PINK FLOYD
Shine on you crazy diamond
Funeral
Cada vez me toca más ir a estas ceremonias de despedida hasta que me toque la mía, la cual espero que aun tarde un poco más, no sé por qué, pero no tengo ninguna prisa por celebrarla, o mejor dicho que me la celebren.
Pero una vez estás en una de ellas, solo toca estar comedido, hablar bien del que se va, en caso de conocerlo, acompañar a la familia del ser finado siendo un punto de apoyo, para estos momentos tristes por poco aprecio que se tenga al que se va.
Varía mucho evidentemente el estado emocional de los presentes, en función de la edad y los motivos que han producido el deceso del protagonista del acto.
Mientras contemplamos el ataúd, cada cual dejará correr su imaginación, mientras oye la salmodia del celebrante del oficio, civil o religioso que ahora se puede escoger, como la música que va subrayando las diversas partes del acto, la mayoría de las veces repetida una y otra vez, lo cual hace que muchas piezas ya solo se asocien a ceremonias de despedida, cuando su composición se correspondía a cosas más vitalistas, aunque pudieran tener un toque nostálgico.
Hay fallecimientos cuyo desenlace ha sido una liberación para todos sus allegados y para él mismo, esos casos de deterioro tan acusado y sin recuperación posible, que no hacen sino alargar la llegada de un final mucho más humano.
En otras, la juventud o incluso una más cercana edad a la nuestra, suele ofrecer una actitud más compungida.
A medida que nos hacemos mayores y sabemos que nos queda mucho más pasado que posible futuro, estas celebraciones te ponen delante en cómo afrontarás ese último paso hacia el “Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris”
Oímos las loas de los oficiantes voluntarios que se animan a leerlas desde el pulpito, glosando la vida y milagros del ser que se despide, con anécdotas varias de carácter alegre para dar ese toque agridulce a un acto de por sí triste.
Luego solo queda despedirse de los familiares más o menos compungidos que se esperan a la salida de la capilla o sala de ceremonias y desaparecer con los propios pensamientos que en este tipo de actos, es de agradecer el hecho de pertenecer a los vivos.
Simples divagaciones a vuela pluma del camino de regreso a casa.
Barcelona, 19 octubre 2022
Un texto que nos toca a todos creo.. porque es inevitable pensar en la muerte,en nuestra propia muerte,y más a ciertas edades, donde como dices,tienes más pasado que futuro.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu reflexión!
Besos.
Sí, de eso no se libra nadie, que se sepa.
EliminarPero cuando estás en una despedida, es fácil caer en ciertos pensamientos por mimetismo.
Muchas gracias lunaroja.
Besos.
Qué lugares más tétricos, por más veces que vaya no me resultan cómodos. Cuando es por trabajo lo llevo algo mejor, pero cuando es personal uffff!
ResponderEliminarsupongo que me vienen viejos recuerdos y me afecta más de la cuenta.
Besos.
Son algo deprimentes, de tan modernos y asépticos, consiguen el efecto contrario al que perseguían, no hay calidez humana.
EliminarSí, depende del grado de implicación mutua, nos afecta más o menos.
Besos Laura.
Escritor de pura cepa saca un texto impecable a como dé lugar... Por lo demás, démosle pa'lante que el mañana no llega nunca o no se anima a venir pa'cá.
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero una vez más.
De cualquier sitio o situación , puedes imaginación mediante, sacar un pequeño texto elucubrando con lo que te reporta lo que ves y sientes.
EliminarNo hay prisas.
Abrazo con aroma marino.
Una perfecta descripción no solo del ambiente externo si no también del murmullo interior que nos acompaña en estos actos. Yo creo que se va más por los vivos que por los que se van, unos para ser vistos y otros porque realmente quieren acompañar a la familia en el doloroso trance. Si es de un familiar propio pues ya tiene otras connotaciones muy alejadas de mis anteriores consideraciones. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Neuriwoman.
EliminarHay de todo, desde los que van porque toca, hasta los que van para ver y dejarse ver, e incluso los que simplemente para poder decir que han estado como su fuera un evento fardón.
Evidentemente familia y amigos intentan no dejarse avasallar y lo pasan fatal intentando no dejarse dominar por la turba.
Por suerte el de hoy ha sido una ceremonia íntima, con los justos, pues no han querido dar publicidad al acto. Lo he encontrado perfecto.
Un abrazo.
Lo malo es cuando al oficiante le han contado cuatro cosas del difunto y pretende hablar de él como si lo conociera de toda la vida. Quienes lo conocían de verdad se quedan con la sensación de haberse confundido de muerto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, eso suele ser incluso divertido, de todas formas está todo muy profesionalizado, cuando es una ceremonia civil, te hacen una pequeña entrevista para conocer la personalidad del difunto.
EliminarPero bueno, sí que he visto loanzas que no se cree nadie.
Un abrazo.
Creo que has hecho un buen resumen de lo que ir a un tanatoria a despedir a un amigo , familiar o conocido, totalmente de acuerdo en tu exposición.
ResponderEliminarTendríamos que estar más preparados para ese viaje que es largo y, paradas de momento no sabemos si hay . Un abrazo.
Gracias Campirela. Las despedidas siempre son tristes, pero ante algunas todos vamos algo más conformados.
EliminarBueno supongo que sí, nadie regresa para explicar de que va la cosa y cómo hay que hacerlo.
Un abrazo.
Trabajé en una empresa de telecomunicación, el jubilarnos la asociación de currantes nos controló a todos y cada vez que las palma algún compañero nos lo dicen por el movil y nos informan del entierro y de la misa, la cuestión es que cada vez se acercan más a compañeros de mi quinta. ¡¡UFFF!!
ResponderEliminarSaludos
Pues la verdad no le veo la gracia a la cosa. Con gente que igual hace tiempo has desconectado y te recuerdan simplemente su partida.
EliminarSaludos.
No te lo niego, me saca de mis casillas.
EliminarEs para eso y más.
EliminarUna crónica perfecta, la mayoría de funerales son parecidos, claro que depende del grado de proximidad. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ester. Sí todo depende del grado de afectación.
EliminarUn abrazo.
No me gustan los funerales.
ResponderEliminarAún así no puedo escaparme de asistir a algunos.
Allí te encuentras de todo, gente que sufre de verdad, curiosos, obligados y el típico que dice: siempre se van los mejores...
Saludos.
Yo llevo bastante mal los tanatorios, es un apoyo importante para la familia del difunto pero a mi ese lugar de dolor me revuelve muchísimo. Cuando acabo ese "ritual" y salgo al aire libre, y regreso a mi realidad, tengo que soltar toda la carga que conlleva ese acompañamiento al sufrimiento de otro y me lleva un tiempo recuperarme. Nos sirven para agradecer que estas vivo, pero en ocasiones es mayor el desgaste.
EliminarBesos Alfred.
Hola Toro!
EliminarHe conocido quién por sistema y convicción personal, no va.
No tengo claro incluso que vaya al suyo.
En el ejemplo vivido, cada vez veo mejor el hecho de haberlo hecho público.
Saludos.
Hola Ana!
EliminarA nadie nos gusta, por lo que es, independientemente del grado de relación con el fallecido, de obligación social. Además de tan fríos e impersonales, lo primero que piensas al entrar es cuándo te podrás ir, salvo en contadas ocasiones en que sí quieres y debes estar.
Normalmente al irte andas más ligero.
Besos.
Creo más bien que somos polvo de estrellas y polvo enamorado, y que nos quiten lo bailao.
ResponderEliminarCada vez asisto a menos tanatorios, en relación inversamente proporcional a la de gente conocida que ha ido muriendo los últimos años. A funerales, prácticamente nada, pues la mayoría se han suprimido, salvo en los casos de fieles católicos de toda la vida cuyos familiares mantienen la costumbre. Y luego están esas misas que llaman comunitarias -como los bancos, han ido reduciendo los clérigos sus servicios al público- donde el cura repetía el mismo caduco, obsoleto, malsano y recurrente sermón, y esto lo llegué a comprobar hace tiempo asistiendo por casualidad en pocos días a varios eventos de esta clase. Ahora, ya digo, no sé, porque si voy excepcionalmente a cumplir a un tanatorio procuro ir a otra hora que me permita hablar con la familia de modo sincero, sencillo, breve y tranquilo. Y en las puertas de la capilla se está muy bien comentando un rato con otro díscolo.
Naturalmente, el escenario de Santa María del Mar te atrapa con ceremonias o sin ceremonias. Para mí es más espectacular que la Seu. Y con significados personales añadidos -sobre todo el barrio circundante- de una parte de mi pasado.
Lo de polvo de estrellas me lo apunto, es mejor que lo de simple polvo terrenal.
EliminarBueno lo le llamo funeral a la simple despedida que ahora se celebran en los impersonales tanatorios, ya sea en plan ceremonia civil o religiosa.
Pertenezco a la época en que los velatorios se efectuaban en las casas particulares, a las cuales solo accedían familiares, amigos muy íntimos y algún vecino, la puerta de la vivienda se dejaba abierta hasta que se llevaban los restos, a la iglesia por supuesto.
He puesto Santa María del Mar porque el tanatorio me deprime, además es un lugar en el que alguna vez al año me gusta volver y sentarme en uno de sus banco a divagar en mis cosas.
Ya es casualidad si has estado por el Barri de la Ribera, tengo un buen amigo que vivió de chico en el carrer del Rec.
Por cierto, en la próxima vida, la del polvo de las estrellas, me gustaría me presentaran a los arquitectos de esta inmensidad de edificio. Simple y sana curiosidad.
ResponderEliminarDado que eran obras que se prolongaban en el tiempo, los arquitectos eran varios, estarías bien entretenido.
EliminarCuando llegas a una edad, digamos avanzada, lo que más afecta es ver cómo tu círculo de amistades, de tu misma o parecida edad, van desapareciendo uno a uno, y tu te sientes como si estuvieras haciendo cola esperando a que te toque el turno. Todo muy funesto, desde luego, pero es lo que llaman ley de vida, una vida que todos esperamos tener muy larga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estamos en una edad delicada pero todavía no provecta.
EliminarSí, ya son varios de mi misma generación que han sido llamado a ser polvo de estrellas, como dice nuestro buen amigo Fackel.
Se emperran en llamar ley de vida a lo que es el imperio de la muerte, cosas veredes amigo Josep Mª.
Un abrazo.
.
Es triste ver que la familia según las circunstancias, sufre, y los que vamos, después de presentar los respetos correspondientes, ya nos olvidamos del fallecido y comienza el cotorreo entre todos los conocidos y amigos porque hace mil años que no vemos.
ResponderEliminarPero bueno, así son las cosas. Yo también espero que tarde mucho en ser el mío, solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Y es cierto, hay una edad que cada dos por tres se visita estos lugares...
Buena crónica de este tema Alfred.
Un abrazo y buen día.
Cuando más multitudinario sea y mayor la edad del finado, la cosa es más un acto de encuentro social que otra cosa.
EliminarNo tengamos prisa, total no le importará esperar.
Muchas gracias Elda.
Un abrazo y feliz día.
Bien lo reflejas. Y por edad cada vez los visitamos más. Mejor asitir a uno en ese lugar de la bellísima foto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Laura. Bueno, digamos que he ido más veces de las que me gustaría.
EliminarSí, el real es tan depre que preferí poner un lugar hermoso.
Un abrazo.
Tengo un primo que era el gran animador de los velorios, a poco de llegar y saludar a todos comenzaba su rosario de anécdotas graciosas, y al rato nadie se acordaba del cadáver, era tragicómica la escena, ahora ya no nos quedan ceremonias compartidas, pienso que estamos casi juntos en la línea de largada, mejor cuidarnos, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarOstras eso sí es una buena y bien curiosa anécdota.
EliminarNos vamos acercando a la linea de partida.
Bueno es cuestión de llegar lo mejor posible para disfrutar hasta el final.
Un abrazo maría cristina.
Has descrito muy bien las sensaciones que producen las despedidas. Hay un tema al respecto que me sigue compungiendo. Y es que recuerdo como la pandemia impidió a muchas personas poder despedir a sus seres queridos aumentando el dolor de la pérdida.
ResponderEliminarUn abrazo, Alfred.
Muchas gracias Miguel. Eso fue terrible y descorazonador.
EliminarUn abrazo.
Los funerales me entristecen y a la vez tengo la necesidad de estrechar en mis brazos al familiar o persona allegada...
ResponderEliminarHas reflejado impecablemente el duelo.
La música, muy bien escogida. Era la sintonía de todos los programas del inolvidable Quintero, no le conocí otra...
últimamente asisto más a funerales, voy haciéndome mayor, Alfred...
Besos.
Bueno, eso nos pasa a casi todos, nadie va a divertirse, aunque nunca se sabe.
EliminarMuchas gracias Carmen.
No sabía ese detalle sobre esa música.
Bueno, nos toca.
Besos.
Quan se't moren els pares, penses que ja estas al davant... cosa que abans no pensaves. Mai m'han agradat els funerals i si hagués pogut decidir (que va guanyar l'opinió dels meus germans), no hagués fet una cerimònia, només l'enterrament i per la família més directa.
ResponderEliminarÉs impressionant la foto, com també la música.
Aferradetes, Alfred.
Bé ara han canviat les coses,
Eliminartot està més organitzat,
asèptic i inpersonal,
encara que vulguin donar-li un toc humà.
A casa varem respectar la voluntat dels pares.
Per mi es l'esglesia mes maca de Barcelona.
Santa María del Mar.
Petonets, sa lluna!!!
No podías haberlo expresado mejor. Momentos que casi siempre duelen, sobre todo por los que se quedan o por los que se marcharon y aún les quedaba mucho por hacer.. Cuando llega el momento que por edad o enfermedad se ha alargado, siempre se agradece. Pero siempre, siempre, cuesta la despedida mientras como bien has narrado, nos preparamos para la nuestra.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Muchas gracias Nani.
EliminarSiempre son dolorosos, y aunque la vida se ha ido alargando en líneas generales para la mayoría, con las excepciones de rigor, el final no deja de ser el mismo para todos.
Muchos besitos.
No Alfred, para nada es agradable un funeral, por desgracia ya he ido a muchos y hay algo que siempre tengo en cuenta y es el DNI del finado. No es lo mismo tener 90 años que 19, como mi pobre hermano.
ResponderEliminarUn abrazo triste..
Ya imagino. Ese detalle le añade dramatismo a la escena.
EliminarEsa sí fue una edad totalmente injusta.
Un abrazo Airblue.
Alfred querido: mil gracias por tu bienvenida en casa. Me llega mucho esta entrada tuya. El padre de mis 4 nietas falleció después de 3 años y medio de luchar contra un cáncer de cerebro, en Julio próximo pasado, y ahora que regreso al mundo bloguero, me entero que partió hace un año un amigo de larga data, (André de Artabro /López Villar) tenía el blog Nereidas. En fin, algún da nos tocará a nosotros, espero que no sea pronto. Me gustaría, si Dios lo permite, ver crecer a mis nietas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerida Myriam, bienvenida de nuevo a esta casa.
EliminarEso es terrible, te has llevado dos disgustos con muy poca diferencia de tiempo.
No, esperemos que tarde y estemos bien hasta entonces.
Que disfrutes de tus nietas.
Un abrazo fuerte.
Pues...¡ lagarto, lagarto!!! que ya no estamos en edad y es cierto que cada vez nos vamos quedando sin mas conocidos.
ResponderEliminarSalud
Bueno, no hay que asustarse, de momentos estamos sanos.
EliminarSalud.
Estoy muy desacuerdo contigo en lo que expresar en el comportamiento es un poco delicado, eso sí, dependiendo, como dices, de la gente que te rodea y de los familiares. Yo nunca he sabido comportarme en esas situaciones, y espero comportarme como es debido cuando me toque a mí.
ResponderEliminarPor cierto enhorabuena por tu libro, me ha gustado ¿Para cuando el otro?
Un abrazo
Bueno, no todos hemos de pensar igual ni comportarnos de la misma manera, sería muy aburrido.
EliminarCuando te toque, estarás de lo más serio y formal, comportándote como todo un caballero.
Me alegra saberlo, necesito buenas críticas en Amazon ;)
Ya estoy trabajando en la próxima novela.
Un abrazo.
Cualquier funeral es muy desagradable amigo Alfred, pero prefiero asistir aquellos que por edad más o menos han vivido más bien una larga vida que no asistir a aquellos que nos han dejado demasiado jóvenes, esos si suelen dar verdadera pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo lo referente a la muerte nos supera y en nuestra sociedad se esconde, hasta que es inevitable, entonces existen estos sitios para hacer una cosa amorfa con la que despedirse con rapidez y desaparecer por el foro cuanto antes.
EliminarLa edad de la víctima da la medida del duelo.
Un abrazo.
Divagacioners que pintan la cruda realidad, Alfred, todos tendremos que partir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es ese enfrentarse a una incógnita que evitamos a toda costa. ¿Realmente partimos o nuestros pensamientos se pudren con el cuerpo?
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred, muy interesante tu puesta en escena, así el tema no sea de los más optimistas. Creo que esta sociedad debe romper un poco ciertos códigos, creencias y costumbres los cuales todos heredamos. Uno de ellos es la connotación que tiene la muerte: una tragedia con mayúsculas. Creo que hay que tomar la muerte en forma tan natural, así como lo es el nacimiento. Es cierto, nos apenamos de no ver más a esa persona, pero para superar la pérdida física debiésemos fortalecer nuestra fe, nuestra conexión con el todo y agrandar el sentimiento espiritual.
ResponderEliminarEstamos cada día más apegados a lo tangible desmereciendo lo no tangible y eso nos lleva irremediablemente a deprimirnos porque todo lo tangible se gasta, se rompe, se muere y desparece. En cambio, lo que llevamos en nuestro mundo interior nunca se va, permanece y siempre está ahí cuando lo necesitamos. Esa es una de las razones de por qué amo tanto la poesía, ella vive en mí, no tiene fecha de vencimiento y nadie me la puede robar. Espero que mi cabeza no se deteriore para así continuar escribiendo mis inspiraciones hasta mi final terrenal y ojalá en mi siguiente vida poder continuar.
En las clásicas ceremonias todos los códigos nos entristecen más, la música gris, el luto, las lágrimas, los discursos, las caras pálidas y largas, etc. Cada vez que alguien se va debiéramos hacer una fiesta maravillosa, al lado del mar o en un lugar campestre, con flores silvestres, bella música inspiradora, gente vestida de blanco, globos lanzados al cielo y preciosas poesías. Mis dos hermanas mayores están en el cielo y a ambas les escribí poesías las cuales recité en sus despedidas, fue lindo, aunque obviamente no todos los asistentes concuerdan con esto y algunos te miran un poco raro, lo cual me tuvo sin ningún cuidado.
Excelente tu fotografía amigo, y como siempre, tu tema, muy bien elegido. Un fuerte abrazo. Paty
No todos los humanos nos comportamos igual, hay culturas paralas cuales la muerte no es tan negativa, es un simple tránsito a otra dimensión.
EliminarE incluso en la nuestra, has despedidas más festivas, como los entierros de Nueva Orleans.
Pero bueno, me gusta más tu parecer al respecto, aunque es difícil escaparse de los lloros en según que circunstancias.
Muchas gracias Paty, un fuerte abrazo.
Tanatorios, funerales, entierros... el negocio de los cuervos.
ResponderEliminarAsco me da.
Hola Ricard!
EliminarUn negocio seguro, estable y rentable.
Los cuervos afilan el pico.
ResponderEliminarA vuela pluma te ha salido un texto genial
Enhorabuena
Me gusta visitar cementerios de día, son libros maravillosos para leer
En lo personal al agua o viento mis cenizas ,así no le dejo cadenas a mi familia
Buen finde 😊👍
EliminarGracias lichazul, lo fui pensando en el camino de vuelta a casa.
EliminarNo me gustan los cementerios urbanos de aquí, si los de los pueblos, situados al lado de las parroquias y también los del extranjero que son como parques para pasear.
En lo personal, cenizas al lugar que mis hijos crean que puedan asociar a mi recuerdo.
Buen y feliz finde, lichazul. ;)
EliminarAlfred , has descrit molt bé les ocasions i circunstàncies que ens portes a assistir a un funeral. A vegades diem , és llei de vida , d.altres plorem de veure perqué s.ha truncat una vida , quan encara no tocava !. Els que no nostra biografìa comença a ser llarga , pensem que aviat ens pot tocar. Com que això ja ho tenim clar , estimem la vida , de moment , mentres puguem ! Pepi.
ResponderEliminarHola Pepi!
EliminarÉs un microcosmos de la nostra societat, un fidel reflex on es veuen tots els comportaments davant del que és inevitable i al que tots sense excepció tenim molt de respecte i fins i tot por.
Com bé dius, millor viure intensament el temps que ens quedi.
Uno de esos trances sociales que a nadie gusta y que nos deja rumiando en el mejor de los casos y abatidos y más solos en el peor. En los hospitales me pasa lo mismo, no veo la hora de salir de allí.
ResponderEliminarBesitos Alfred
Muchas veces poco podemos aportar, pero sabemos que la compañía es importante. En los hospitales el protagonista se queja.
EliminarBesitos lopillas.
Antes no consideraba tan importante el acudir a estos rituales sociales. Hoy pienso que sí lo es, si las personas afectadas más directamente son personas cercanas, queridas. Se valora mucho la compañía en esos momentos. Luego cada uno a sus quehaceres de nuevo. Debe ser así.
EliminarCuanto mayor es la edad mayor es el respeto por las despedidas.
EliminarEs vital acompañar a las familias.
Y no todos los que se van son buenas personas. Me pregunto, por cierto, ¿qué requisitos tiene que cumplir uno para considerarse buena o mala persona o considerar al vecino buena o mala persona? La vida nos va poniendo en nuestro sitio y el camino natural debiera ser la empatía también natural. Con límites, claro. No todo debiera ser justificable.
ResponderEliminarSe supone que no, pero la tendencia es considerar respecto a los que se van que no somos quién para juzgarlos.
EliminarNo, no todo lo es.
No me tocó ir a un funeral en una iglesia, ni en ningún otro tipo de templo, siempre en salas laicas, allí todo fluye de otra manera. No sé si mejor o peor, pero sí diferente.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Pues en los tanatorios que siempre he ido, son polivalentes para oficios religiosos o laicos, Y sí, realmente estos últimos son otra cosa.
EliminarSaludos.
Cuando veo altares como estos, incluidos los de Gaudí, siempre me pregunto cómo es posible limpiarlos... Y no veo una puerta por la que pueda pasar una grúa...
ResponderEliminar¡Afortunadamente, no he pasado por estas sesiones fúnebres!...
Según entendi, no le gusta la poesía ni el arte... ¡Hasta siempre!
Saludos cordiales
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Hola Majo! Bienvenida!
EliminarNo capto la relación entre limpiar el altar y la necesidad de poder entrar una grúa en una iglesia.
Bueno, no sé vuestras costumbres a la hora de despedir a los difuntos, pero no creo que difieran mucho de las nuestras.
Personalmente sí que me gustan.
Cordiales saludos.
A propósito del tema dijo Roberto Fontanarrosa que: El único sentido que queda es el sentido pésame. Saludos.
ResponderEliminarUna buena sentencia de uno de los grandes creadores argentinos, el cual desconocía, gracias por presentarlo.
EliminarEs lo último sentido por él que se va y para él que se queda.
Saludos.