Camas Modernas

Cama articulada (Imagen de Internet) 



Doña Filomena, Filo para los más allegados, incluida familia, amigas varias y el párroco, era una mujer pragmática hasta la médula.

Cuando se murió su querido y soportado Amancio, decidió, visto lo visto, que a partir de ese momento ella decidía en todo lo concerniente a su vida y hacienda.

Dándose el gusto de cambiar la vieja cama de matrimonio por una de esas modernas, que te dan incluso masaje, suben y bajan a voluntad, ponen  pies y cabeza a desnivel y no te cantan nanas, por qué al de marketing no se le ha ocurrido preguntar en el estudio de mercado, por las necesidades reales de los usuarios.

Como era mujer ya entrada en años y por tanto también en carnes, optó por seguir con una cama de tamaño regio, con lo cual era dos plazas con mandos independientes, para que los ocupantes, pudieran estar a su antojo sin molestarse, es decir uno con la cabeza plana y los pies en alto, por aquello de la circulación y el compañero de cama al revés, pies abajo y cabeza bien erguida, para poder leer por ejemplo.

A Filo le parecía un invento fabuloso y disfrutaba jugando con el mando, ahora subo ahora bajo y ahora me masajeo.

Ni que decir tiene, que no había aprendido nada de la experiencia, con su difunto mediante, del uso y abuso de un colchón de agua, lo más de lo más en sus tiempos de alocados arrebatos juveniles, cuando tuvieron un buen reventón, que dio como resultado, una forzada renovación del suelo enmoquetado de su flamante habitación suite con baño incorporado.

Claro que había un pero, cómo no, todo en la vida lo tiene, sus compañeros ocasionales de cama, haberlos los había, pues a la vejez tampoco hay que ponerle más tristeza de la necesaria, se encontraban un tanto desubicados con tanta modernidad, y eso que alguno era más joven que ella.

Era capaz de poner música marchosa y darle al aparato, para que la cama, inteligente ella, los pusiera a tono, con unos cuantos meneos de irresistible dependencia.

Una pasada con la qué,  conseguía mantenerlos entregados a su voluntad, babeando como cachorrillos despertando a una nueva realidad festiva.

Cuando daba por finalizado el tratamiento personal, se limitaba  a poner todo plano y quieto, esperando que se dieran por aludidos, cuando con un toque perverso los descabalgaba de la horizontal postura, indicando que la fiesta había finalizado y era hora de recoger e irse por donde habían venido.

Siempre había el tipo cariñoso que buscaba darle un beso de buenas noches dándose de cara con la otra parte de la cama levantada. Quedando como una cosa muy ridícula para darle un ósculo.

El más patoso de todos era Rogelio, el carpintero que le había renovado la cocina, y había hecho grandes elogios de su lencería con puntillas tendida en el patio, que resulto ser una cortina del cuarto de invitados.

Pero la picardía hizo fortuna y fue perdonada tras un trasiego por la cocina, sala y habitación principal, con un final apoteósico, en el que a punto estuvo de perder su hombría, en un juego de sube y baja, del infernal aparato para descansar.

Eso no le evitó, pasar por la humillación de una despedida acorde con las costumbres de la maestresa, muy puesta en su lugar a la hora de indicar su poderío.



Sarrià, 23 Abril 2017.


32 comentarios:

  1. Jajajajajajajaj. Por favor, Alfred. Creo que hoy no voy a parar de reírme gracias a la buena de Filo, desde luego una mujer genio y figura ;)

    Mi abuela tenía una de estas camas, porque estaba con alzheimer, sino ya hubiese empezado a verla en semejantes posturas y mejor no,jajaj

    Genial este humor que te gastas, querido Alfred.
    Me alegraste el día, y me voy con una sonrisa de oreja a oreja.

    Besines

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    1. Gracias Livy! Hay que empezar la semana con buen humor, después de un día del libro, apoteósico para todos aquellos a los que nos gustan las letras, tenía que poner algo festivalero a tope. Jajaja!!!
      Estoy contento de verte con la sonrisa puesta.
      Besines.

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    2. Ayer fue un gran día,disfruté como una enana -no sé como disfrutan los enanos, la verdad- pero imagino que allí tuvo que ser mágico.
      El año que viene para Barcelona, jajaja

      Besines

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    3. Yo tampoco, imagino que igual pero por lo bajo.
      Fue un día de invasión más acusada si cabe, de calles, plazas, avenidas, paseos y pasajes. Bares, restaurantes, terrazas, todo a rebosar. Una paranoia andante por la calle, con ganas de comérselo todo. Prácticamente tenías que dejarte llevar por el río humano que lo invadía todo. Creo que la gente compraba un libro en una parada y lo pagaba en tres más abajo. Pero ver a todo el mundo con libros y rosas es un placer.
      Será un placer tenerte por aquí.
      Besines.

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  2. Un caso más de esas mujeres que rejuvenecen con la viudedad.
    Muy divertido.
    Un abrazo.

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    1. Digamos de personas liberadas de las rutinas y costumbres sociales. :)
      Muchas gracias.
      Un abrazo.

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  3. Siempre tus relatos llenos de chispa.
    Besos.

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  4. Jajjajaja Filo la Camapeligrosa!
    Me imagino la cara de los partenaires al encontrarse con un colchón tan inesperado...

    Besos.

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  5. jajajjaja una cortina del cuarto de invitados jjjajjaja Ole por doña Filo. Gracias por estas risas :))
    Besitos

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    1. Le perdonó rápido, hay cosas más importantes ;)
      Besitos.

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  6. Lista la Filo para seguir viviendo la alegría de la vida.
    Y encantadora.

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  7. Le has puesto chispa a la vida con tu divertido relato.

    Un cálido abrazo

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    1. Muchas gracias Sneyder, un poco de pimienta siempre va bien ;)
      Un abrazo cariñoso.

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  8. Jajaja, muy chispeante y divertido tu relato con esta señora tan moderna y tan activa, :))
    Un placer la lectura.
    Un abrazo.

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    1. Hola Elda! Es que las señoras maduras de hoy en día tienen mucho que decir... ;)
      Muchas gracias.
      Un abrazo.

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  9. me llaman la atención esas personas como la Filo. Toda la vida calladas, toda la vida haciendo lo que deben hacer, cuando deben hacerlo y dónde deben hacerlo.. y cuando todo se les desmorona, cuando parecen que deberían hundirse... resulta que son libres.

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    1. Es lo que tiene una vida de dedicación al otro, a la familia, que llega un punto en el que son libres y lo disfrutan.

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  10. Hola Alfred!
    El escrito daría para una comedia. Original y cómico. Nunca lo había pensado.

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  11. Que descansado se debió quedar Amancio...

    Saludos.

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  12. Hola Alfred , pues la verdad sea dicha , yo tengo una por que me la compro mi padre , por temas de salud ya que yo me fatigo mucho , y antes de comprarmela muchas noches dormia sentada en la cama , por que no tenia una de estas , y tengo que decirte que son una verdadera maravilla , son toda una revolución , yo lo que tengo miedo es que algun día , se vuelva loca o haya una subida de luz y me pille a mi durmiendo , y la cabecera y los pies se pliegen y me pillen como un sandwich , jajajajaja .
    Un relato muy bueno , me he reido un rato y eso que yo no estoy entrada en carnes , puesto que peso 45 kilos , en fin que te deseo una feliz semana , besos de Flor.

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    1. Hay mucha gente para la que este tipo de camas es un gran alivio, pero como has visto, no estaba pensando precisamente en ella, sino en otro tipo de personas que le sacan un provecho erótico-festivo. :)
      Besos.

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    2. Uno puede no estar de acuerdo con la modernidad pero de que aportan mucha comodidad nadie lo duda.



      Un abrazo

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    3. Sabias palabras MalquEridA. No hay que denostar la modernidad pues nos trae mejoras notables :)
      Un abrazo.

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  13. Hay que ver qué poder puede llegar a otorgar una cama!
    Vamos...más que una cama, doña Filo la utilizaba como un cetro en ciertos menesteres, jajajaj
    Besos.

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    1. Ya ves Marinel, doña Filo tiene el mando y domina las situaciones en su cama-trono. ;)
      Besos.

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  14. Mira tú que soy inocentona , todo menos pensar en eso de lo erótico -festivo , vaya con la Filo ,jajajajaja ( perdón por no saber interpretado bien tu relato) besos de Flor.

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