CIPRESES ERGUIDOS

 

Foto de A.C.P.  

 


Cipreses Erguidos 

 

Las balas no le rompieron los huesos 

eran de plomo y aguantaron el impacto 

se jactaron de tu muerte en la taberna 

donde los valientes héroes se tomaban 

vino áspero y barato antes de tocar poder 

que eso era lo creían haciendo limpieza 

de todos aquellos que no comulgaban  

con lo que consideraban santo y seña 

de  ese nuevo amanecer que auguraban 

espléndido para su nueva gloriosa España, 

los desafectos al nuevo orden eran muchos 

 y no se podían permitir dejarlos como faros 

que ilustraran al pueblo marcando otro camino 

en las aguas procelosas del variopinto panorama  

en el que la nación exigía una claridad de ideas 

que solo ellos, los elegidos por dios, podían ofrecer. 

 

Pero tú Federico, creías estar protegido por amigos, 

y cuando viste que las hordas bárbaras te llevaban 

con ellas a dar un paseo nocturno en su camión,  

apenas te dio tiempo de despedirte de la luna, tu luna. 

 

Terrassa, 18 agosto 2025 

1 comentario:

  1. Hermoso poema homenaje, cuántos perdieron la vida por pensar distinto, por ser distintos y no encajar en lo que se pensaba era lo mejor, triste, muy triste y tan real.
    Tus palabras conmueven sin dudas.
    Abrazo y buen comienzo de semana.
    PATRICIA F.

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