Me entero por las típicas bromitas en plan adolescente, que se hacen en el trabajo. Lo de mañana ¡ojo!, que es viernes y trece, cuidado con los correos, mirar tras las puertas, y cosas así.
Cuando salí esta mañana de casa, me encontré con la mujer que limpia la escalera, me puso mala cara por qué pisé lo qué estaba fregado, todavía estaba mojado y no quise esperar, no me gustó su actitud reprobatoria .
La deje junto con el cubo y la fregona en el cuarto que hay debajo del ascensor, donde están los contadores, se revolvió un poco, pero fue presa fácil, y os aseguro que le quite su cara de recriminación.
Eso me entretuvo, y no cogí el autobús habitual, me fastidia un poco cambiar de costumbres, pero hoy estaba justificado.
El conductor, en realidad no era tal, si no una mujer, con el pelo oxigenado, masticando un chicle con la boca abierta, iba escuchando una radio puesta a todo trapo, cómo si a los demás pasajeros nos importasen los chismorreos que estaba escuchando, encima pegó un par de frenazos, por no estar atenta al tráfico matutino.
Cuando llegamos al final del trayecto, en el polígono, tienen una pequeña garita con un baño, la deje ahí, con su ridículo pañuelo lila metido en la boca, junto con el chicle.
Fui a trabajar eufórico, me sentía como más ligero, le dedique una de mis mejores sonrisas a la recepcionista, la que tiene un lunar a la izquierda.
Por lo demás, fue un día de lo más normal, el ordenador funcionó perfectamente, y estuve en contacto con una empresa alemana para concretar las condiciones de una entrega.
Son gente seria y es fácil negociar con ellos, en fin que lo de viernes y trece, es una tontería, para los que no tienen de qué hablar.
Si no es por tu relato ni me doy cuenta, espero que hoy no me cruce en tu camino. Aunque no soy supersticiosa no quisiera arriesgarme. Ni siquiera sé si me atreveré a enviarte el comentario, ¡Por si las moscas...!
ResponderEliminarQué tontería, no me importan las supersticiones ajenas, por cierto, donde habitas?
ResponderEliminary yo estoy como Pilar, enterándome ahora que es viernes trece. No soy supersticiosa y me resulta estrafalario que haya gente que deje de hacer o por el contrario, haga determinadas cosas solo por la fecha
ResponderEliminarpero bueno, no juzgo, cada cual con sus cosas
un saludo, Alfred
Yo tampoco, pero algo hay que hacer para entretenerse.Un saludo.
EliminarEra jueves y doce.
ResponderEliminarFue martes, con trece a cuestas
y por ahí echó a reir el malévolo sábado sabadete, camisa nueva y polvete cuando anotaba un grandísimo 29 y febrero.
¿Qué más nos aguarda el calendario intrépido?
Hoy ya resplandece 16 lunes. Tal que así salió a la luz mi hijo...
Allá casualidades, Alfred.
Un abrazo
Felicidades! y muchas gracias por tan bello comentario. Un abrazo.
Eliminar