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Legislación
Adecuada
Unilateralmente
(Para poder
echar a los inquilinos a cajas destempladas)
Me tomo un
descanso mientras los ojos me hacen chirivías de tanto estar mirando la
pantalla del ordenador en busca de un piso.
Maldigo
entre dientes la codicia y los gobernantes que la defienden con su indiferencia,
o con acciones directas, en beneficio de los de siempre.
Tolerando
actuaciones, que permiten la indefensión total para los ciudadanos que no
tienen otra alternativa o no quieren tenerla, a una vivienda en propiedad.
Llegan a ser
desesperantes las acciones cada vez más continuas, de tener que coger los
trastos y cambiarse de vivienda, los contratos cada vez son más cortos y más
onerosos.
Ahí está las
gracia, para los A.P.I. claro, cuanto más reducido sean los años de su duración,
más renovaciones y cambios habrán, resultado más ganancias.
El abuso en
el tema inmobiliario es desesperante, ahora me ha tocado a mí, pero es
continuo.
No se
permite el arraigo social, si una zona se pone de moda, estás perdido, sube
como la espuma y no hay peros que valgan, sin explicación alguna te ves en la
calle.
Da igual que
no hayas fallado nunca con tus obligaciones de inquilino e incluso hayas
mejorado notablemente el estado en el que recibiste el piso.
Se siente,
ahora puedo sacar el doble y sobras.
Estamos
construyendo una sociedad en la que no me siento para nada representado. Podría
decir que es la jungla, pero en ella creo que hay más maneras.
Ya sé que
esto es un desahogo personal, ante una situación que me enfurece en
sobremanera, no puedo hacer nada, solo protestar, aquí es como si lo hiciera en
voz alta, asomado al balcón, para que me tomen por un loco más.
Tengo que
seguir buscando vivienda, mientas oigo como suenan las campanas de esa iglesia
que tengo bien cerca y que me ha acompañado en estos últimos cinco años.
Mientras me estremezco al pensar en todo lo que tendré que embalar y trasladar
de aquí nada.
Así que aquí
estoy, a la caza desesperada de un hogar, se supone que digno, a la que tenemos
derecho todos los súbditos de su graciosa majestad, por estar amparada por la
sacrosanta constitución.
De cuya
defensa a ultranza para bien de todos los españolitos, alardean tanto algunos, pero
que este tema parece que no les importe mucho.
Si no véase
el caso hecho al secretario del sindicato de arrendatarios en el congreso de
los diputados, en el intento de ser escuchado por los políticos de turno.
Barcelona se
está convirtiendo en una ciudad imposible para los contribuyentes de poco peso,
a pesar de qué, paradojas de la vida, nuestra excelentísima alcaldesa se aúpo
al cargo, gracias a su carrera como miembro vistoso de la plataforma "Stop Desahucios",
que por cierto no han cesado en el trascurrir de su mandato.
Las campanas
suenan otra vez impertérritas a mis tristes cavilaciones sobre mi futuro alojamiento.
Sarrià,
viernes 13 de abril 2018