Lloviendo con ganas
Foto de A.C.P.
Raimon - Al Meu País la Pluja
Tormenta
Hoy nos ha caído una de esas tormentas de aúpa, las típicas veraniegas, esas que se anuncian con una mañana nubosa, tapando el sol, pero que les cuesta ennegrecer a lo largo del día y mientras solo conseguimos tener una de esas jornadas bochornosas, en las que da igual las veces que te refresques, para cuando le da por descargar a esa tormenta, estás soñando con esa lluvia, que encima te obsequia con una carga pedregosa, que hace resonar todo lo que toca en su caída.
Es de pensar, que alguien por ahí arriba, se le ocurrió abrir las compuertas, pinchar las nubes todas a la vez, y en menos de una hora, nos han caído los sobrantes difíciles de asimilar.
Las calles parecen ríos alocados, en busca de un destino desconocido. Al son de una música recia, fruto de una cohorte de rayos y truenos. Mientras el fresco se hace dueño de la tarde y me recuerda esas tardes de septiembre, al final del verano, en que ya asomaban, de forma fehaciente, las próximas obligaciones escolares en el horizonte.
Todo lo cual, solo nos indica, que eso de que el tiempo está loco, puede ser cierto para algunos, pero también de que el tiempo está cambiando e igual lo del cambio climático es una realidad ya bien cierta, o quizás la naturaleza juega con nosotros.
Hoy ya nos llueve, con esa calma y parsimonia habitual de una geografía, digamos civilizada, asequible y asumible, incluso por la propia sufrida clase humana.
Terrassa, 24 julio 2025.
Aquí ha llegado por la noche pero ya estaba cansada y ha expirado en el mar.
ResponderEliminarYo querría tormentas cada día como mínimo hasta fin de año.
Saludos.
Por la noche se suavizó y llovió de forma agradable.
EliminarQue llueva sí, pero tormentas no sé, aunque igual se lleva mucho indeseable.
Saludos.
Como tengo años acumulados recuerdo las tormentas, especialmente las de agosto, y como dicen algunos viejos cualquier tiempo pasado era mejor, aquello eran tormentas, no hacían destrozos, no había víctimas, solo truenos y rayos bajando al fondo del mar. Un abrazo
ResponderEliminarHay, los tenemos años, hemos visto cosas que nadie nos va a creer.
EliminarUn abrazo.
Las tormentas de verano no son ahora lo mismo, antes no dañaban tanto como lo hacen ahora.
ResponderEliminarEspero que no haya hecho mucho daño ni personal material.
Por aquí ha refrescado , pero nada de lluvia.
Un abrazo.
No, ahora son más recurrentes y peligrosas.
EliminarLa de aquí no, al menos que sea grave.
Refrescar también, pero eso se agradece.
Un abrazo.
Pues habrá que mentalizarse -y tomar medidas- cada vez más ante el panorama que viene.
ResponderEliminarNosotros ya lo estamos, ahora solo hace falta que se convenza esa variante humana de energúmenos negacionistas.
EliminarAy qué rico. Vienen bien unos días melancólicos entre tanta exuberancia de sol
ResponderEliminarBesitos Alfred, que estés bien!
La verdad es que con menos ruido y agua en tromba, la cosa se agradecería.
EliminarBesitos, lopillas. Que estés mejor. ;)
Ahir es va ennigular, van caure quatre gotes contades i va tornar a sortir el sol amb moltes ganes de fer-nos suar. Avui ja és una altra cosa, tot ben ennigulat i l'aire que fa és de pluja a prop; tot i que potser que així com hagin vingut els niguls, se'n tornin sense caure ni gota.🤦♀️
ResponderEliminarEl temps ha canviat moltíssim, encara que hi hagi gent que ho negui; les tempestes d'estiu ja no són el que eren, malauradament.
Bonica foto i les lletres d'en Raimon sempre encertades.
Aferradetes, Alfred.
Es deu anar desplaçant cap valtros, paciència.
EliminarMoltes gràcies. Raimon té lletres molt encertades.
Aferradetes, sa lluna!
Aquí también hace el mismo clima, unas tormentas tremendas y a la vez un aire de ducha a cada rato. Con tanto cambio tremendo ya me he pillado un resfriado. Me ha gustado mucho como nos lo has contado. Besos
ResponderEliminarSí, a vosotros también os afecta este cambio de tiempo, es algo generalizado.
EliminarEspero que superes ese resfriado, lleva unos días y ahora en verano es casi más engorroso.
Muchas gracias, besos.
Cuando el calor nos agobia la lluvia nos da paz y felicidad! Claro que en su medida, sin hacer desastres, el agua es confortable. Me encantó ese señor cantando a capela, gracias Alfred, un abrazo!
ResponderEliminarSí, es una buena cosa, tras estos días de calor sofocante, pero lo malo que ahora cae a lo bruto, pero al menos nos ha refrescado.
EliminarUn cantautor ya retirado que fue todo un referente en nuestro pequeño país.
Gracias a ti, maría cristina.
La Naturaleza está hasta los mismísimos de nosotros y está empezando a tomarse le revancha.
ResponderEliminarUn abrazo.
No creo que a nadie le extrañe. Bueno, sí, la caterva de negacionistas.
EliminarUn abrazo.
Las consecuencias de los gases efecto invernadero están siendo más que evidentes, el tiempo está muy loco, no se sabe lo que puede pasar de un día a otro. O te asfixias o el agua se desborda por las calles.
ResponderEliminarUn beso.
Es tal como dices. Nos toca sufrir por nuestros abusos.
EliminarUn beso.
Ay , con la falta de agua que hay en Canarias, y ustedes sufriendo a veces estas lluvias torrenciales que arrasan...
ResponderEliminarUn beso!
Ya ves, unos tanto u otros tan poco.
EliminarUn beso!
Hasta aquí llegaron los ecos de vuestra lluvia.
ResponderEliminarSupongo que algunas gotas, también hubieran ido bien.
EliminarLa lluvia, ese arte del fluir. Saludos.
ResponderEliminarUn arte que puede en ocasiones, convertirse en una especie de castigo de los dioses.
EliminarSaludos.
Pues sí, Alfred. Los "diluvios" de Cataluña.
ResponderEliminarUnos 40 años atrás, de cuando no había cambio climático, viajaba yo por la autopista dirección Barcelona. A pocos kms de la ciudad, una cortina de agua impresionante salió a mi encuentro.
¡Cortina! Es decir, 5 o 10 m antes ni una gota, y justo entro en el diluvio, y no se veía nada. Algún km más allá, salí de la cortina y, radical, ni una gota más.
En llover he visto de todo, pero como en esa curiosa ocasión, nunca más.
Abrazos.
Sí, en Cataluña y en el Levante, nos viene de antiguo, lo que pasa es cada vez es más grave.
EliminarEso mismo me paso una vez, yendo de Barcelona al sur. Todavía lo recuerdo como algo muy curioso, era como meterse en un túnel de lavado.
Abrazos.