Los mirones deben primero hacer buena condición física, para cualquier contingencia. Jajaja.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Sara! ¿Estás proponiendo clases especiales de equilibrio en verja? ;)
EliminarUn beso.
Triste imagen la del voyeur, muy irónicamente ridiculizada en tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre son personajes patéticos.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred, me has recordado la peli, "La ventana indiscreta", jeeeeeeee... genial.
ResponderEliminarUn beso.
Hola maricarmen! Ya me gustaría estar a la altura de esa película. :)
EliminarUn beso.
me hiciste recordar a esos revolucionarios de sofá
ResponderEliminarJajaja! Menudos revolucionarios!
Eliminarjajjajaja hoy duerme en el sofá, pero en el suyo jajja
ResponderEliminarBesitos
Duerme en el sofá castigado, fijo! :)
EliminarBesitos.
Con rayos x en la vista cual Superman? ;)
ResponderEliminarMuchos saludos!
Jjajajajaaj me imagino la escena ainssss vaya con el voyeur jajajaaj eso le pasa por ser un fisgón jajaaj.
ResponderEliminarBesos.
Ya ves María, a escobazos para adentro y sin rechistar, durmiendo en un sofá, por fisgón :)
EliminarBesos.
Muy divertido el desenlace; muy triste eso de oir suspiros debajo de las puertas y andar fisgoneando en la intimidad ajena. Que si se hubiera llevado a la esposa a cenar se hubiera ahorrado tanta pena! :D
ResponderEliminarSaludos.
Hola taty! Muchas gracias!
EliminarEs triste pero acorde con cierto tipo de gente que vive las vidas ajenas porque no le gusta la suya o vete a saber. A lo mejor la señora no es de fácil contentar ;)
Saludos.
un placer el haberme encontrado con letras tan genialmente escritas Un abrazo desde lo lejos
ResponderEliminarMe alegra te gustara. Un abrazo de costa a costa ;)
EliminarJajajaja, qué bien lo has narrado!!!
ResponderEliminarAyer me contaban una escena así que alguien contó en un programa de radio, sobre una pareja en un vecindario a la que le gustaban los disfraces y ella se disfrazaba cada vez de una cosa. En una de estas se disfrazó de Caperucita y todo el vecindario reunido observaban la escena desde un balcón y gritaban: "Cómetela, cómetela" , jajajajaja.
Besos y feliz finde.
Muchas gracias Celia!
EliminarJajaja!!! Menuda parroquia la tuya. Eso está bien, todos siguiendo la jugada. Jajaja!!!
Besos y feliz finde.
Eso le pasa por querer ver demasiado y como dirían los clásicos " por ser un fisgón".
ResponderEliminarEntretenido texto y anima a la sonrisa Alfred.
Besos
Puri
Gracias Puri! Cierto, eso es lo que les pasa a los fisgones que se quieren meter en vidas ajenas. :)
EliminarBesos.
Hola Alfred , vaya con el fisgon alcahuete , le estubo muy bien empleado , yo de su mujer le doy un escobazo , jijijiji muy buen relato me he reído un rato , te deseo un feliz noche besos de flor .
ResponderEliminarHola Flor! Creo que el escobazo es más que evidente que lo recibió ;)
EliminarQue tengas una feliz semanita.
Besos.