SONRÍA POR FAVOR

Egon Schiele

Un poco de ritmo

Sonría por favor

Con una sonrisa puesta, las cosas son más fáciles y de mejor llevar. Es como recordar aquello del: ¡sonría por favor!, típico de aquellos fotógrafos que ya no existen.

Ahora la gente suele ir con el semblante adusto por las calles hasta que se hacen un selfi, entonces automáticamente sonríen, cual mueca dibujada en la cara de un payaso e inmediatamente recuperan su personal seriedad. 

Cuando la foto la hace otro, la petición es siempre la misma, una sonrisa que llene la cara de una alegría sin contener. Para ello se conjuran todos los fotografiados en soltar palabras que ayuden a lo que los antiguos llamamos, una sonrisa “Profidén “.

De todo lo cual se deduce, que una foto no es buena, ni aceptable, si no hay una persona sonriendo en ella.

Por ello no entiendo por qué se enfadan tanto conmigo, cuando me pongo delante de los motivos más turísticos que hay en nuestra hermosa ciudad, con una amplia sonrisa en la cara justo en el momento en que disparan la máquina. 

Luego siempre tengo que salir corriendo, tras sus quejas e improperios, a pesar que les he mejorado la foto de un modo harto notable.

Puedo llegar a entender que los turistas no estén al quite de ciertas cuestiones, pero resulta que los naturales del país, tampoco suelen ser amables y sus reacciones son muy parecidas.

Pura agresividad, es lo que circula por la calle. ¡Que le vamos a hacer!

Me gustaría saber que tal salgo en todas esas fotos, pero visto lo visto. Mejor me quedo tal cual soy


P.D.
Dedicado a  J.L. Trujillo
Relato surgido tras la lectura del post:
"El hombre que se olvidó de reir en las fotografías"




Barcelona, 10 de Enero 2019