BOCA A BOCA



                                            Fotografía de I.C.C. 





 

Boca a Boca 

 

Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca. 

Así que preferimos cambiar la ubicación donde gastarle una broma.  

Cómo íbamos a imaginarnos que no sabía nadarsiendo la hija de nuestro monitor de natación.  

Era algo que a ninguno de nosotros se nos podía pasar por la cabeza, vale que tirar a su hija desde el acantilado no estaba bien del todo, pero es que era una pesada. 

En parte porque le habíamos puesto piedras en los bolsillos y, en parte por estar siempre dando la lata con lo bueno que estaba el socorrista. 

 

Barcelona, 16 febrero 2021 

 

MANIFESTACIONES

 


Fotos de I.C.C. / Kitty /Autor



                                          Manifestaciones

 


 

Ya vamos por los cinco días de protestas generalizadas, gracias a la  última “genialidad” de la justicia. 






Última hora de la tarde noche del sábado, tras un paseo por un barrio de reconocido ambiente desinhibido, donde todo es aceptado, donde la modernidad y el clasicismo conviven tranquilamente, además goza de cierta fama libertaria.  





Decidimos ir a por algunas provisiones. 

Entramos tarde, en un conocido comercio perteneciente a una cadena muy de moda en los últimos tiempos, por su oferta en productos naturales de proximidad. Hay que abastecerse de algunas cosas.

 

  • - Dense prisa que en un ¼ de hora cerramos. 

  • - Sí, vamos rápido, son un par de cosas (mentira). 

  • - ¡Sí! ¡será un momentito! (Otra mentira). 


Mientras estamos seleccionando que tomates cogemos, cuando caduca la leche fresca, el grado de madurez de un aguacate, que bolsa de ensalada parece más fresca y que mandarinas tienen mejor pinta, nos viene un empleado muy azorado. 


  • - Vamos a cerrar puertas, está llegando la manifestación. 

  • - Vale, ya nos vamos. 

  • - Es que vamos a cerrar. (Hay miedo en su rostro). 


Viene una chica y nos dice que han cerrado, pero si queremos nos abren para que podamos salir, si no esperarán hasta que hayan pasado los manifestantes. Optamos por irnos cuanto antes, por unos manifestantes más o menos no nos vamos a quedar encerrados.

 

  • - Preferimos salir. ¡Gracias! 

  • - De acuerdo, vengan. 


Pagamos en caja y nos acompañan a la puerta, suben la persiana metálica y vemos al asomarnos una multitud abigarrada, cantando consignas y con unas pintas poco recomendables, sobre todo para espíritus educados como los nuestros. 





Algunos de ellos se entretienen arrastrando los contenedores de la basura hacia el centro de la calzada y volcándolos para dificultar la llegada de los furgones policiales cuya luz azul se vislumbra a lo lejos. 


Nos incorporamos a la corriente humana que asciende por la calle al son de cantos y consignas gritadas con fervor borreguil:  

 

“Mucha policía poca diversión” 

 

Un joven que me precede coge una tapa metálica del suelo y empieza aporrear con gran entusiasmo un escaparate de una conocida compañía de telefonía patria. Intentamos no desentonar en demasía mientras buscamos una posible salida alternativa de la marea manifestante. 





Doblamos por una calle secundaria, intentando llegar a casa dando un rodeo, evitando el grueso de la manifestación. Somos varios los que iniciamos la misma operación y se añaden algunos de los jóvenes de negro que parecen ser los más activos.


  



En una esquina vuelcan los contenedores de basura, esparciendo su rico contenido por el suelo, pero sin pegarles fuego. Sigue viniendo más gente joven desde otra calle y subimos entre ellos. Hay unos que se meten en una portería a fisgonear a saber qué.

  


Sin hacerles caso seguimos a lo nuestro. Llegamos a nuestra calle en la que se han incorporado muchos asistentes camino de la manifestación que sigue ascendiendo por la calle principal. Dejamos las cosas y bajamos a ver el panorama. 






Hay gente que ha salido de las casas a mirar y otras a proteger los contenedores de material para reciclar, son como golosinas para los incendiarios.

Ya hay algunos que se han aproximados con la intención de pegarles fuego, a pesar de que es una calle secundaria y por ello estrecha con una acera ídem y, situados muy cerca de la fachada de una casa.

Un vecino impide la propagación dando una patada a una caja que ya ardía y la pisotea hasta apagarla, otro le secunda, ambos increpan al pirómano, intentan hacerle ver el peligro de su acción, pero no es un tipo sensible al raciocinio.


 



Intenta insistir en su acción, pero entonces somos más los que le imprecamos y desiste a regañadientes cuando se lo lleva uno de sus compinches.


 



Más tarde los vecinos irán saliendo con cubos para inundar de agua todo aquello susceptible de arder.


 


Ya hace un par de años hubo una mala experiencia en otro punto de la calle. Quedó toda una preciosa fachada totalmente ahumada y un local comercial completamente quemado.




Un negocio arruinado y unos vecinos asustados. Por suerte no hubo víctimas.



                             ¡Manifestaciones sí, violencia no! 


 



Barcelona, 21 febrero 2021