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Leonard Cohen
CAMPANILLA
Ahora golpearé la tumba con los nudillos…Mira que les dije: ponedme una campanilla en la mano derecha por sí es una simple catalepsia.
Pero no hay manera, estos chicos han salido a su padre, que hubo que enterrarlo a prisa y corriendo de lo bañado en ron que estaba.
Encima para que se pudieran ir de campamentos no hubo ni funeral.
Ellos son así, van siempre a la suya, no atienden lo que se les dice.
Suerte con la Ser, el relato es bueno y cuenta con la sorpresa final. Un abrazo
ResponderEliminarMe parece a mí que no soy muy de su gusto ;)))
Eliminar¡Muchas gracias!
Un abrazo Ester.
Me has he Ho reír jajaja.
ResponderEliminarMe imagino que seré primer premio porque se lo merece.
Es es lo mejor que me podías decir.
EliminarBueno eso ya no será posible.
¡Muchas gracias!
Por si por casuala me despertara en la tumba, con lo claustrofóbico que soy, es por lo que he dicho que directo a la incineradora.
ResponderEliminarSuerte.
Pues sentirse achicharrado no sé yo sí....
Eliminar¡Muchas gracias!
Tu escrito me ha recordado a lo que tantas veces escuche a mis abuelos sobre muerte por catalepsia, no es un mal recurso poner una campanilla dentro de ataúd. Un buen micro, si no lo saben apreciar es cuestiona de ellos no del autor. Un abrazo
ResponderEliminarVaya, no sabía que fuese una cosa tan corriente.
EliminarNo claro, siempre que la puedas usar. ;)
Muchas gracias Campirela.
Un abrazo.
jajajaja... me has hecho reír Alfred, a este tema hay que ponerle su puntito lo de la campanilla es buena idea.
ResponderEliminarFeliz año 2022. Un abrazo
;))))
EliminarEso me alegra mucho.
¡Feliz 2022!
Un abrazo Carmen.
Qué bien redactado, Alfred. No entiendo cómo no disfrutsn estos de la Ser, así como lo hacemos nosotros. Tienes mi premio. Tener esa enfermedad es una crueldad.
ResponderEliminarMil besitos de lunes.
Muchas gracias Auroratris.
EliminarSus criterios tendrán.
Algo bestia sí que es.
Mil besitos para este lunes.
Debía haber pedido que le dejaran un hacha. Pero con esos hijos tan indisciplinados...
ResponderEliminarUn saludo.
¡Y destrozar una caja tan bonita?
EliminarNo le parecería bien a la familia.
¡Seguro!
Un saludo.
Jajaja.😅 verdaderamente genial. Al final no tenemos tanto miedo a la muerte, simplemente nos horroriza que nos entierren o nos incinereren vivitos y coleando.
ResponderEliminarBueN tema y buen microrrelato. .
Un abrazo.😄
Muchas gracias Berta.
EliminarEs inevitable, pero ha de ser de verdad, a medias es muy preocupante ;)
Un abrazo.
Que bueno tu relato Alfred. Terror me da lo de la catalepsia, por eso la incineración es lo mejor, ya no daría tiempo a despertar, 😆
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Elda.
EliminarEs un terror clásico.
La incineración más rápida sí que es.
Un abrazo.
jajaja, muy bueno Alfred, merecerías el premio! Me encantó la fotografía con ese Papá Noel en esquíes, gracias por don Leonard además, un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias maría cristina.
EliminarEs bueno reírse de todo. ;)))
Me hizo gracia un Papá Noel alto y delgado y además esquiando.
Leonard es un valor seguro.
Un abrazo.
Tenint un fills així, millor ser previnguda; tot i que la campaneta em sembla que no seria la solució.
ResponderEliminarGenial el teu relat!... i si canvies d'emissora?.🤭
M'agrada com sona el Cohen de fons.
Aferradetes, Alfred.
La seva prevenció no li va servir de res.
EliminarMés li valia haver-los educat millor.
Encara que segur que el pare no va col·laborar gaire.
Moltes gràcies.
No ho sé, segurament seria el millor.
Aferradetes!
Este es muy, muy, muy bueno.
ResponderEliminarMerece premio.
Saludos.
Muchas gracias Toro.
EliminarNecesito un jurado más ad hoc. ;)
Saludos.
Tus trabajos desde hace mucho que merecen premio. Este es sobradamente bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas Gracias Sara.
EliminarEs una consideración que me anima.
Un abrazo.
Raramente los premios los ganan los mejores. Casi siempre los ganan los amigos de los jurados. Aquí, allá y acullá. Tú tienes el premio del gusto de tus lectores.
EliminarBesos.
Muchas gracias por tus palabras, tu valoración me enaltece el ánimo y me hace seguir con mis palabrejas con el semblante bien alto.
EliminarBesos Sara.
Muy bueno, Alfred.
ResponderEliminarMuy de moda en el s.XVIII la campanita, y de ahí lo de "salvados por la campana" jajaja
El relato me parece fantástico.
Besines.
Muchas gracias Livy.
Eliminar¡Tú sí que sabes!
No siempre se cumplía, pero tener la campana era vital. ;)))
Besines.
Mas allá del merecido premio que ojalá consigas, viene premiándote tu imaginación... No sé qué es mejor. O sí sé, pero es sólo mi opinión.
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Ya te puedo decir que no ha sido escogido.
EliminarCon gran desconsuelo por mi parte y falta de cariño por la suya.
Intentaré reponerme gracias a vuestros ánimos que sin muchos y considerables. ;)
Tu opinión carlos, me es muy válida y la agradezco.
Abrazo desde aquí.
Muy bueno amigo Alfred. Es un relato de premio, me da a mi que pensar, ¿no será que hay muchos enchufes y los premios están ya casi adjudicados? 😂😁
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo y feliz semana.
Muchas gracias Juan.
EliminarYa ves que no lo ha conseguido.
Pudiera ser, pero no importa, seguiré enviando de tanto en tanto, es distraído.
Un fuerte abrazo amigo y buena semana.
Seria mejor optar por una sirena de esas de manivela que no requieren electricidad y que son capaces de llegar a más de 100 Db. Me da a mi que una campanilla es poca cosa.
ResponderEliminarYa veo que tú estás muy puesto en el tema, eso me suena más a toque marinero o de lugar con mucha niebla. Mientras se la pongan al finado, todo vale.
EliminarOhh relatazo!
ResponderEliminarTan logrado, ese final,el argumento...en fin todo te hace brillar!
Merecidísimo triunfo en la Ser que ojalá te reconozcan!
besos.
Muchas gracias lunaroja.
EliminarUn detallazo por tu parte tamaño reconocimiento.
ya ves que en la Ser pasan de mí.
Besos.
Estos hijos no están a lo que hay que estar. Pobre mujer.
ResponderEliminarBuen micro, Alfred, haber si tienes suerte en otra edición.
Un saludo.
Unos hijos criados al tun tun.
Eliminar¡Muchas gracias!
Ya veremos la próxima. ;)
Un saludo Ángel.
Jajajaj, qué bueno Alfred!! Ese comienzo nos puso a todos tétricos.
ResponderEliminarBesicos muchos
Es que no quedaba otra ;))))
EliminarMuchos besitos Nani.
nunca tengo claro lo que valoran en esos concursos, pero a mi me ha gustado, así que enhorabuena.
ResponderEliminarEn eso coincidimos.
EliminarGracias por tu buen gusto. ;)
Humor negro, pero con humor!!! Una buena combinación...
ResponderEliminarA competirrrrrrrrrrrrr
Un fuerte abrazo!!!
En definitiva humor. ;)
EliminarCon humor se puede ir a todas partes.
Gracias Emilio.
Un gran abrazo.
Qué tétrico y cómico a la vez, pues no será por falta de imaginación.
ResponderEliminarBesos.
Como la vida misma en su observación más realista.
EliminarMuchas gracias Ana.
Besos.
¡Qué agobio, pobre mujer!
ResponderEliminarNo te habrán dado el premio, pero nosotros sí lo hemos tenido con el buen rato pasado leyéndolo.
Un abrazo.
Ha de ser un terrible despertar.
EliminarMuchas gracias Chema, son palabras que me animan.
Un abrazo.
Cría cuervos Alfred!! El mío más pequeño justo hoy se me fue a acampar con la novia y bueh, creo que me enterraría de apuro para no perderse un día jajajjaja. Igual no me confiaría en la campanilla . Quién va a quedarse a ver si suena? Premio, premio!!
ResponderEliminarCreo que tienen mala fama los cuervos. Al fin de al cabo son muy educados y siempre van vestidos de gala.
Eliminarlas prioridades de los hijos son las que son, pero algo de culpa de los padres siempre hay.
Muchas gracias Lyliam.
Podría suceder así... Los hijos quieren vivir su vida y se les olvida todo por las prisas... Muy bueno el relato y la foto me encanta, yo tengo una campana igual o parecida... Saludos amigo Alfred.
ResponderEliminarUna situación no del todo improbable.
EliminarMuchas gracias Sandra.
Las antiguas campanas de llamada, ahora simples piezas decorativas.
Saludos amiga.
Precioso post, muy jocoso en su tono, para un hecho aterrador.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Albada.
EliminarJocoso y descarnado a la vez.
Un beso.
¡Ay, pobre mujer! Si es que ya sabemos que los hijos van a lo suyo y no nos escuchan.
ResponderEliminarMuchos besos.
Una pobre mujer víctima de la mala educación de sus hijos.
EliminarGracias Montse.
Muchos besos.
Hola Alfred!
ResponderEliminarEs un relato corto pero cuerdo, bien explicado.
Hola Enric!
EliminarLa Ser impone sus normas, 100 palabras sin contar la frase de inicio.
;)
Muchas gracias.