Barbacoa (Imagen de I.C.)
La Barbacoa.
Programada con antelación, tras muchos retrasos
por cancelaciones, siempre de última hora, al fin iba a ser inaugurada la
temporada de comidas informales, ya no al aire libre, por cuestiones climatológicas, pero si el hecho de hacerlas.
En cuanto a la presencia de los ilustres
invitados, digo ilustres por qué yo estaba incluido, digamos que estaba todo previsto,
para que fueran testigos de tan magno acontecimiento.
Al fin se iba
a proceder al estreno de la flamante, nueva y lustrosa barbacoa.
Todo estaba adjudicado, quién traía la carne,
objeto principal que da pie a justificar el aparato, quién traía las salsas
adecuadas, elemento indispensable para gozar adecuadamente del sabor, quién
traía el pan y vino, para hermanar tamaña celebración, quién traía el postre
adecuado, para poder poner fin con merecimiento al ágape celebrado.
La anfitriona, nos iba recibiendo con alegría,
manifestada en sus besos y abrazos.
Estaba contenta de poder celebrar el
acontecimiento estrenando el cachivache en cuestión.
Los jóvenes, se habían adelantado en su
llegada, como oficiantes del uso de la barbacoa.
Cortaban la carne y preparaban el fuego, mientras nosotros íbamos envolviendo las más
modestas patatas en papel de aluminio, para introducirlas entre las brasas.
Esperábamos al resto de comensales invitados,
entretenidos en los diversos quehaceres de la preparación y hablando de
nuestras cosas, ajenos al desespero de los que estaban abandonados a su suerte
en la calle, a la espera que algún vecino les abriera la puerta, dada nuestra
ignorancia en saber de su presencia.
Instalados en el patio trasero, para hacer tan
magno acontecimiento al aire libre y así poder perfumar adecuadamente, la ropa
tendida de los amables vecinos, algunos de los cuales ofrecían presentes de
tanto en tanto, tales como colillas, papeles o algo de ropa.
Tras la llamada telefónica de rigor, enterados
de la presencia externa, enseguida todos estuvimos sentados a la mesa,
degustando de las viandas, en amable charla.
Bife, churrasco, cuadril, vacio, chorizo
criollo…incluso una pequeña concesión al gusto patrio con unas morcillas.
Bandejas con una enorme carga de carne, se nos ofrecían ante nuestros ojos, exigiendo un alarde de imaginación de cómo introducir todo aquello en nuestros miserables estómagos. La salsa ayuda, claro que sí y más si es un chimichurri casero de excelente factura.
Luego, como quién no quiere la cosa, una buena porción de tiramisú y para rematar la faena unas buenas trufas, suerte del café para bajar tanto dulce.
Bandejas con una enorme carga de carne, se nos ofrecían ante nuestros ojos, exigiendo un alarde de imaginación de cómo introducir todo aquello en nuestros miserables estómagos. La salsa ayuda, claro que sí y más si es un chimichurri casero de excelente factura.
Luego, como quién no quiere la cosa, una buena porción de tiramisú y para rematar la faena unas buenas trufas, suerte del café para bajar tanto dulce.
Pero amigos, hay algo que después de tan alegre
comida, que siempre queda en manos de la anfitriona, una enorme y pringosa
torre de platos amontonados, copas enteladas por diversos contenidos, cubiertos
prestos para acumular desechos varios, tazas y tacitas y una enorme, requemada
y nada lustrosa barbacoa.
Utilizada con alegría, que conserva en su
fondo, cenizas impregnadas en grasa, una parrilla con trozos de carne
carbonizada, pan visiblemente desmejorado y unas ganas enormes de volver a ser
lo que fue al principio de la velada, una lustrosa, brillante y ya estrenada,
barbacoa.
Sarria, 12 Diciembre 2016.
Lo primero; cachivache, siiiiiiii. ¡Que palabra más linda! ;)
ResponderEliminarQue manera tan genial de contar un agradable día, entre amigos, alrededor de tan magno cachivache.
Yo tenía uno de piedra, y recuerdo haber pasado muy buenas veladas como la que nos cuentas, pero un día reventó la chimenea (estoy viva de milagro) ahora sólo queda la parte de abajo, pero que hace el mismo servicio.
Y sí, la anfitriona al final siempre se queda con una cacharrada importante. Pero seguro que ha disfrutado la velada tanto como el resto de ilustres (anda que) invitados.
Genial!!!!
Besines
Me alegro te guste Livy :)
EliminarLa velada fue un disfrute total, pero luego siempre queda la carga pesada para la anfitriona del acto. Pero para eso estamos los ayudantes.
Gracias!!!
Besines
Con un bocadillo de chorizo se hubiera llenado igual el estómago, sin necesidad de ponerlo todo hecho una perdición.
ResponderEliminarUn abrazo.
He de reconocer que el chorizo criollo estaba de muerte, pero la verdad, no se me ocurrió comerlo en plan bocadillo, había muchas cosas buenas para hincar el diente.
EliminarUn abrazo.
Así es... cuando todos se van allí quedan los restos de la velada y un buen rato de frotar y frotar...
ResponderEliminarSaludos.
Si, el fin de fiesta siempre es penoso, y lo de frotar y frotar...dura y dura...
EliminarSaludos.
Sabes lo que acabo de leer me recuerda a un texto de Almudena grandes que leía ayer en El País, sobre alguien que lo tenía todo y a la vez tenía el vacío de hacer por otros lo que nadie hacía por ella.
ResponderEliminarSe tomaba un tiempo y se marchaba ...nadie lo tomó en cuenta hasta que vieron el móvil y las llaves sobre la mesa y se acercaba la hora en la que todo eso...quedaba pendiente.
Un abrazo de luz Alfred
https://www.google.es/amp/elpaissemanal.elpais.com/columna/una-terapia-imprevista/amp/
EliminarBueno por suerte no es el caso de la prota de Almudena, brillante cuento por cierto, aquí la cosa era más sencilla y sin esa especie de explotación consentida, hasta que revienta el personaje.
EliminarUn luminoso abrazo.
Muchas gracias por el envío.
EliminarBien se merecía tal inaguracion, aunque eso si el trabajo duro viene después cuando la fiesta acabo.
ResponderEliminarBesos
La inauguración fue espléndida, otra cosa es el después.
EliminarBesos Ilesin.
Y digo yo que los invitados si son de confianza...pueden echar una mano antes de hacer mutis por el foro,no?
ResponderEliminarMe ha entrado hambre,me voy a cenar!
:P
Besos.
Tú has visto alguna vez, aceptar por parte del anfitrión, ayuda para estos menesteres, siempre se dice, eso lo hago yo en un periquete y mejor me aclaro solo.
EliminarQue cenes de gusto :)
Besos.
La anfitriona se lleva la peor parte, limpiar todo eso... Pero lo bien que se pasa bien merece el esfuerzo.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que sí, pero son sacrificios que se hacen con gusto, la compañía y la velada en sí, merecieron la pena.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred, después de un paroncito, retomo de nuevo el tajo.
ResponderEliminar¡Ojú! Ya sólo me resta tomarme una mijilla de bicarbonato, niño...
Pues ya me has hecho recordar las barbacoas de cuando yo era chica, la candela a tope y los demás deseando tapiñá, eso sí, mi madre después nos pedía la "colaboración" con un arte que me hacía reír.
Me has traido bonitos recuerdos, es un bastinazo de entrada.
Te deseo que tengas unas fiestas navideñas estupendas y todo lo mejor para los 365 que vienen.
Un abracete con turrón.
Me alegra tu regreso, tomate el que haga falta chiquilla ;)
EliminarTe deseo lo mismo y más.
Abrazo turronado.
Pero a todos los involucrados .....!que le quiten lo bailadoooooooooo!!!!!!
ResponderEliminarPor aca hacemos parrilla se usan poco las barbacoas de metal
hasta en los apartamentos modernos se la construye en el balcon
Por aca especialmente en las fiestas es muy pero muy usada je je
Eso si los platos y vasos y demais sn lavados por todas las damiselas presentes
je je
Abuelas abtenerse!!!!
Cariños
Lo mas triste es cuando todo se acaba. Excelente relato. Saludos
ResponderEliminarTodo tiene un final y ha de ser el mejor posible.
EliminarMuchas gracias!
Saludos.
Buena reunión para disfrutar, lo malo es que luego hay que recoger todo y quien lo hace se queda como la barbacoa :)
ResponderEliminarUn buen relato como siempre.
Un abrazo.
Alrededor de una mesa y en buena compañía, se pasan los mejores momentos. Lo malo no suele desanimar para dejar de hacer otra barbacoa ;)
EliminarMuchas gracias!
Un abrazo.
Eso de las barbacoas está muy bien y es muy divertido siempre que sea en casa de los demás porque cuando es en la propia.....
ResponderEliminarUn relato muy divertido.
No te creas, está muy bien en cualquier sitio, más si te vienen a cocinar y te lo traen casi todo ;)
EliminarAdemás todo forma parte del rito.
Muchas gracias Ambar!
Qué buenos ratitos se pasan. Si todos echamos una mano en los pre y en los post se podrían repetir más a menudo, no crees?
ResponderEliminarBesitos tiznados
Se pasan unos buenos ratitos, como tú dices, y los pre y los post, están en función de las disponibilidades de cada uno, pero nadie falla ;)
EliminarBesitos ahumados.
La barbacoa, buen invento, que sirve para el uso y disfrute de quien la tenga. Pero lo importante es el ambiente que se crea y lo bien que se pasa. Lo peor es cuando se van todos y tienes que recogerlo todo. La perjudicada la barbacoa.
ResponderEliminarComo invento casero, para la preparación de comida en plan informal y normalmente para bastante gente, es genial.
EliminarA parte que la carne hecha así esta sabrosísima, en función de las manos del cocinero asador, claro!
Lo de recoger, ni te cuento...
Lo importante es que lo pasastes bien...pero que todos ayuden un poco , no te parece.
ResponderEliminarUn beso
Y tanto que sí, pasarlo bien y repartir trabajos ;)
EliminarUn beso.
Una crónica del estreno de barbacoa que te ha quedado para chuparse los dedos.
ResponderEliminarQué bueno eres escribiendo.
Un beso.
Hola Sara, mis letras tratan de expresar lo bueno que es pasar un rato con amigos a pesar del trabajo que pueda llevar.
EliminarMuchas gracias :)
Un beso.