Foto de A.C.P.
E. Satie - Gnossiennes n.1-3
Truco o trato (XXXVIII)
Lo extranjero nos invade, pero hay cosas que tienen su gracia. Hace tanto que no lo notamos y poco a poco aceptamos sus normas, con acento propio faltaría más.
Por ello, el encuentro para comentar el curso de los acontecimientos, entre Ofelia, Ernesto, y compañía, dada la fecha, se desarrollaba amablemente, en el apartamento que Ofelia, había alquilado para los días en que estuviera en Barcelona, atendiendo el trabajo que la fundación de Don Pedro había puesto en sus manos.
Pero dada la fecha, su invitación incluía, aparte de un refrigerio convencional, en esta caso con unos generosos canapés, de esos para chuparse los dedos, de otros componentes atendiendo a las tradiciones del día, propios del lugar, o sea castañas asadas, panellets de diversos gustos, dando prioridad por supuesto a los de piñones, acompañado de un buen vino dulce de moscatel.
De momento celebraban, que la cosa de la reclamación o impugnación del testamento por parte de José Carlos, había sido desestimada, todo lo realizado por Don Pedro, de acuerdo a su voluntad, por parte de Ernesto, estaba correcto y tenía poderes otorgados para ello, con lo cual, los hijos solo podían aspirar, a los que quedase en cuentas corrientes, de dinero o depósitos de acciones y valores, aparte de lo que tuviera registrado como propiedad. Aunque ya se había ocupado de dejar bien poca cosa, fuera de la caja de la fundación. Lo justo para que no se sintieran abandonados y pudieran pasar unas buenas vacaciones, al menos una vez.
El lugar donde Ofelia se había instalado, dados los altos precios en la ciudad, estaba algo alejado del centro, pero en contrapartida, tenía unos buenos aires y unas vistas espléndidas. Ver el mar, le daba tranquilidad y le permitía sentirse más cerca de su lejana familia.
(Continuará)
Terrassa, 31 octubre 2025

Hola Alfred, qué bonito fragmento, tan lleno de detalles y matices que envuelven al lector en esa mezcla entre lo cotidiano y lo simbólico. Has sabido capturar la esencia de estas fechas —esa frontera entre la memoria y la celebración— con una naturalidad que se agradece. El encuentro entre Ofelia, Ernesto y compañía tiene algo de ritual, de pausa entre las sombras y la luz, donde la vida y sus pequeños placeres (unas castañas, un vino dulce, una conversación) se convierten en refugio. Un magnífica aportación para el Truco o Trato. Feliz fin de semana
ResponderEliminarBueno, espero que Jose Carlos no le haga la vida imposible a Ofelia, y esta cumpla todo lo bien que lo hizo en vida de don pedro toda su tarea. Gracias, por darnos otro capítulo más. Un abrazo feliz noche .
ResponderEliminarUn bon dia per reunir.se part de la famìlia i amics de D. Pedro . Segurament que Ofèlia donat de la seva fidelitat i confiança amb d. Pedro l.haurà recordat i anirà a posar.li unes flors a on descansa eternament. I seguin les tradicions , a la reunió no hi faltaran castanyes i panellets . A la conversa es comentarà que el testament ha sigut correcte i aixoʻ ja dona una tranquilitat. Que tinguin en pau una bona castanyada i seguirem amb atencioʻ els esdeveniments que tù Alfred ens vas explicant . . Una abraçada i bona nit....
ResponderEliminarXXXVIII ya... y parece que fue ayer.
ResponderEliminarQuedamos a la espera del XXXIX.
Un abrazo.
Hay lugares alejados del centro en las ciudades costera con vistas y ambiente como las que citas, y Valéry habló -poetizó- de ellos.
ResponderEliminarPanellets... no les veo mucho futuro con Halloween creciendo en las mentes colonizadas de las nuevas generaciones.
ResponderEliminarSeguro que los sustituyen por barbacoas o similares.
Saludos.
Me ha gustado mucho el texto, me has hecho sentir, he disfrutado leyendolo.
ResponderEliminarFeliz día Alfred.
Un abrazo
Vaya Alfred.
ResponderEliminarNo sabía yo que andaba de protagonista por historias varias...
Sin embargo veo que me atribuyes el papel de "controlar" documentos. Cosa que sí hago en mi día a día en base a ocupaciones de esas índoles. :)))))
Abrazos.
¿No serás un robot, verdad? :-))))
EliminarLa historia continúa, sigamos con atención los futuros acontecimientos. Por lo pronto acá Halloween se ha convertido en Carnaval 2, hasta Hombres Araña se vieron por las calles, se agradece en lugar de zombies, son más agradables a la vista, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarDe moment tot sembla que està correcte, menys el presumpte emprenyament d'en José Carlos que el pobre així es quedarà, pobre!
ResponderEliminarI la festa com cal, amb castanyes, panellets i moscatell.
Espero que a l'Ofèlia li vagi tot bé i, a més, li aplaudeixo el gust pel pis amb vistes al mar, lluny de sorolls. ;-)
Aferradetes, Alfred.
Tanto allá como aquí tenemos que vérnoslas con (lo que naturalizamos) nos tienían preparado... Chapeau, Alfred, una vez más...
ResponderEliminarBuen capítulo. Una invitación muy agradable con esas cosas ricas.
ResponderEliminarA ver qué va pasando...
Feliz Noviembre.
Un beso.
Ay, vamos a ver como sigue esta historia! A ver qué pasa!
ResponderEliminarbesos!
Tu relato, Alfred, es un delicioso cruce entre lo costumbrista y lo simbólico, donde las tradiciones locales se entrelazan con los ecos de lo global. La escena que pintas (con castañas, panellets y moscatel), no solo evoca sabores, sino también memorias, vínculos y resistencias culturales. Ofelia, Ernesto y compañía parecen encarnar esa pausa reflexiva que nos regala octubre: entre lo que fue y lo que está por venir.
ResponderEliminarAdemás, te agradezco especialmente que tu texto me haya devuelto, con una ternura inesperada, a mi infancia vivida en la casa pairal frente al barcelonés Hospital de Sant Pau, hasta aquel 1978 en que me fui al sur por disciplina profesional. Qué bonito es reencontrarse con uno mismo a través de las palabras de otro.
Gracias por seguir hilando esta historia con tanta sensibilidad y detalle.
Un abrazo.
¡¡Hola Alfred!! Como he estado desconectada de las redes sociales desde junio que dejé el blog hasta ahora, no había seguido la historia de Don Pedro, y me ha sorprendido saber que había fallecido. Parece ser que Ofelia ha sido la que se ha visto más beneficiada, o no, y vamos, conociendo el talante del hijo del fallecido, no creo que le vaya a poner las cosas fáciles.
ResponderEliminarBesitos.
Seguro que esto es en la actualidad? ¿No hay ningún zombie disfrazado de vivo en la reunión?
ResponderEliminarTodo parece perfectamente tranquilo y natural.
Ah. Ya. José Carlos, como no ha sido invitado, y no ha obtenido dulces esta maquinando un truco con abogados zombis contra la fundación. Aunque no hayas sido muy explícito, la maquinación se lee entre líneas.
Abrazooo