Estaba siendo una velada perfecta, la llevó a un restaurante recomendado en las mejores guías, en todo momento estuvo pendiente de cederle el paso y adelantarse a sus movimientos. Sentados a la mesa, estuvo atento y alabó sus gustos, aunque hizo caso de lo que el maitre les recomendó. Tenía claro que su conversación le interesaba mucho por la atención que le dispensaba, concentrándose mucho con los ojos entrecerrados. No parecía tener mucho apetito, pero las mujeres con ese tipo, ya lo hacen. Le costó un poco despertarla mientras pagaba la cuenta.
Esa mujer, estaba prestando una escucha muy poco activa. Tu personaje quizá investigue qué le pasa.
ResponderEliminarMe ha gustado.
un abrazo.
Más bien creo que el tipo es un tanto pedante, no? Un abrazo.
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