Foto del Autor
Kiri te Kanawa - O mio babbino caro – Puccini
Era una tarde de puente del recién inaugurado verano, aún se oían petardos por las calles, vaciadas ante la avalancha de urbanitas deseosos de olvidarse de las mascarillas y aprovechar tres días completos de asueto, lejos de la ciudad que un equipo mediocre había conseguido que ya no fuera la ciudad de los prodigios.
Tenía que recoger unos pantalones en un centro comercial, más bien unas galerías, en las que están todas las cadenas de ropa que se precien, más otras muchas más cosas, entre ellas una gran librería, de la cual ya me había mirado sí tenían un libro recomendado por una amiga, sobre un tema sobre el cual tenía un cierto interés.
Una vez recogido el encargo, la cosa fue más rápida de lo esperado, pille a una joven la mar de amable que a pesar de mi edad le parecí encantador y consideró que cuanto antes me atendiera, antes saldría de su vida.
Tras ello bajé a la macro librería más otras muchas cosas y me dirigí
A la zona dónde consideraba más propicio que estuviese el libro en cuestión, mientras esperaba ante un pequeño mostrador a que apareciese alguno de los empleados con sus chalecos chillones que suelen esquivar a los clientes preguntones, me fije en un individuo que no me quitaba ojo.
Estaba sentado en un taburete alto, al lado de una mesa redonda alta también, como si fuera de un bar de esos de tomarse algo rápido en plan incómodo, sólo que en la mesa había una exposición de varios ejemplares de un mismo libro.
Como no aparecía nadie y el tipo parecía de la casa, o que estaba ahí para algo más que hacer de adorno, siendo además su mirada de lo más inquisitivo me acerqué y se lo pregunté, evidentemente no era de la casa y su labor era meramente comercial, estaba ahí para promocionar y vender ese libro, el suyo.
Empezó a enrollarse a contarme todos sus parabienes, lo bien y original que lo habían considerado una serie de gente de la cosa esa de la cultura, más bien de ciertos ayuntamientos con ganas o ínfulas de ser enredados por algún elemento un tanto charlatán.
La verdad es que no sabía cómo cortar con él, para dedicarme a la búsqueda y captura del libro que sí me interesaba, pero el tipo no cejaba en contarme todas las maravillas del suyo y que lo vendía por casi nada para él, que sólo se quedaba un triste 10% lo cual apenas le daba para pagarse el parking.
La cosa se me estaba complicando y ya empezaba a ver que tendría que cortar por lo sano, si el libro estaba escrito con esa verborrea, tenía que ir de asesinatos seguro, pero no, iba de un encuentro casual entre una pareja de cincuentones...
Se me ocurrió decirle que yo acababa de entrar en el mundo de los autores con novela bajo el brazo y aún fue peor, me hablo de su editorial, de que ya tenía otra para su próxima novela...
Le corté, le dije que había venido a buscar un libro muy concreto y al ver un chaleco andante cercano me tiré en plancha dejando al brillante autor hablando. El empleado con los datos dados me encontró enseguida dónde estaba el libro y me acompañó a buscarlo e incluso me lo cobró, ahorrándome así tener que hacer cola en la caja central.
Ni por un momento, giré la cabeza hacía la zona peligrosa del elemento subido al taburete, el cual cuando intentaba despedirme había bajado para persuadirme de forma más alevosa rompiendo con mi zona de confort privado, evidenció con ello tener una talla menor a la mía, lo cual ya es decir, me quedé la mar de pancho dejándole con la palabra en la boca.
Por cierto, el libro en cuestión, que es el que buscaba, el que me recomendaron y el que muestro en la foto, es súper interesante, toca un tema delicado, pero de gran interés en divulgarlo para poder saber tratar a las personas con depresión, una enfermedad al alza que está causando muchos disgustos y que no se suele tomar muy en serio, cuando no nos afecta de cerca.
Barcelona, 26 junio 2022
No, no se suele tomar muy en serio esa enfermedad, ajena. Su desconocimiento, sus ocultas manifestaciones muchas veces, la incomodidad que ello produce, tiende a que la mayoría de las personas eviten su proximidad.
ResponderEliminarEl resto del relato del perosnaje en cuestión, ¡a evitar!
Abrazos Alfred.
Es una enfermedad incómoda para el entorno. No sabes como afrontar la comunicación para no caer en el tópico de ¡Sé fuerte, tú puedes con ello! o alguna tontería por el estilo.
EliminarEl resto del relato son las sorpresas que te llevas al ir a comprar un día semi- festivo, por estos mundos nuestros.
Abrazos Ernesto.
Muy de actualidad todo aquello relacionado con la enfermedad mental y estar depre es una de ellas.
ResponderEliminarSaludos
Por suerte es un tema que va dejando de ser tabú.
EliminarUna cosa es estar depre. Que a quién más quién menos le pasa y otra cosa es la depresión mental.
Saludos.
Todo depende de la profundidad de la depre, pero tanto "depre" como depresión mental son trastornos caracterizados fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.
EliminarSaludos
Digamos que el libro se refiere a la depresión clínica diagnosticada.
EliminarSaludos.
Ayer estuvimos hablando en un grupo en el que varias habian sufrido depresion (depresion clinica) sobre la incomprensikn, sibre que , aunque parezca topico es muy dificil entender , concretamente esta enfermedad si no la has sufrido, y que mas alla de la incomprension, que dentro de lo que cabe si no es del entorno muy cercano, tiene una importsncia relativa, estan los juzgadores, que son lo peor, como en casi todo
ResponderEliminarAbraz alfred
cada vez es más fácil tener algún caso más o menos cerca.
EliminarNo nos podemos hacer a la idea lo dañina que es y lo poco que podemos aportar al enfermo por desconocimiento en el trato adecuado a darle.
Pero pensando que es un bajón y que con un poco de voluntad se salen, más bien es que no.
Abrazo Gabiliante.
Has dicho algo importante, solo el que la padece y sus entorno saben lo difícil que es tratar y ayudar. Algo que en los últimos tiempos está mucho más presente. Por cierto una oportunidad al señor del taburete ajja. Abrazos.
ResponderEliminarEso es lo que tengo entendido.
EliminarHay que ser muy delicado en el trato.
Por suerte cada vez se va aceptando mejor.
El tipo del taburete era un plasta de campeonato, perdió su oportunidad, además ya iba con una idea fija.
Abrazos.
Cuando se habla de la depresión y sus consecuencias uno se pregunta, pero es para tanto en verdad, cómo puede ser que sea tan difícil salir, y sin embargo sucede y es serio, y necesita tratamiento y contención, más allá de tu anécdota con el plomazo, gracias por acercarnos el libro, ni qué decir de Kiri, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarSe nos hace extraño, pero la realidad es mucho más cruda de lo somos capaces de intuir.
EliminarEl plomazo lo soporte cuando iba a adoptar este libro y el individuo me ofrecía el suyo, sin tener no siquiera la convicción necesaria.
Una voz que siempre me ha sorprendido, le tengo un cariño especial.
Un abrazo maría cristina.
´Me alegra mucho que hicieras caso de mi recomendación, y espero te esté resultando cuando menos agradable su lectura.
ResponderEliminarTú como escritor que intenta que su obra sea leída por el mayor número de personas ¿Cómo es que no le diste una oportunidad? quizás te hubiese sorprendido su libro :)
Besines.
Sabes que hay gente de la que no me puedo fiar, pero que siempre le hago caso. ;))))
EliminarComo lectura es más bien algo simplona, pero se trata de hacer llegar un mensaje y creo que lo consigue.
A veces considero que hay advenedizos que menoscaban la profesión, una vez he pisado la moqueta de autor, es mejor no tener tratos con según que individuos.
De ser una persona adinerada, además de buena, le hubiera comprado todos los ejemplares para acto seguido hacérselos comer en plan merienda de chocolate con churros.
Besines.
No diría que es simplona (de hecho me parece despectivo ese término) más bien, como dije en el blog es de lectura fácil, lo cual facilita (valga la redundancia) que llegue el mensaje que se quiere transmitir. Obvio no es un tratado de Psiquiatría ni un ensayo.
EliminarY cómo se puede juzgar a un escritor sin haber leído su obra.?, por ser un pelma ya juzgas su obra? Cuando le veas recibir el Nobel de Literatura podrás decir: yo me escaqueé de ese advenedizo en una librería jajajaja
+Besines
No era en plan despectivo sino en el de que es de lectura fácil sin buscar recrearse en figuras literarias. Lo cual ya indico que facilita la difusión del mensaje.
EliminarOjee el libro tratando de concentrarme en ver de que iba y el estilo utilizado, también en leer la contraportada y su sinopsis, bueno el tipo de cosas que haces en una librería husmeando posibles lecturas.
Doy fe de que no lo veo para Nobel de Literatura, ni siquiera para cualquier otro.
No así como otro recién presentado hace bien poco, de gran actualidad, muy dinámico, con un toque de humos ácido, utilizando las palabras justas en cada lance contado.
Una narración de lo más fluida, de las que no admiten desperdicio alguno.
Disponible en Amazon a una velocidad de vértigo.
+Besines.
Es una apreciación mía, pero la palabra simplona siempre me da esa sensación un poco de despectivo, como quitándole valor a algo. ¡¡¡Qué simplón eres!!!
EliminarNo sé a quién te puedes referir jajajajajajajaj
¡Cómo sois los escritores!
++Besines, of course.
Bueno yo la considero en plan más cariñoso.
EliminarNi yo, hay tantos, pero me han hablado de uno que...
Sabes que se me hace raro considerarme como tal.
++Besines, faltaría más
Menuda aventura, Alfred. Finalmente conseguiste tu libro y se agradece que lo compartas porque suena Muy interesante.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz día.
Bueno hay elementos para todo, ahora tenemos al autor-vendedor.
EliminarEl libro vale la pena, en cuanto cumple su función divulgadora.
Mil besitos y feliz domingo.
En alguna parte leí de Santiago Ramón y Cajal: Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento. Buena elección. Saludos desde Colombia.
ResponderEliminarHay que hacer caso de los sabios.
EliminarGracias Guillermo.
Saludos desde Barcelona.
Qué bueno que recomiendes este libro. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que es de justicia hacerlo, se lo tengo que agradecer a Livy.
EliminarUn abrazo.
Hace falta ser más sensibles hacia un padecimiento tan difícil de superar y que su incidencia va en aumento.
ResponderEliminarVerdad o ficción tu relato, un gusto leerlo.
Besos de anís.
Cada vez la sociedad está más desquiciada, las enfermedades mentales van en aumento y esta en concreto tiene mala prensa por que parece que es negligencia del propio enfermo.
EliminarMuchas gracias Sara. La parte del relato es totalmente cierta.
Besos anisados.
Interesante Alfred. Quienes hemos convivido con familiares con dicha enfermedad, sabemos de que nos hablas. Gracias por la recomendación. Ah, hay señores que tienen su ego por las nubes...
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani!!!
EliminarNo he convivido pero cada vez los tenemos más cerca.
Es bueno ayudar a que corran lecturas apropiadas.
Este más que el ego tenía la verborrea al alza.
Muchos besitos.
Me encanta la épica de este relato, para llegar a un libro tan necesario hoy. El mundo de los deprimidos aumenta de manera imparable. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMe lo puso fácil el autor que promocionaba su obra con todo el derecho del mundo, pero no alterando mis oídos con su horrible verborrea.
EliminarTras la pandemia, es de las cosas que están aflorando más, enfermedades de carácter mental.
Un abrazo Carlos.
És molt important saber tratar a les persones amb depressions, sigui de la categoria que sigui. Només sap el que és i la dificultat per sortir-ne, el qui ho passa.
ResponderEliminarDesprès dels darrers esdeveniments, molta gent haurà de ser tratada per diverses malalties mentals i li hauríem de donar normalitat al fet d'anar a professionals.
Tu anaves amb les idees fixes, a per al llibre recomanat... 🤭
Aferradetes, Alfred.
És un tema que ha de ser tractat amb molt de compte i discreció.
EliminarNomés el que ho pateixen i els professionals saben què és.
Això és el pitjor, que cada cop estàn sortint més casos de malalties mentals.
Anava amb la idea fixa ia més en vaig agafar un de propina, a sobre el tipus era força plasta.
Aferradetes, sa lluna!!!
Y a veces pasan esas cosas, a veces son los egos que afloran y otras el simple deseo de ser escuchado..Me encantó leerte!
ResponderEliminarCon relación al libro tomaré nota.
Creo que la seriedad con la que están escritos algunos libros que son de tipo psicológico deben estar escritos en lenguaje sencillo y sobre todo cercano, justamente para que genere placer y ganas de seguir leyéndolos.
Un beso!
Bueno, el que esté libre de ego que tire el primer libro ;)))
EliminarTuve bastante paciencia con él.
Es un librito, se lee rápido y deja un buen mensaje.
Un beso.
Me alegra ver que la salud mental empieza a hacerse un hueco en nuestras vidas. Parecía que todo lo que no era un dolor físico no era "real"..
ResponderEliminarDebe ser duro promocionar un libro, creo que nunca me atreveré...
Se empieza a ver como lo que es, una enfermedad. Por consiguiente tiene un proceso médico para poder curarse.
EliminarBueno yo me limito a dar la paliza en mi entorno, por cierto te he dicho que he sacado un libro al mercado, que se puede comprar por Amazon y que tiene pinta de estar muy bien. ;)
Alfred, vaya peripecia comprar un libro, si al final nos van a obligar a comprarlos todos en Amazon.
ResponderEliminarEs broma como el trastear entre anaqueles repletos de libros no hay nada.
En cuanto a la depresión me da que es muy promiscua y que cada día visita más hogares.
Un abrazo.
Lo bueno es pasear entre estanterías e ir curioseando tranquilamente hasta dar con uno y considerarlo un descubrimiento. Pero esta vez iba a tiro fijo.
EliminarEn Amazon creo que lo tienen todo, hasta uno que es una primicia mundial que ha salido hace poco y parece que promete. ;))))
Es una enfermedad autodestructiva y que cuesta de asimilar a los propios enfermos y a su entorno.
Creo que cuanta más autoexigencia hay peor es para la cabeza.
Un abrazo.
En cualquier momento lo atípico serà no padecerla... Abrazo más que agradecido.
ResponderEliminarPues eso no anima mucho que digamos.
EliminarEs verdad que va a más, lo cual implica replantearse formas de vida.
Un cálido abrazo.
Muy interesante la recomendación de este libro, hay más casos de depresión de los que pensamos y conviene conocer el tema.
ResponderEliminarUna abraçada.
Creo que por suerte para los afectados y para la sociedad en general es muy bueno que se hable más y mejor documentados, hay tabúes que nos hacen daño a todos.
EliminarPetons!!!
Pues vaya relato del individuo en cuestión, un tanto pesado, sí que era.
ResponderEliminarDesgraciadamente, esa enfermedad hoy día está presente en muchas casas y no es para tomarla a la ligera como en muchos casos sucede. Es una enfermedad a tratar y con mucha cautela, no es nada fácil y para aquellos que la padecen es demasiado complicado saber e intentar ayudar. No cabe duda debe ser un libro sumamente interesante.
PD.
Me dijeron en Amazon que recibiría tu libro el martes y ayer domingo por la tarde ya le tenía. Por cierto, he leído algunas páginas y pinta muy bien amigo Alfred, nuevamente te felicito amigo.
Un abrazo y buena semana.
No te lo puedes imaginar, estuve por renunciar a la profesión.
EliminarNo es nada fácil y estamos vendidos todos, pacientes y familiares o amigos.
Por eso toda ayuda es buena si está hecha con profesionalidad.
Muchas gracias, pues has tenido suerte hay quien lleva semanas esperando. No sé en función de qué.
Un abrazo y feliz semana.
La depresión puede aparecer en cualquier momento.
ResponderEliminarMi consejo al más leve síntoma es ir urgentemente al médico.
Ni buscar por internet, ni pociones mágicas o similares.
Saludos.
Eso parece, pero en situaciones de estrés se ve que es más fácil.
EliminarEso es lo ideal, pero parece que nadie quiere darse por aludido y menos en algo en lo que interviene la mente.
No eso es complicarse la vida para caer en un profundo agujero negro.
Saludos.
Interesante libro y gracioso tu relato de la compra, Alfred, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn abrazo.
El libro es muy recomendable, de una forma sencilla te adentra en ese mundo que es necesario conocer para no juzgar "mal" a los enfermos aquejados de depresión clínica.
EliminarBueno, me vi en una situación curiosa y le saqué partido.
Un abrazo.
Hola Alfred!
ResponderEliminarCreo que la depresión es tan antigua como el mundo. Todos en mayor o menor medida, hemos pasado por aquí. Sólo hay una solución, que no queda muy estética decirla. Ponerle huevos, mucha paciencia y mucha voluntad. El éxito, está asegurado.
Puede ser pero cada vez va a más, va con el ritmo de vida cada vez más acelerado y con otras muchas cosas que hacen que al final hay quién dice basta y la vida se le desmorona.
EliminarEsa forma de reaccionar ante ella no es la más adecuada para convencer a un paciente de verdad.
A veces yo he caído en depresión y no me doy cuenta hasta que es muy difícil salir. Gracias por el relato.
ResponderEliminarEntonces sabes más que cualquier cosa que me pueda imaginar.
EliminarEste libro es muy útil para poner sobre la mesa el tema y sacarlo de las catacumbas.
Gracias a ti, Jova.
Me encanta pasear por las librerías y descubrir rarezas. Pero para rareza la de un escritor pidiendo limosna en forma de compra de su libro en la propia librería je, je. Una anécdota muy divertida. Respecto a la salud mental, pienso que por fin se le está dando algo de visibilidad y creo que la pandemia ha tenido que ver en eso. Las secuelas han sido terribles.
ResponderEliminarUn gran saludo, Alfred.
Es un placer que se obtiene cuando consideras que las librerías son templos de la palabra escrita.
EliminarDespotricar de lo que le dejaban la venta de los libros, no era una buena manera de ofrecer el producto.
Es necesario darle visibilidad y este libro es muy útil.
Un gran saludo Miguel.
Ay, Alfred, tengo demasiados amigos que no les falta de nada, pero tienen depresión.
ResponderEliminar¿Soledad? ¿Falta de autoestima? ¿Remordimientos?
Procuro sentarme con ellos y ellas y escuchar ... solo quieren eso.
Un escritor que se promocione como un vendedor de biblias, empieza a resultarme un mal conocido. Por mi falta de movilidad segura, ya no acudo a las presentaciones de nuevos libros en mi librería favorita de "Ochenta Mudos", pero ya me sucedía entonces, siempre había más de uno que repartía tarjetas con la dirección de su libro.
Decía Juan Benet: "La calidad literaria es inversamente proporcional al número de lectores". Eso lo tienen poco aprendido los escritores de hoy y algunos del ayer, hoy se vive bajo la condena de los Likes y la mensajería rápida que, de seguir así, se van a romper todas las farolas de las ciudades a base de los cabezazos de los wasaperos.
Un abrazo, Alfred.
Hola Enrique!!!
EliminarEl bienestar material no tiene nada que ver.
Seguramente eso sea de lo más importante, no dar la paliza, escuchar e intentar entender.
Bueno, ahora que estoy en ello, entiendo lo de buscar la manera de promocionar un libro. Per es que este tipo lo encontré curioso y aparte muy pelma. Yo he llegado a ver gente yendo casa por casa, pero al menos cierta gracias.
Estamos condenado a intentar caer en gracia y ser merecedores de los links que mencionas, pero con ello tampoco consigues vender el libro.
Al menos intento esquivar las farolas ;)))
Un abrazo.
Dos viejos que me joden les gusto a los dos
Eliminarel hombre verde es un viejo verde
ResponderEliminar