Foto de A.C.P.
Miles Davis - Miles In The Sky (1968)
Opiniones & Gustos
Tal como había prometido, a la mañana siguiente, Tomás, que regresaba de la tienda de Paco, se disponía a entregar su mercancía, antes de llamar a la puerta de la residencia de Don Pedro, hizo lo propio en casa de Ofelia, a quién no se le reconoce lo de Doña, más por cuestión de edad que por los méritos adquiridos que, si los tiene y sobrados, evidentemente.
- ¡Hola Tomás!
- ¡Buenos días, Ofelia!
- Don Pedro, me encargó irle a buscar material de reflexión y me dijo que una botella era para Ud.
- ¡Caramba, que detalle! ¡Cómo se nota que es todo un caballero!
- Sí, de la vieja escuela, ya no quedan.
- Ud. Tomás, lo aprecia de veras. ¿Verdad?
- Sí, Sra. Siempre se ha portado muy bien conmigo.
- Lo creo, es de los que hacen las cosas en silencio.
- Exactamente Ofelia.
- ¡Dígale, que tengo uno que le gustará, quiero que lo pruebe!
- Muy bien, es una invitación, ¿Entonces?
- ¡Sí! Y para usted también.
- ¡Oh, yo no tomo de estas cosas, en horas de trabajo!
- No importa, le pondré lo que le apetezca.
- ¡Muchas gracias... Ofe... Sra.!
- Ofelia, sin más.
- ¡Gracias!
Tomás, se fue pensando, que la buena gente de aquel lugar tenía costumbres extrañas y una forma de comportarse, más bien curiosa.
Llamó a casa de Don Pedro, le abrió María que le hizo pasar a la cocina, en cuya despensa fueron colocando con sumo cuidado la preciada carga recién traída, su valor estaba más en lo que representaba que en el valor monetario desembolsado, eso maría lo tenía muy claro. Menudo era Don Pedro para estas cosas.
Luego Tomás se fue hacia el gabinete, donde Don Pedro sesteaba entre libros para comunicarle la invitación de Ofelia.
- Don Pedro, ya tiene a buen resguardo su encargo, y entregada a su vecina la botella.
- ¡Gracias Tomás!
- Por cierto, nos ha invitado, a Ud. y a mí, a pasarnos por su casa para tomar una cata, de algo que le va a gustar.
- ¡Muy bien! Tiene golpes escondidos esta jovenzuela.
- Crecen de otra manera, Señor.
- ¡Sí! Y me gusta.
Se levantó para iniciar el camino hacia la visita con premio, una cata en su casa y vista las sabias valoraciones de su vecina, exigía una pronta presencia, seguro que no podía ser para nada, algo vulgar. Al salir del piso, Don Pedro comunicó a María que, para cualquier cosa, estaría en casa de la vecina.
Tras llamar a la puerta, Ofelia les abrió con la sonrisa puesta, le gustaba la gente puntual y más sin indicar la hora, señal de que hay interés.
- ¡Buenos días! Aquí estamos para cumplir y saber valorar su generosa oferta.
- ¡Muy buenas! ¡Pasen, pasen!
Caminaron por el pasillo, siguiendo a la anfitriona en silencio, con la expectativa por ver con qué les sorprendía.
Cuando abrió el armario de la sala, que hacía las funciones de mueble bar, a Don Pedro le vino como un rayo de luz que le iluminó la mente y le aporto la comprensión de saber que estaba ante alguien digno de admiración y, se abstuvo de soltar aquello tan típico y a la vez aberrante, en estos casos de: ¡Y es una mujer!
- ¿Qué les parece? - Sacó una botella y se las mostró.- Me la trajeron unos amigos que han estado en Escocia, y saben lo que me gusta.
- Pues lo desconozco, aunque por lo que tiene por aquí, veo que está bien surtida.
- Sí, no me gusta tener muchas, pero sí que sean buenas botellas.
- Se nota ¿Este es el que hemos de probar?
- El que quieran, pero este cumple bastante en cuanto a calidad/precio, al menos por aquí. Supongo que por desconocido.
- Es verdad, en cuanto empiezan a ponerse de moda, te suben los precios a lo bestia.
- ¡Pues nada, manos a la obra!
- ¿Qué les apetece para acompañar?
- Cualquier cosa que tenga, no se complique la vida.
- De acuerdo, tengo un queso ahumado, que irá estupendamente. ¿Tomás, qué le traigo de beber?
- ¡Oh, un bíter sin alcohol estará muy bien, gracias!
- ¡Marchando!
Desapareció hacia la cocina, mientras ellos se sentaban en un sofá, dejando la botella en la mesa de centro. Tomás se acercó al mueble y cogió unos vasos. Al poco, apareció Ofelia, con una bandeja en la que, en unos boles de porcelana, había aceitunas, almendras fritas, y tacos de queso y una reconocida marca del aperitivo solicitado.
- ¡Excelente! Exclamó Don Pedro.
- Muchas gracias, ya lo sirvo yo, añadió Tomás.
Mientras cogía la botella y les escanciaba su destilado y envejecido licor, y se ponía su inofensivo bíter, con una rodaja de limón, Ofelia cuidaba los detalles.
- Buen aroma, y color. Tiene cuerpo, sabor fuerte, es penetrante, el sabor ahumado le da un toque peculiar. - Empezó a soltar Don Pedro, para que viera que algo del tema sabía.
Mientras ellos dos iban degustando la malta y cantando sus excelencias, cada uno indicando los matices que más le gustaba, Tomás bebía tranquilamente su aperitivo y se dedicaba a las almendras, de esas fritas con abundante sal, muy viciosas, el queso lo probó, pero el toque ahumado, no le satisfizo y ya no repitió. A cabo de un rato y cuando ya había acabado casi del todo su bebida, se incorporó en un momento en que parecía haber una tregua, en el canto de las excelencias de los whiskys de las islas con respecto a los de las tierras altas. Si me disculpan, tengo que bajar a la portería.
- ¡Oh, sí, perdón Tomás! Lo repetiremos otro día que tenga libre. Le dijo Ofelia.
- ¡Claro que sí! Añadió Don Pedro.
- Muchas gracias por su invitación, estaré encantado en regresar otro día. - Soltó muy sinceramente Tomás.
- Pues nada, Yo también me retiro. - Añadió Don Pedro. - María ya me tendrá la comida a punto. ¡Muchas gracias, Ofelia! Es una espléndida vecina. - Sonrió Don Pedro y se añadió al desfile de Tomás por el pasillo, camino de la puerta.
- ¡Gracias a los dos, hacen esta casa mucho más agradable! - Les respondió Ofelia, mientras caminaba detrás de ellos, acompañándolos a la puerta de salida, sonriendo.
Cuando estuvieron fuera, regresó a la sala y se puso un poco más de malta, llamó a Arturo, le pidió que lo recogiera todo, pero antes que le pusiera una pieza de jazz interesante.
(Continuará)
Terrassa, 24 mayo 2024
Me encanta como evoluciona la historia.😊
ResponderEliminarMuchas gracias, Joaquín. :)
EliminarOfelia además de una buena anfitriona tiene buen gusto para los maltas ;)
ResponderEliminarUna agradable reunión en la que Tomás parecía más "humano"
Besines
Me da a mí, que es una persona muy interesante, de las que cuida los detalles.
EliminarBueno, que Tomás sea el conserje de la finca, no le quita mérito, como alguien que sabe moverse por la vida.
Besines.
Otro capítulo interesante Alfred, con deseo de seguir la historia. Besos.
ResponderEliminar¡Bien! Eso me anima a seguir.
EliminarGracias, Teresa.
Besos.
Según la foto, si es tuya, parece que guardas las cajas de las botellas de whisky, yo si que las guardo, generalmente son bonitas y decorativas.
ResponderEliminarSaludos
Sí, está hecha en casa, y suelo guardar las botellas en sus estuches, como dices son decorativos y quedan mejor preservadas, ya sabes la luz...
EliminarSaludos.
Yo las botellas me las bebo, solo quedan las cajas, que es lo que guardo.
EliminarNo tendría sitio para eso, una colección.
EliminarOfelia va ganando puntos...
ResponderEliminarY sabe cuidarse.
Saludos.
Sí, eso parece, como los buenos caldos, hay que ir conociéndola poco a poco.
EliminarDe eso no me cabe ninguna duda.
Saludos.
Hace casi tres horas que he desayunado pero me acaban de entrar ganas de un aperitivo, aunque lo que aparece en la bebeoteca sea demasiado intenso a estas horas.
ResponderEliminarLo cierto es que hay diseños de botellas, envases e incluso cajas la mar de estéticas y ocurrentes, pero es tan difícil guardarlo todo...acabaríamos en Diógenes.
;))) eres de los míos, de amanecer temprano.
EliminarBueno, hay que esperar estar más cerca del mediodía, hay uno de reciente adquisición, que lo tenía previsto para mañana, pero hace creer que caerá hoy.
Lo hago por estética y para protegerlas de la luz y un posible golpe.
Pero cuando muere la botella, el estuche desaparece con ella.
Buena y conocedora de acompañamientos, la anfitriona Ofelia.
ResponderEliminarSolía, (hasta que el cuerpo, me lo prohibió), regalarme una botella de Macallan 12 , cuando las ocasiones eran especiales.
Me lo has recordado al ver tu colección.
No es mala combinación, un buen güisqui, queso viejo y Miles Davis.
¡¡¡Qué tiempos!!!
Un abrazo.
Todo un personaje, espero poder hablar más de ella, me está gustando como se nos presenta. Ese Macallan 12, lo conservo como oro en paño, para muy contadas ocasiones, lo suyo será una desaparición muy lenta y más tal como se ha puesto conseguirlo. ;)
EliminarTodo eso y con tiempo para gozarlo, en buena compañía.
Un abrazo.
Avui l.autor ens permet conèixer una petita part de la seva personalitat , en quan a gustos i aficions. Descobrim que és un sibarita i bon amant de els records familiars...... Seguim amb la història de Don Pedro , gran coneìxedor de les marques importants de whisky i que li agrada compartir un trago amb Ofèlia..... jo aqui hi veig el començament d.una història , primer de una bona amistat que els gustos i aficions poden fer que segueixi a més....... Estarem molt atents al esdevenir de tots els personatges d.aquesta història tant interessant ! Moltes gràcies Alfred !.. Bon dia !.. .. .. .. Pepi
ResponderEliminarPerfecte la companyìa musical de Milei Davis !!..
EliminarError involuntari. Miles Davis !
EliminarL'Autor és un simple cronista de què va veure a la casa d'uns veïns ben curiosos. On dintre de les seves cases, "passen coses". ;)
EliminarMoltes gràcies, Pepi. Bondia!
Música adequada, per a la gent i el lloc.
EliminarSí! Estaba entes. :)
EliminarQué bonito capítulo nos has dejado hoy, me gusta esta amistad que han formado los tres junto a Arturo que últimamente está muy calladito ajja.
ResponderEliminarGracias, Alfred.
Un besote, feliz fin de semana.
Muchas gracias, Campi. Poco a poco vamos viendo su lado más humano. Atruro está a la espera de las instrucciones pertinentes. ;)
EliminarUn besote y feliz finde!!!
"Esto parece ser el comienzo de una hermosa amistad" Regada como corresponde, esperemos que con la debida prudencia! Un abrazo Alfred, gracias por Miles!
ResponderEliminarSí!!! En plan Casablanca!!! ;))))
EliminarTodo con mesura, mucha mesura.
Un abrazo, maría cristina, uno de los grandes.
A les persones se les ha de conèixer per saber de quin peu calcen i l'Ofèlia de cada dia m'agrada més. ;-)
ResponderEliminarEncara que no m'agradi el Whisky, trobo que la música li escau molt bé.
Aferradetes, Alfred.
A vegades costa i et deceben quan et creus que ja la coneixes, i a mi també, l'Ofèlia és un valor en alça.
EliminarBé, ningú és perfecte, et pot agradar una altra cosa. ;)
El gran Miles!!!
Petonets, sa lluna!!!
¡¡Hola Alfred!! Estos últimos capítulos han estados regados de unos buenos caldos que saben apreciar muy bien los protagonistas. Muy bien por Ofelia de incluir también al conserje, parece buena gente, ya iremos viendo más adelante. Besitos.
ResponderEliminar¡¡Hola Isabel!! Vamos mostrando las interioridades de los personajes. :)
EliminarOfelia es una mujer que sabe cuidar los detalles y dar la importancia que cada uno se merece. Besitos.
Parece una buena anfitriona, Ofelia.
ResponderEliminarY creo que tiene carisma.
Un abrazo.
Sí que lo es.
EliminarEs una pieza importante en esta historia.
Un abrazo.
Entran ganas de preguntar si hay algún piso libre en este bloque.
ResponderEliminarAmi el gúisqui no me va mucho pero podría encargarme del queso.
Desde luego es un vecindad envidiable y la narración es un deleite que acompaña a la esc3na.
Abrazooo Alfred
Puede ser, pero no te digo el precio...;)
EliminarVale, tráete el queso, pero que sea curado.
Y eso que no los he sacado a todos, en estas casas suele haber, algún despacho profesional, o consultorio médico...
Muchas gracias, Gabiliante, un abrazo.
Visitas de cortesía con un buen licor como excusa.
ResponderEliminarEstos acaban de contrabandistas de arte y de wisky :-). Un beso
Buenas relaciones vecinales. ;)
EliminarVete tú a saber, todo es posible!!!
Un beso.
Esto se va a poner más bueno, con copas de por medio. O también podría descomponerse, no falta quien se pase de alcohol en estas reuniones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo es posible de animarse. ;)
EliminarMe da a mí, que esta gente no es de los que pierdan el control.
Besos, Sara!
Las buenas relaciones no pueden faltar.
ResponderEliminarEl saludo no se le niega a nadie.
Me cae bien ofelia.
Feliz comienzo de semana.
Un abrazo
Eso es lo primero, fácil y sencillo de conseguir.
EliminarPor supuesto.
Sí, está ganando enteros.
Gracias, igualmente.
Un abrazo, Carmen.
No se acerca quien no quiere hacerlo, que excusas sobran.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Bueno, hay quien a lo mejor no puede.
EliminarSí, las excusas no sirven.
Saludos.
Hola, Alfred.
ResponderEliminarTe lo dije la última vez, tienen buen paladar.
Y ahora vemos que también saben cuidarse para bien y crear un buen vínculo. Algo sano y sin esperas de nada.
¿Qué sucederá en el futuro?
Un abrazo.
Hola, Irene.
EliminarSí, de eso estoy muy seguro, empiezo a conocerlos.
Una relación abierta a cualquier posibilidad, siempre para bien.
También me lo pregunto, pensaré en ello. ;)
Un abrazo.
Así que aquí están, tan felices ellos tomándose su whisky y su piscolabis en amor y compañía.. Qué gusto da ver cómo transcurren sus días, despacito, sin sobresaltos, como si vivieran en un tiempo ralentizado sin sustos, ni estridencias .. qué envidia, seguro que ellos nunca tienen que acudir a ninguna elección de ningún político ; ) Otro besito! y subo...
ResponderEliminarPD .. Cómo me gusta Miles.. y su trompeta que habla e incluso a veces llora
Sí, estamos en una especie de asueto compartido, preparándose cada uno a su manera, aunque algunas coincidan, en ese fin de fiesta que se avecina, para nuestros queridos contertulios.
EliminarSupongo que enviarán a Arturo a votar, seguro que escoge mejor.
Ah, esa trompeta que en su día me perdí, por qué hizo una espantada de su concierto programado en el Palau de la Música, en Barcelona.*
Un beso!!!
*Nota (Batallita de jubileta) Hizo dos escapadas por el foro, una en 1967 y otra en 1973, en esta última, dentro del Festival de Jazz de Barcelona, sus músicos, con la ayuda de otros miembros de las bandas presentes, montaron una Jam Session, que no estuvo mal, pero que luego en una sala mítica de ambiente digamos menos ortodoxo, se convirtió en una de las sesiones de jazz que más recuerdo.
Otro beso.
Querido Alfred, me encanto este capitulo, buenas relaciones, saludos, que vendrá después
ResponderEliminarAbrazos y besos mi querido amigo, es un placer leerte.
¡Hola amiga Liz! Me alegra que lo disfrutes.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, el placer es mutuo.
Besos y abrazos, querida.