El haz de luz seguía sus pasos por el escenario, con una declamación excelente, audible perfectamente para sus amigos del gallinero.
Siempre enmarcado por el foco, provocando una sombra sin gorra, se desplazaba, siguiendo las instrucciones del técnico, en un solemne caminar.
Se integraba en la atmósfera creada por los decorados, destacando su figura como un componente más de la ficción.
Hizo una excelsa representación, finalizada la cual, sonaron unos aplausos, en los cuales se envolvió, inclinándose una y otra vez mientras subía y bajaba el telón.
Ante la invasión de flores imaginarias en el entarimado, en una de sus reclinaciones cogió una, brindándosela al mismo público que le reconocía tan cariñosamente.
Cuando finalizaron los aplausos de los electricistas, tramoyistas y profesionales del sonido, se regresó a la locura colectiva.
Se hizo el silencio en su interior, recuperó sus instrumentos de limpieza, e hizo mutis por el foro.
Siempre enmarcado por el foco, provocando una sombra sin gorra, se desplazaba, siguiendo las instrucciones del técnico, en un solemne caminar.
Se integraba en la atmósfera creada por los decorados, destacando su figura como un componente más de la ficción.
Hizo una excelsa representación, finalizada la cual, sonaron unos aplausos, en los cuales se envolvió, inclinándose una y otra vez mientras subía y bajaba el telón.
Ante la invasión de flores imaginarias en el entarimado, en una de sus reclinaciones cogió una, brindándosela al mismo público que le reconocía tan cariñosamente.
Cuando finalizaron los aplausos de los electricistas, tramoyistas y profesionales del sonido, se regresó a la locura colectiva.
Se hizo el silencio en su interior, recuperó sus instrumentos de limpieza, e hizo mutis por el foro.
En el escenario, dejando la escoba apoyada en una pared de atrezzo, miré cómo un sujeto, con gorra y accesorios, hacía la mejor escena que había visto en mi vida.
ResponderEliminarUn Hamlet sublime, irrepetible, demoledor.
Cuando le vi recoger sus utensilios, me quedé con la calavera y en total oscuridad inicié un monólogo cobijado de silencio.
Un abrazo
El teatro te hace salir la emoción que llevas dentro. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno! Nunca es tarde para demostrar nuestras facetas ocultas.
ResponderEliminarSaludos Alfred.
Fantástico.
ResponderEliminarEse final es aplastante.
¡Felicitaciones!
Saludos.