Foto de lluvia (Pinterest)
Ob-La-Di, Ob-La-Da
The Beatles
Recuerdos
In memoriam M.B.R.
Llueve, llueve mucho, llueve con intensidad, con ganas, casi diría que con rabia; si no fuera porque se ve agua por todas partes, pensaría que alguien con acertada puntería, se dedica a tirarnos cubos de agua, desde lo alto, con precisión milimétrica, a pesar de que nos trasladamos a una velocidad importante, dadas las condiciones atmosféricas, precisamente para intentar escaparnos de ellas, o al menos llegar casa, cuanto antes, pues notar como el agua se nos cuela por todas partes, atacando y refrescando en demasía, nuestras partes, sea permitida la redundancia; el Barbour hace rato que perdió su legendaria eficacia, total fueron diseñados en la lejana Albión, donde la lluvia a pesar de ser habitual, no tiene la fuerza de todo lo ibérico, fieros toros incluidos; la lluvia sigue a lo suyo, mojarnos sin piedad, sin reconocer que ya no hace el calor del pleno verano, sino el de acercarse al fresco otoño. Mis tejanos van adquiriendo un color a tono con esa estación que ya se anuncia, pasando de su reconocido color azul minero, a un desvaído verde grisáceo de ignorada procedencia, hasta no llegar a destino, no pude ver, con cierta cara de repulsión, como la capa aceitosa antilluvia, de la chaqueta, se había ido trasladando, cubo va, cubo viene, cubo de agua cae encima, bien repartida por pantalones, calcetines y bambas. A todo esto y para amenizar el viaje, dado que por aquellas fechas no disponíamos de música ambiental, un ligero traqueteo con tendencia en aumentar sonido y cadencia, nos empezó a acompañar en nuestro húmedo peregrinar hacia nuestra meta. En este caso, resultó ser el cojinete de la rueda trasera, cambiado poco antes de iniciar la vuelta, que se estaba comiendo su espacio vital, supongo que para estar más cómodo, y aprovechar para bailar un poco de salsa, la cuestión fue tener que aminorar la marcha, con lo cual los lanzadores de cubos tenían más fácil el acertarnos, e ir inspeccionando por mi parte, como buen paquete coequipier, el estado del bailongo rodamiento, desenfrenado en su liberación, para dar parte inmediata a grito pelado del mismo, al sufrido piloto, estoico en su decidida voluntad de llegar sí o sí. Decir que se consiguió, que me dejó en casa, en una hora nocturna muy avanzada, que mis pasos por la entrada, escaleras, ascensor y recibidor, fueron de un pingüino recién salido del agua, llevando un salmón en la boca, esparciendo también con sus esfuerzos por escaparse, agua por todas partes.
Recordándolo, nos reímos siempre, aunque la moto fue jubilada antes de lo previsto.
Terrassa, 8 septiembre 2024
D'això en diem per aquí: dur-se'n un bon xop.
ResponderEliminarAgrair, després de la peripècia, haver arribat a casa sa... i fresquet com una rosa. ;-)
Aferradetes càlides, Alfred.
Records d'altres temps, una moto i molts km. per endavant, la pluja mai ens frenava, però era ben incòmoda.
EliminarUn dels molts moments compartits amb l'amic que ha iniciat un altre viatge.
Gràcies, Paula!
Aferradetes!
El objetivo de llegar a casa, se logró. Como todo en la vida o casi todo, lo importante es alcanzar la meta.
ResponderEliminarAbrazos Alfred.
Sí, se logró, con incomodidad impuesta, pero se llegó el día que tocaba.
EliminarAbrazos, Tatiana.
Me tienes contento, Alfred.
ResponderEliminarEn moto, lloviendo a mares, de noche, con una farol cada kilómetro, con la moto rota...
Vamos a felicitarnos.
Viva la supervivencia!!👏👏👏
Abrazooo ( bueno, primero quítate el barbour)
Ya veo, son cosas del pasado, son muchos los recuerdos compartidos, con un amigo que se fue tras esa ruta que no queremos coger.
EliminarLo de la farola, es por la foto escogida, la realidad fue una oscura noche, con poca visibilidad por la fuerte caída del agua, y con unas ganas locas de que aquello acabara de una vez.
¡Viva por siempre!
Abrazo con el Barbour quitado!!! ;)
Jajajaja, y lo bien que finalmente se sentía ser objetivos de esas lluvias, porque vigor, sobraba, con tanta juventud. Era muy difícil despegarse la ropa de la piel al llegar a casa. ¿Sabes? Me gustaría salir a que la lluvia me mojara de esa manera. Veré la manera de hacerlo. Jajaja. Te invitaría si viviéramos cerca.
ResponderEliminarBesos de lluvia.
Te aseguro que tanta agua encima llega a cansar y agotar la paciencia de un santo Job.
EliminarQuizás te lo pasarías bien, yo llegué a pasearme en plan Gene Kelly, bajo la lluvia, pero por una calle de Barcelona y camino a casa. ;)))
Gracias por la invitación, la acepto con gusto.
Besos lluviosos.
Eso sí, la cabeza con el casco bien sequita, algo es algo :)
ResponderEliminarSon esas aventuras de malos tragos y buenos recuerdos
Besitossss
Sí, por supuesto, la cabeza protegida, eso siempre.
EliminarDigamos un contratiempo inesperado. ;)
Besitos, lopillas.
Bendita lluvia, pero maldito el momento que elige para manifestarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
La lluvia, eso se sabe con más edad, siempre es una buena cosa, aunque nos fastidiase el viaje o más bien, su alegre final.
EliminarUn abrazo, Chema.
La lluvia siempre bienvenida aunque empape y deje recuerdos nostálgicos con sonrisas actuales para momentos incómodos vividos. Gracias por la música además Alfred, un abrazo!
ResponderEliminarUn episodio puntual, de un final de viaje algo accidentado, pero divertido.
EliminarGracias a ti, maría cristina, un abrazo!
De vez en cuando y después de tanto calor que hemos sufrido, no vienen mal un chapuzón. Lo malo es que caiga agua sin medida y haga daño . La ropa se seca y si no se coge un resfriado, una experiencia más y muy bien contada!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Sí, en épocas muy calurosas, no está de más, un buen chaparrón.
EliminarMuchas gracias, Nani!!
Muchos besitos.
Me gusta como a tí dejar constancia de las peripecias y de momentos desconcertantes. Con palabras muy sentidas.
ResponderEliminarSí, a los que nos gusta escribir, se nos va la pluma tras toda historia o anécdota, digna de ser contada.
EliminarMuchas gracias, Alicia.
Bienvenida esa lluvia, que nos llene los pantanos y refresque la atmósfera.
ResponderEliminarLa mota tal vez le haya venido bien, esa trompa asi se le da descanso.
Un abrazo, feliz descanso
Por siempre sea bienvenida.
EliminarNo nos dio descanso, tan solo nos frenó en nuestra progresión rutera.
Un abrazo, gracias y feliz pata ti.
Desconozco la causa pero me has recordado con el tema de esta entrada la canción de Juan Manuel Serrat "Balada de otoño" que inicia diciendo: "Llueve, Detrás de los cristales llueve y llueve.Sobre los chopos medio deshojados, Sobre los pardos tejados. Sobre los campos llueve.
ResponderEliminarY anteanoche llovió tanto y nos pilló desprevenidos que nos pusimos como una sopa, es lo que tiene no estar acostumbrados a que llueva por esta zona del sur.
Saludos
No recuerdo la canción de Serrat, pero seguro que describe mejor, lo que es una de esas lluvias sin fin.
EliminarPero es fruto de juntar una lluvia estrepitosa, de esas que no permiten ver nada, un recuerdo y una partida que me trae muchas anécdotas como esta.
Saludos.
Igual que un pingüino salido del agua llegué ayer a casa.
ResponderEliminarMe pilló el diluvio yendo en bicicleta y cometí la temeridad de seguir pedaleando y no refugiarme.
Me había mojado otras veces yendo en bici bajo la lluvia pero como ayer jamás.
Saludos.
Entonces conoces esa sensación, en la que optas por seguir en vez de buscar donde guarecerse y a pesar de pasarlo mal, no cambiarías de decisión.
EliminarEn bici es bastante antipático.
Saludos.
qué poquita cosa somos cuando la naturaleza decide ponernos en nuestro sitio :) lo bueno de esas anécdotas es que las recuerdas con el paso del tiempo y siempre te devuelven una sonrisa, ¿verdad?
ResponderEliminarNo somos nada más que una especie de hormigas para que la naturaleza juegue. La sonrisa siempre vuelve, prueba superada. ;)
EliminarVerdad!
¿Os habéis planteado "rezar" antes de la siguiente excursión? :))))))
ResponderEliminarDepende de a quien os dirijais, la cosa suele funcionar...
Aburrir ya se ve que no os aburrís!
Abrazos Alfred.
Ya no habrá próxima excursión. Lo hablamos cuando tocaba pensar en el próximo destino, pero ese viaje lo tenía que hacer solo.
EliminarNo, nunca nos aburrimos.
Abrazos, Ernesto.
Entendido Alfred.
EliminarAbrazos.
Lluvia... agua donde danzan los recuerdos...
ResponderEliminarAbrazo
Lluvia, esa lluvia que ya no sabes por donde viene, los recuerdos danzan y la lluvia hace de pantalla, para proyectarlos.
EliminarAbrazo, Milena.
Lluvia bendita por todos lados, bien!
ResponderEliminarBeso
Por siempre sea bendita.
EliminarMe alegra verte por aquí.
Beso.
¡Qué hermoso relato de lluvias! :) Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Inma!
EliminarUn abrazo. ;)
Querido Alfred, vaya experiencia, toda una aventura bajo la torrencial lluvias.
ResponderEliminarSabes? yo no uso paraguas, cuando llueve mucho me gusta caminar, pisar los charcos, llevo botas de lluvia, por suerte llegaste como pingüino a tu hogar y seguro te pusiste al lado del fuego a calentar los huesos, me robaste una sonrisa, como me hubiese gustado verte, con lluvia y en la moto, yo te hubiese seguido para disfrutar ese momento que lo contaras mas veces.
Una delicia leerte querido Alfred, estas sequito ahora?
Te dejo todo mi cariño y un beso
Hola! Pues sí, una de esas aventurillas vividas en otros tiempos.
EliminarTampoco soy mucho de usar paraguas, casi te podría decir que nada, siempre son un engorro y no sabes qué hacer con ellos, salvo perderlos claro.
Bueno, era verano y no me esperaba ningún fuego, pero sí el calorcillo hogareño, siempre de agradecer.
Muchas gracias, estoy sequito, de momento. ;)
Con cariño, un beso.
En su momento debió ser una putada pero tal y como lo has contado es un excelente recuerdo con un amigo.
ResponderEliminarY bendita lluvia, desde este lado del blog y a secas, jajajaja, puedo decirlo
Un beso
Un poco incómodo y desagradable, sí que lo fue.
EliminarPero el tiempo suaviza las cosas y acabas tomándola a broma.
Con la sequía que arrastramos, ahora me parecería una bendición.
;)
Un beso, Carmela!
Toda una aventura, pero lo más importante es que acabase bien.
ResponderEliminarBesos Alfred!!
Sí, acabo bien, y la rueda aguantó.
EliminarBesos, Dakota!
Simpático toque de humor le diste a esta historia. Dicen que la lluvia lava los pecados del mundo, a saber por qué llovía con tanto empeño ahí donde estaban ustedes. No quiero afirmar nada, pero jeje Va un abrazo, Alfred.
ResponderEliminarEl tiempo lo carameliza todo, bueno, casi todo.
EliminarPues unos cuantos, debíamos de llevar encima, seguro. ;))))
Un abrazo, Julio D.
Una anécdota para no olvidar. Y,como testigo, esa lluvia que es tan necesaria.
ResponderEliminarTodo terminó bien, afortunadamente.
Un abrazo.
Sí, de esos viajes, con percances que los hacen más originales.
EliminarAhora la lluvia me molestaría menos. ;)
Un abrazo, Amalia!
Tu destreza descriptiva siempre enseña, Alfred. Que lo sepas aunque me tarde en leerte...
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero otra vez!!
Muchas gracias, carlos. Todos tenemos el tiempo para nuestras cosas, limitado.
EliminarAbrazo, con aromas mediterráneos.
Muy bonito Alfred!, Qué buenos recuerdos de vuestras aventuras... un beso enorme!
ResponderEliminarHola, Katy!
EliminarHay tantas cosas para recordar... esto fue viendo una de esas lluvias que no dejan ver, que nos cayó el otro día.
Un beso, bien grande.
A mi me pareció un relato sensible, emotivo, más allá de la anécdota. La lluvia acompañando ese recuerdo de alguien que ya no está.
ResponderEliminarBeso grande
Así es, una situación actual, me permitió avivar un recuerdo.
EliminarCosas vividas, compartidas y que nos conforman en como somos.
Un gran beso, lunaroja, gracias!
¡Qué bonita historia de vida!
ResponderEliminarMe ha encantado y, todo sea dicho de paso, Alfred, soy una enamorada de la lluvia.
Tiene algo romántico, nostálgico, terrenal. Nos atrae hacia lo más natural y eso me gusta. Nos aleja de las tonterías, vaya.
Un abrazo muy fuerte y gracias por compartirlo. He sonreído. Es dulce este relato.
Muchas gracias, campurriana!!!
EliminarTotal, solo han pasado poco más de 40 años, pero de cosas de estas hay a montones, anteriores y posteriores, las amistades se fraguan a lo largo de compartir muchas vivencias. El buen humor es lo que más predominó.
Un fuerte abrazo, y me alegra saberlo, yo también sonreí.
La lluvia a veces no es buena compañera y para ejemplo la aventura que nos cuentas donde os pasó de todo.
ResponderEliminarBonito recuerdo.
Besos Alfred
Puri
Ahora se lo perdonaría todo, por la falta que nos hace. Pero en aquellos tiempos y en las circunstancias en las que estábamos, no era lo más adecuado, solo dificultaba el avance. Pero de todo sale algo positivo.
EliminarGracias, Puri.
Besos.
Com sempre una fotografía impresionant de quan plou ' a bots i barrals '. Bon record del amic que ja no hi és , però queden a la memòria tants fets i situacions passades que els anys no les han esborrat . L.amistat és un sentiment , que honora a qui , com tú , sap apreciar.ho ! Un tendre relat el d.avui Alfred ! Gràcies per fer.nos.hi participar ! Bona tarda !... .. .. Pepi.
ResponderEliminarAquest cop, la foto no és mèrit meu, però era el que buscava, per mostrar unes condicions de conducció bastant precàries pel que fa a visibilitat.
EliminarA vegades, situacions actuals, et desperten certs records.
Bona tarda i bon viatge!
Gràcies Alfred !..
EliminarLo has descrito tan bien que me parecía estar viendo una película "La verdad es que me ha divertido" .
ResponderEliminarUn abrazo.
;))) Realismo mágico en las letras. A veces sorprende, como recuerdas algo en cuanto se activa la espoleta.
EliminarUn abrazo, Conchi.
Hola Alfred: Se lo necesaria que es la lluvia pero, personalmente me pone de mal humor, jajja. Qué viajecito. Me gustó leerte. Abrazo grande. Te espero por mi blog personal que estoy estrenando. Te espero por allí cuando quieras. Susana
ResponderEliminarhttps://elisabetsusanadesimonerelatos.blogspot.com
En aquella época, lo de la lluvia no nos agobiaba tanto, teníamos suficiente.
EliminarAhora, habría escurrido la ropa en un cubo.
Muchas gracias, E. Susana, abrazo grande para ti.
Iré para allí. ;)
La lluvia fuerte es bonita de ver...tras los cristales de la ventana, no ni ná...
ResponderEliminarUn beso.
De ver, sí... pero de soportar... ya no tanto. Eso, tras una ventana y con el café en la mano. ;)
EliminarUn beso.
Querido Alfred, una aventura muy linda y mas viniendo de bellos recuerdos, me gusta la lluvia, es nostálgica, amorosa es vida.
ResponderEliminarQue tengas un hermosa y feliz semana
Te dejo todo mi cariño y besos querido amigo
Gracias, Noemí, Fue una de esas anécdotas, para recordar de mayores, sin las molestias e incomodidades y disfrutando de una buena velada.
EliminarIgualmente, buen finde.
Con cariño, un abrazo y un beso, querida amiga.
Aquí ha llovido poquísimo este verano. Estoy deseando que lo haga para ahorrarme regar mi diminuto jardín. Bueno pero que llueva mansamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues, era de los que creía, que estás en tierras de buen clima, al respecto.
EliminarEspero que tomen nota por ahí arriba y te manden una ración civilizada de lluvia.
Un abrazo, Mara.
Querido amigo, vaya aventura, es lindo caminar o andar en Bici bajo la lluvia, si no hace frío, si hace calor es una experiencia muy linda para mi.
ResponderEliminarAbrazos y te dejo un besito
Andando o en bici, se soporta algo mejor, aunque no sea una panacea, e incordia lo suyo. Pero en moto, de noche cerrada, con una rueda en precario, es algo incómoda.
EliminarAbrazos y un beso, querida Liz.
Aun habiendo sufrido lo indecible, hay recuerdos que no olvidamos, y no solo por malos, sino por representar una vivencia personal de una época en la que soportábamos lo indecible, practicando la máxima que dice "la sarna, con gusto, no pica" (aunque mortifica, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, de todas esas experiencias, estamos hechos.
EliminarEra época de mortificación, los más!
Un abrazo, Josep Mª!
Seguro que lo pasaste muy bien, aún mojados. Besos.
ResponderEliminarSí, por supuesto, eran época en que estas no eran un impedimento importante.
EliminarBesos.
Un viaje que no olvidarás Alfred. Buen recuerdo haces a tu amigo. Se lo que es ir en moto y diluviar, nos pilló el agua más de una vez, pero recuerdo una que a pesar de ir preparados , me entró agua por el cuello y me caló toda.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
No, y ahora menos, un recuerdo compartido, de los muchos vividos juntos.
EliminarAgua, me ha pillado más de una vez, pero esa fue espectacular, tener que escurrir la ropa interior, me había pasado en tormentas de montaña, de esas que no hay dónde guarecerse y la prisa nos comía.
Buen finde, Laura.
Un abrazo.
Siento mucho que os mojarais tanto. El otoño está a las puertas y ya nos tenemos que abrigar un poco, aunque todavía no hace frío..
ResponderEliminarLa música ademas de alegre, muy bonita.
Un abrazo.
Como hace mucho tiempo, la pulmonía no fue a más. ;)
EliminarYa empieza a refrescar, aviso de que se acerca.
Es una música escogida para el amigo. Gracias.
Un abrazo.
Qué bueno! Has hecho de un tremendo chaparrón un magnífico relato :)
ResponderEliminar(lo del Barbour que no sirve en la llueva ibérica es tal cual... allí parece que están pulverizando gotas de continuo jeje)
Muchas gracias, Sylvia! Hay chaparrones que dan para mucho.
EliminarHay que reconocer que la ducha intensa a la que fuimos sometidos fue de lo más apabullante y que la chaqueta que llevaba yo, debía de tener más mili.
;))))
Jajaja, menuda aventura, imagino cómo subía esa lluvia por tus pantalones. Te los podías haber remangado, aunque tampoco habría solucionado mucho siendo una lluvia intensa.
ResponderEliminarMuy simpático tu relato Alfredo.
Te agradezco mucho tu comentario, eres la única persona que me ha visitado 😃. Muchas gracias y un abrazo.
Lo fue, un viaje de grato recuerdo, con esa anécdota y otras muchas, claro.
EliminarEl problema era que la chaqueta no aguantó lo que debía.
Muchas gracias, Elda. ;)
No me lo creo, se pensarán que sigues de vacaciones, ya vendrán.
Un abrazo para ti y feliz finde.
Tudo se quer na justa medida, incluindo a água.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
La naturaleza tiene sus propias leyes.
EliminarUn abrazo, amigo Nunes.
Cuando llueve así, mejor bailar.
ResponderEliminarUn beso danzarín.
Pues, no nos veo bailando encima de la moto, avanzando como centauros mojados, por la senda de la lluvia. ;)
EliminarQue dancen los besos, uno para ti.