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La Piqueta
Dícese qué cuando una casa está en manos de ella, es que ha
empezado su demolición, triste o gozosa, dependiendo de los criterios de en quién
esté el juicio.
Ahora para mí es triste, por estar sucediendo en mi barrio, una casa ante la que
prácticamente pasaba cada día. Siempre la había visto deshabitada, no llevo
mucho viviendo aquí, pero estaba convencido de que el letrero puesto por una
empresa, auguraba una rehabilitación, no una demolición como está sucediendo.
Sin ser una construcción con méritos para estar en un catálogo, si
por falta de edificios semejantes a su alrededor y como testimonio de una forma
de hacer las casas y por lo mismo de vivir, merecía ser respetada.
Tenía una fachada digna y auspiciaba mantener en su interior una
pequeña zona ajardinada, era una casa definida en terminología actual,
unifamiliar.
Me había acostumbrado al verla, en pensar en los tiempos pasados,
cuando por delante pasaba un tranvía y los niños debían salir al balcón a
saludar al conductor.
Cuando la puerta de la calle se ajustaba. Indicando que era horas
de comidas o recogimiento y no se recibían visitas.
Y también con los batientes abiertos de par en par, dejando la
intimidad resguardada, tras una puerta de vidriería modernista, en que sí se
aceptaban encuentros con las amistades y parientes.
Las formas de hacer y relacionarse han cambiado, ahora todo son
mensajes y llamadas personales, pues cada uno tiene su teléfono. Y esta casa
corresponde cuando el teléfono solo lo tenían los muy burgueses y los médicos
que los atendían.
Me gusta imaginarme a las señoras de la casa, con sus largas
faldas, sus sombreros cogidos con agujas y veinte piezas más de ropa que lo
estilado hoy en día.
Las chicas del servicio hablando entre ellas por los patios,
comentando el último baile de moda y los atrevimientos de los mozos en el cine.
Cuantos suspiros se habrán expelido entre esas paredes, cuantas
risas tras las persianas y cuantos sollozos ahogados por las cortinas.
Todas las vidas acaecidas en ese lugar, aireadas ahora tras el
derribo de la fachada, al cual irán siguiendo las estancias, escaleras y demás
piezas que conformaron la casa.
Construirán otra vivienda, para más familias, pero no me pararé
para mirar la fachada, ni me dará por imaginarme como viven, ni crearé ninguna historia sobre ella seguramente, pues le faltará
el encanto de una cosa única.
Sarria, marzo 2016.
Muy bien!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
EliminarA mi me dan mucha pena cuando van desapareciendo casas, cines, lugares que han sido algo en mi vida.
ResponderEliminarEs como si me fueran matando a trocitos.
Saludos.
Pues con el paso de los años y ya empiezan a ser respetables, he visto desaparecer un montón de cosas y algunas eran auténticos referentes generacionales.
EliminarSaludos.
Qué pena.A mí me gustan las casas antiguas,tienen un alma de la que las nuevas carecen.
ResponderEliminarBesos.
Sí a mi también me lo parece.
EliminarBesos.
A mi también me produce penita cuando se tiran esas casa que tienen un cierto encanto, son casas que han vivido y contado historias entre sus paredes, que tienen esencia y se sustituyen por edificios nuevos que solo tienen lo moderno y que no apetece ni pararse.
ResponderEliminarUn saludo
Realmente las construcciones a ambos lados de la casa no permiten perder el tiempo en ninguna admiración estética ;)
EliminarUn saludo.
Hay veces que se deben renovar, los costos de mantencion son elevados
ResponderEliminarSon otras epocas y se vive menos acartonados
Saludos
Ya me imagino, renovarse o morir, pero hay formas y formas.
EliminarSaludos.
Cada casa debiera poder conservar la historia de sus moradores, porque hay esencias que las paredes guardan. Dejar que se desmoronen por abordono es triste. No merece inventar nuevos moradores.
ResponderEliminarUn beso
Bueno a mi ha dado la impresión que estaban esperando que la casa se deteriorada lo suficiente como para que fuera necesario su derribo.
EliminarUn beso.
Es triste una demolición, sin embargo con ella no tiene porqué llevarse lo que entre esas paredes se ha vivido, no deja de ser algo material que se impregna de lo que nosotros queremos que se impregne.
ResponderEliminarBesos!
Bueno es una alegoría sobre el mundo que se destruye ante nuestros ojos y la parte nuestra que se va con ella.
EliminarSiempre es una pena ver desaparecer algo entrañable Alfred, pero piensa que lo mismo construyen otra más bonita y habitable donde se vea una nueva vida, y vuelva las...risas, alegrías, cantos etc.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Esperemos se cumpla tu deseo positivista :)
EliminarUn inmenso abrazo.
Dicen que las paredes hablan y cuentan las historias de los que han habitado las casas, veo que sientes nostalgia por esa casa que están derribando y te imaginas como eran sus habitantes y sus costumbres, sí que es triste que estén cayendo todas las casa históricas y construyan en su lugar edificios sin identidad.
ResponderEliminarDices en tu comentario que sí que queda el rescoldo del primer amor en el corazón, veo que estás de acuerdo conmigo.
Un abrazo, feliz fin de semana.
Bueno...a raíz de ver un derribo de una casa con un cierto encanto, pues me he dejado llevar por la imaginación.
EliminarLo creo sinceramente, para mi si has amado algo queda.
Un abrazo y feliz finde para ti.
Da como pudor mirar las intimidades que va desnudando la piqueta.
ResponderEliminarSaludos.
Al quitarle la fachada y dejar el interior a la vista ciertamente da un poco.
EliminarSaludos.
Que pena! Lo más bonito de cada localidad, lo tienen sus barrios antiguos con sus edificios típicos y bellos, repletos de rincones mágicos, costumbres tradicionales.
ResponderEliminarSi, hay veces que esas piquetas dan horror.
Besos Alfred.
Por suerte en este barrio, la parte central, al ser un antiguo pueblo independiente, conserva bastante de su antiguo encanto.
EliminarBesos Daphne.
"La piqueta fatal del progreso" Da tristeza leerte pero me ha encantado la forma en que describes como imaginás la casa llena de vida. Una entrada preciosa Alfred. Un abrazo desde Uruguay.
ResponderEliminarNo tendría que ser así, esta bien ir renovando las cosas, pero con un poco más de criterio. Muchas gracias por tu generoso juicio a mi post.
EliminarUn abrazo desde Sarria-Barcelona-Catalunya¿España?
E imaginará como vivieron y soñaron sus habitantes antes de abandonarla a su suerte, mala según su conciencia, negándose a contemplar la sucesora. :)
ResponderEliminarSaludos!
Estimado Alfred
ResponderEliminar"En este mundo con hambre de justicia, paz, ternura y sinceridad, tu amor puede ser el pan para saciar muchas vidas!."
Te deseo una buena Semana Santa !!!!!
Cariños
Muchas gracias Abu por tus hermosas y gratificantes palabras.
EliminarIgualmente para ti.
Un abrazo.
Hay lugares entrañables que se convierten en parte fundamental de nuestro día a día , algo que es y está sin darnos cuenta de que la vista se acostumbra y hasta baila con ellas.
ResponderEliminarMuros que esconden aquello que pensamos , intuimos o ....ni imaginamos.
Un abrazo ❇
Forma parte de nuestra visión del entorno y cuando lo destruyen, nos afecta.
EliminarUn abrazo!
Cada casa, apreciado Alfred, es un mundo, el cual encierra todo tipo de historias y para quienes vivan cerca, constituye parte del paisaje y, de alguna manera, nos afecta la demolición.
ResponderEliminarMuy amena tu narración, creo que sí han de tener nostalgia muchos de quienes hayan vivido en ese sector.
Feliz fin de semana, un gran abrazo
Gracias Rud, cierto lo que nos rodea forma parte de nuestro paisaje personal, lo hemos añadido a nuestra historia y según como nos lo cambien pues fastidia un poco.
EliminarUn gran abrazo y un feliz finde para ti.
Que interesante y profunda tu historia de hoy, tienes razon: "Cuantos suspiros se habrán expelido entre esas paredes, cuantas risas tras las persianas y cuantos sollozos ahogados por las cortinas."..protegio, sigui la historia de quienes la habitaron y ahora otra nueva casa tomara su sitio...nada es permanente, pero los recuerdos hacen de cada dia un dia maravilloso!
ResponderEliminarun beso, feliz fin de semana!
Así es Patricia, a casa derribada casa construida, con nuevas historias familiares o no por vivir. Nosotros pasaremos y nuestras cosas también.
EliminarUn beso y un feliz finde!
Un texto que refleja muy bien lo que pasa en muchas ciudades de hoy en día. Las casas se derrumban para construir otras , pero ya no será lo mismo pues como tu dices cada una tiene su historia albergada en sus paredes y sus moradores. Es algo inevitable, el progreso le llaman a esto. Las casa pasan su( ITE), como los coches(ITV) y si no valen pues al desguace, es así de triste.
ResponderEliminarBesos Alfred.
Puri
Habría que tener un criterio para no perder valor arquitectónico artístico en las ciudades. Hay mucha picaresca.
EliminarBesos Puri.
Cuantas verdades dices. Las casas bajo la piqueta dan tristeza. Suelo mirarlas y ver los detalles de cada habitación, los colores y la marca de los cuadros en las paredes. Es la vida, todo cambia, nosotros también..
ResponderEliminarmariaroosa
Si nosotros cambiamos y desaparecemos y otros nos suplen en el caminar por la historia.
EliminarGracias por la visita y el comentario :)
Me provoca tristeza que derriben casas que uno tenía dentro del inventario de nuestra vida diaria. Se pierden hasta esos suspiros que tenían dentro. Acá cada rato eliminan hasta joyas históricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay muchas edificaciones por las que no se siente nada especial y otras que tienen un algo especial.
EliminarUn abrazo.
Suele pasar eso, te acostumbras a ver unos edificios que han estado ahí toda la vida y de pronto un día, aparecen las bestias mecánicas y lo derrumban, seguramente para construir otra colmena de múltiples pisos, donde hacinarnos menjor.
ResponderEliminarAbrazos
Podrían tener un poco de consideración y mejor buen gusto. Pero lo que prima es el resultado, más gente en menos sitio.
EliminarAbrazos.