Foto Maribel
Como un sueño
sintió en la playa
salpicaduras de mar.
Entendió que le llamaba
a jugar sin límites
entre sus insinuantes olas.
Adentrarse, dejándose llevar,
por aquel ir y venir sin fin,
plácido e hipnótico.
Es lo que hizo
alejándose de la tierra,
abandonar su gente ingrata.
De sus muchos pesares
de sus no puedo más
y aquí os quedáis.
Ante aquella llamada
nada podía salir mal,
al menos no para volver.
El mar se lo daría todo,
soledad, sosiego, tranquilidad,
alimento sin fin para su espíritu.
En la playa quedó su toalla a rayas
como último testigo de su despedida.
En el móvil un escueto.
“No me esperéis a comer”
Barcelona, 2 agosto 2021
No tienes por qué verlo así, igual llegó a una cala dónde se encontró con una sirena...
ResponderEliminar;)
Buena semana.
Hermoso el paisaje, muy dulce voz la intérprete, no la conocía, terminal el poema que narraste con maestría, Alfred, un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, mérito de la fotógrafa amiga. La voz es un descubrimiento reciente para mí.
EliminarEl poema es tras una visión de la fauna humana, así en general.
Un abrazo.
Amigo Alfred, qué dura despedida, no esperaba ese final, muy cansado debía estar para obrar así, como el que va a comprar tabaco y ya no vuelve 😂😂. Igual tenía a alguien esperando, nunca se sabe.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Bueno, a saber que le llevó a darse una larga vuelta.
EliminarNunca se sabe.
Un abrazo y feliz semana Juan.
¡¡¡Peor no!!!
ResponderEliminarIgual encontró su verdadero destino.
Lo de qué os den, seguramente sí.
;))))
Me ha recordado a "Alfonsina y el mar".
ResponderEliminarPor la blanda arena que lame el mar
Su pequeña huella no vuelve más
Un sendero solo de pena y silencio llegó
Hasta el agua profunda
Un sendero solo de penas mudas llegó
Hasta la espuma
Sabe Dios qué angustia te acompañó
Qué dolores viejos calló tu voz
Para recostarte arrullada en el canto de las
caracolas marinas
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
La caracola
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar
Cinco sirenitas te llevarán
Por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos harán
Una ronda a tu lado
Y los habitantes del agua van a jugar
Pronto a tu lado
Bájame la lámpara un poco más
Déjame que duerma nodriza, en paz
Y si llama él no le digas que estoy
Dile que Alfonsina no vuelve
Y si llama él no le digas nunca que estoy
Di que me he ido
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Saludos.
Buen recuerdo tienes.
EliminarHomenaje a una poetisa que se lanzó al mar.
Saludos.
Mind blowing post
ResponderEliminarMuy amable, gracias.
EliminarUn recurso a la desesperación, hay otros iguales de duros, eligió uno poético.
ResponderEliminarSaludos
Quizás una cuestión de hartazgo...
EliminarSaludos.
Colecciono versiones de Juego Malvado. Todas ellas me gustan y realmente son muy distintas unas de otras. Añado esta, gracias a tu post.
ResponderEliminarEsperemos que las corrientes al dejarse llevar, no le llevaran demasiado lejos y acabara pescando percebes en las rocas de la playa de al lado.
Con un poco de suerte, no llegó para comer, pero llegó para cenar (percebes, claro)
Hay que ponerle un poco de "conyeta" a la cosa ¿no?
Por supuesto.
EliminarA saber por donde nadará. ;)
Algo de eso he puesto más arriba.
No m'espereu per a dinar, ni per a sopar, ni per anar a dormir... Va dir, prou!. I ho va fer d'una manera elegant i poètica, ben convençuda o convençut, sense mirar enrere...
ResponderEliminarMolt maca la foto.
Aferradetes, Alfred.
Sí la mar et crida, com li pots dir que no.
EliminarPoques paraules i res de mirar enrere.
Aferradetes sa lluna!
Coraje para decidir el final y para no tenerle miedo. Sólo quien ha amado tan profundamente la vida puede darse el lujo de ya no querer vivirla en condiciones que sospecho indignas. De ahí que lo comprendo y respeto su decisión...
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero. (Un tema tratado con mucha humanidad y sin endulcoraciones sentimentaloides, Alfred. Te felicito.)
Coraje, desesperación, hartazgo, incomprensión, desespero, qué le puede pasar por la cabeza a alguien en esa tesitura...
EliminarMuchas gracias, un abrazo carlos.
Hay invitaciones difícil de rechazar, Alfred. Preciosa foto, y bella música para acompañar a esa ensoñación.
ResponderEliminarMil besitos y feliz semana.
Invitaciones para acabar con todo, incluido uno mismo.
EliminarMuchas gracias Auroratris.
Mil besos para una buena semana.
Tremendo, absolutamente demoledor dentro de la belleza con que expresas tanto dolor.
ResponderEliminarUn beso.
Una realidad que está ahí, enfrente nuestro, cada día.
EliminarEs tremendo. Gracias lunaroja.
Un beso.
He pensado en Alfonsina Storni y en Virginis Woolf...
ResponderEliminarMuy buena puesta en escena, Alfred, la música y la foto acompañan perfectamente al relato.
Abrazo
Sí, como Toro, pero la verdad es que no me he inspirado en ellas.
EliminarMuchas gracias Milena.
Un abrazo.
Muy buena inspiración de cualquier forma, el mar parece que nos alivia de sufrimientos...
EliminarNo veas qué faena, me han suprimido el blog, he abierto otro, aunque espero lograr que lo repongan...
https://milenaendanza.blogspot.com/
Un abrazo
He conseguido que lo restablezcan!!
Eliminar¡¡¡Ostras qué me dices!!!
EliminarBlogger cada vez las hace más gordas :(
¡Menos mal!
EliminarVaya susto.
Mucha ingratitud debía rodearle para tomar esa decisión... tremendo relato, muy bien narrado Alfred.
ResponderEliminarLa música es genial.
Un beso.
Cuántas decisiones se toman precipitadamente y a la brava.
EliminarMuchas gracias Carmela.
Un beso.
UN buen destino, más placentero que el de la vida misma. Su decisió, así como La Woof, la Pozarnick, la Storny, prefirieron el mar como su mejor destino. El verso de cierre, hermosa ironía. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarCarlos
¡Hola Carlos! Más de uno se despide a la francesa, sí es que lo hace, para acabar con todo. Ejemplos de famosos hay muchos, cada uno con sus circunstancias personales.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo amigo.
Una ausencia dura deja para la gente ingrata.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred
A la gente ingrata, poco le importará, ya tendrán otro al que machacar.
EliminarUn abrazo Malque.
Que triste y que destino elegido por muchos, y lo peor es que nadie está libre de ello..
ResponderEliminarComo debe pesar la vida para llegar a tomar estas decisiones, poema tremendo y real. Mi abrazo grande Alfred.
Bueno, debe de ser un acto de sinceridad consigo mismo.
EliminarMuchas gracias eli mendez.
Un gran abrazo.
Una vez, frente al mar estuve tentada a dejarme seducir y... pero fui cobarde. Saludos amigo Alfred.
ResponderEliminarSupongo que es fácil caer en la tentación, pero sinceramente no trae nada bueno.
EliminarSaludos amiga Sandra.
Constato una vez más que el escritor crea una historia y cada lector, según su trayectoria, cultura, estado de ánimo recrea la historia. Entonces de un escrito, se desprenden tantos como lectores tenga. Porque yo lo he leído como que el prota se hastió de su gente y se aventuró, en un bote, una lancha,un yate. No que se murió. Quizá se fue a una isla a volver a empezar. Me gusta más mi final. Liberador y con una posibilidad de algo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Disculpa la extensión.
Es una pieza abierta, como todas, a la libre interpretación de sus lectores. El tuyo es tan válido como el de la sirena...
EliminarUn abrazo.
No hay nada que disculpar, aquí no hay limites.
Aunque se llame paraíso. También puede ser terrenal.
ResponderEliminar¿Acaso hay otro?
Eliminarque bueno que lo lograste el paraiso es un estado mental que no solo es vidual sino tiene consigo ma que eso
ResponderEliminarEl paraíso se lo hace cada uno, la idea que se tiene de él es muy personal.
EliminarHola Alfred, cuan desesperado se debe estar para tomar una salida como esta, pero a veces si que dan ganas de mandarlo todo..., esperemos no tener que tomar una decisión así:)
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja, imagino que mucho.
EliminarPor la parte que me toca, espero que no.
Besos.
Cuando todo va mal , cuesta abajo, indefectiblemente acaba en el mar, y cuando no le quedan a uno fuerzas ni ganas para remontar...
ResponderEliminarDesgraciadamente, el mensaje no creo que llegara a destinatario. Creo que antes de encontrar a la sirena, el móvil cambio de dueño.
Saludoss Alfred
Al mar van todas las desesperaciones.
EliminarUn móvil a libre disposición en una playa...
Saludos Gabiliante.
¡Hola, Alfre!
ResponderEliminarMe han brotado lágrimas. Con eso lo digo todo.
Un fuerte abrazo, amigo.
¡Hola Mamen!
EliminarBueno, es un poema triste, pero esperaba eso.
Muchas gracias.
Un abrazo fuerte y reconfortante.
Que triste y que pena esa despedida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estas despedidas no tienen nada de agradables.
EliminarUn abrazo.
Que la esperen, que tal vez encuente su edén personal, y no quiera dejarlo nunca
ResponderEliminarPor el mar. Un beso
Es posible, quedarán unos lloros temporales y luego...a saber.
EliminarPor el mar.
Un beso
Hola, Alfred.
ResponderEliminarEsta clase de búsqueda del paraíso es la llamada a la tentación definitiva. Atrás quedan las esperas y, lo más triste, la esperanza. El poema lo refleja muy bien. También me recordó a "Alfonsina y el mar".
Un beso.
Hola Mónica.
EliminarEs más bien una huida provocada por el cansancio y hartazgo.
Sí, lo de Alfonsina veo que se lo he recordado a más de uno ;)
Un beso.