Siempre
había creído que las escaleras al infierno eran descendentes.
Hasta
que me he visto subiendo, los trece peldaños hacia el cadalso.
Recordando
el tacto de tu mano posada sobre la mía, la última noche que estuvimos juntos,
mientras agarraba el pomo de la palanca del cambio de marchas, Cuando justo una
vez aparcados, frente a tu casa, lo vimos.
Ahí
estaba él, quieto, estático, justo enfrente nuestro, en aquella lluviosa noche
de mayo, en que nuestras miradas solo estaban perturbadas por el movimiento
acompasado de los limpias y la dolorosa imagen de aquel ser, fuente de todas
nuestras desdichas.
Aún
no había parado el motor del coche, puse primera y aceleré con decisión hacia
aquel bulto cubierto por una gabardina beige clásica.
Tú
no dijiste nada.
Sarrià, 24 mayo 2016
Buena música. Hay veces cuando la compenetración es mútua, que sobran las palabras. Lo que no se sabe, es la história que envuelve al hombre de la gabardina.
ResponderEliminarUn saludo, acompañado de congoja.
Con su muerte y la no declaración del culpable, queda cerrado el caso.La mujer no consta en el expediente.
EliminarUn saludo.
El infierno puede ser ascendiente comenzando desde el tacto de la mano.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buena descripción, empieza en nosotros mismos.
EliminarUn beso.
Oh, qué horror, qué crudo. Me has dejado pasmada.
ResponderEliminarBesos
Hay decisiones que se toman crudamente, sin concesiones, máximo con un gesto de aprobación, o no?
EliminarPasmado me ha dejado el tipejo que has puesto en tu post ;)
Besos.
al menos espero que ella se lo agradezca eternamente y con el alma...
ResponderEliminara veces el amor nos lleva por caminos bien bien j_d_s¡¡
Pues no sé que decirte, no lo fue a ver ni en la vista, ni en la cárcel, tampoco testificó, ni consta en ningún expediente.
EliminarA veces para alcanzar la calma y la felicidad hay que actuar de manera drástica.
ResponderEliminarBesos
Creo que se quedó como muy descansado con su acción.
EliminarBesos.
También fue fuente de la desdicha final...
ResponderEliminarSaludos.
Dado que se negó a declarar y a defenderse, no le debía importar demasiado.
EliminarSaludos.
Creo que el infierno lo creamos nosostros aca en nuestro entorno y muchos en el tienen que vivir
ResponderEliminarSon opciones no???
Fuerte el escrito
Cariños
Pero la cuestión es, se sube o se baja?
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo Abu!
Creo que yo tampoco hubiera dicho una sola palabra .. Saludos. De lujo tu entrada. Muchas gracias por visitarme. Para mi siempre sera un honor recibirte.
ResponderEliminarHola Jackie! Bienvenida!De tanto salgo a dar una vuelta y en algunos sitios me quedo prendado ;)
EliminarMe ha encantado, Alfred.
ResponderEliminarBuen relato y buena redacción, ni le faltan palabras ni le sobran, limpio y escueto: plas, plas, plas, seguro que te ha salido de un tirón.
Y estupendo final.
No dijo ni pío. Después de tantos pesares cualquiera rechistaba.
Situación de extrema gravedad, llevada al límite.
EliminarMuchas gracias!
A veces cargarse a alguien que te la ha hecho muy gorda debe sentar bien, aunque se pague caro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiempo ha, leí un libro que viene a cuento de lo que tú dices, se titulaba "El inmenso placer de matar un gendarme" o algo parecido.
EliminarUn abrazo.
Corto y escueto relato. Con un final de película de acción, que queda abierto.
ResponderEliminarUn beso
Hay decisiones que se toman en un lapso de tiempo muy corto y condicionan toda una vida.
EliminarUn beso.
Parece un fragmento de una película de cine negro,una en que saliera la Stanwick con cara de mala...
ResponderEliminarPero son casos que suceden en la realidad...
En pocas líneas lo has plamado.
Estremece pensarlo.
Besos.
Bien cierto, o un polar con el Alain Delon...Has visto...puse música y todo :)
EliminarMuchas gracias!
Besos.
Bueno una decisión tas rápida y a la brava, digamos que tiene unas consecuencias nefastas, no se yo que decirte del pobre tipo atropellado.
ResponderEliminarEvoca tu texto a esas mujeres fatales del cine negro, que manipulan al protagonista para que hagan el trabajo sucio de deshacerse de alguien que las incomoda, y, una vez hecho, hacen mutis por el foro y si te he visto no me acuerdo, dejando al pobre diablo cargar con todas las culpas.
ResponderEliminarHay que ver lo mucho que se puede decir con tan pocas palabras y unas cuantas notas musicales a ritmo de buen jazz, amigo tocayo. Y por ello te felicito efusivamente.
Abrazos.
En ciertos temas ser concisos y justos de palabras nos hace más efectivos.
EliminarMuchas gracias tocayo.
Un abrazo!
Entre la estupenda música y tu relato yo ya me he hecho mi película. El pobre hombre de la gabardina, sería el marido de la amante que se quedó tan campante con la muerte de los dos, porque si subía al cadalso el prota, no sería para saludar, con lo cual en esta ocasión el infierno estaba arriba... porque después ya no existe, el infierno me refiero.
ResponderEliminarUn placer y un abrazo.
Me encanta que te hayas hecho tu película, al son de la banda sonora y mis palabrejas. Digamos que el después, es una interpretación muy libre y personal ;)
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Y luego dices tú de mi , que por que " Mate a Yagor " y mira tu por donde , has matado al marido de su acompañante que es una Demonia mala y a arrstrado hasta el mismisimo infierno al pobre hombre , dios mio es que las desgracias nunca viene solas . Muy buen relato Alfred , me a gustado mucho .
ResponderEliminarBesos de Flor.
Jajaja!!! Los cosas salen así.. Es una historia muy negra.
EliminarMuchas gracias Flor.
Besos.
Hola Alfred, breve pero muy intenso el relato que nos dejas con este final y la musica de acompañamiento, me has dejado con los pelillos como escarpias, es como una peli de suspense, a pesar del "miedo" me ha encantado:)
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja! Muchas gracias por tan halagador comentario. Por mi parte objetivo cumplido ;)
EliminarBesos.
Vaya peliculón con tan pocas palabras...y además de las que te ponen el pelo de punta. Y en este caso la figura de
ResponderEliminarHumphrey Bogart se asocia a pesar de apenas haber visto una o dos de sus películas, por la gabardina de cuello subido y el sombrero calado hasta las orejas, será por siempre el mas recordado como la figura indefectible del cine negro.
Sus películas debieron de ser algo semjante a tu relato.
Bogart supo muy bien cómo sortear los peligros de las mujeres araña que salían de cacería portando la barra de labios como única arma.
Tu protagonista, creo que no.
Buenísimo Alfred, ya ves, me ha fascinado, como la biografía de Bogart y me ha pasado.
Mile Davis... genial como siempre.
Besos.
Me he pasado, quería decir :)
EliminarHola Daphne! Caramba que exposición más brillante y sugerente que has expuesto. Muchas gracias.
Eliminarjajaja!!! No te "has pasado" para nada. ;)
EliminarBesos.
Te va muy bien lo negro, ¿quién era el de la gabardina, el marido? Estupenda música para enmarcar. Y estableces que al infierno también se llega por todos los caminos.
ResponderEliminarUn beso.
El negro es elegante, estiliza la figura, sienta bien, es cool ;)
EliminarCiertamente el infierno tiene muchos atajos para llegar.
Quién es el de la gabardina...Chi lo sa?
Un beso Sara.
Alfred te he leído un poco sobrecogida, encima estaba escuchando la música que nos has propuesto que me ha parecido ideal para el relato, se lee mucho mejor, contagia ese ambiente.
ResponderEliminarMe has dejado con tantas dudas..¿Quién es el de la gabardina? ¿el marido? una auténtica peli de cine negro.
Un saludo
Hola Conxita! Al final tendré que inventarme algo para la víctima. ;)
EliminarMuchas gracias.
Un saludo.
Siempre se habla de las bajadas al infierno...Ahora tengo dudas...
ResponderEliminarMuy conseguido el suspense, sí señor!
Besos Alfred!
Digamos que a veces parece que habita entre nosotros.
EliminarMuchas gracias señora :)
Besos Sofya!
Te felicito Alfred, Un relato intenso con muchas incógnitas. Mi mente ya está dándole vueltas a las consecuencias. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, espero que saques conclusiones de tus deliberaciones ;)
EliminarSaludos.
Una ultima noche...la imagen de un ser fuente de toda desdicha, y acelerar contra eso y con su silencio...preciosa inspiracion...abierta a muchas interpretaciones...era un hombre? era un bulto sin vida? eran los problemas?....
ResponderEliminarMe encanto, breve y aun brillante!
besos, feliz fin de semana!!
Dejemos en que quisieron hacer desaparecer lo que les era desagradable o desgraciado. Pero el que cargo con las consecuencias fue el pobre conductor.
EliminarBesos y feliz finde!
Las decisiones drásticas es lo que tienen, no te paras a pensar en las consecuencias.La música que le pusiste a esta historia es genial.
ResponderEliminarBesos Alfred.
Puri
La toma de una decisión así, digamos en caliente, tiene eso :)
EliminarGracias!
Besos Puri.
Me gustó el relato. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Amapola Azzul!
EliminarBesos.
dicen que es el miedo que paraliza pero yo creo que a veces es el hartazgo que te obliga a moverte y decidir
ResponderEliminarhay un punto, en el que la ebullición mental, te obliga a salirte de tus casillas y pasa lo que pasa ;)
EliminarBestial, Alfred! Bufff
ResponderEliminarMenudo entusiasmo Rita :)
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