Vamos en el tren, haciendo un viaje rutinario, el de cada martes, hacia la ciudad. Hay compromisos que son un verdadero placer, el poder cumplirlos.
En el vagón, bien abarrotado por cierto, todo el mundo va a lo suyo, es decir, mirando la pantallita del móvil con un interés solo superado por los que, sentados en los asientos reservados, aparentan dormir profundamente como si vinieran de una noche loca.
En el trayecto hay algunos túneles, no excesivamente largos, a veces casi no les da tiempo a saber qué pasa, cuando ya estás fuera de la zona oscura.
Como buen observador del entorno, mirando por la ventanilla, el reverdecido paisaje tras estas últimas lluvias, que han devuelto la alegría al campo y a los pantanos, cuando estoy en un túnel, miro a la gente que me rodea. Hay caras que son un poema, como las de pobres criaturas protegidas como menores, pero que dan pena por los madrugones que se pegan para estar en un colegio bien, que no es el de su pueblo.
Mientras observo la fauna circundante, me doy cuenta de que el túnel, es más largo de lo que yo recuerdo. Vale que puede haber reducido la velocidad, pero eso no sería suficiente para justificar el tiempo de más en oscuridad externa, a lo mejor estoy con el síndrome del apagón, todavía no justificado de hace muy pocos días y que afectó a toda la nación.
La sensación no me abandona y me extraña, haciéndome sentir incómodo, como un turista que no acaba de entender todos los suplementos de las cuentas del posadero.
No comenté nada al llegar a destino, pues no vi ninguna cara de sorpresa en los compañeros de viaje, a los amigos que me esperaban.
A la semana siguiente, no noté nada raro, e incluso el tema del apagón tampoco era noticia de primera plana. Simplemente, a veces, tenemos sensaciones o impresiones, que no sabemos explicar, pero de las que estamos seguros haber sufrido, pero tampoco se trata de irlas soltando por ahí, para que te tomen por un viejo chalado.
Igual, simplemente estuve en un espacio-tiempo diferente.
Terrassa, 15 mayo 2025
Has reflejado muy bien la sensación posterior al apagón. Coincido contigo que la gente de a pie, se ha reprimido en hablar de sus sensaciones, creo que más que porque les tomen como viejos chalados,, por evitar nombrarlo para que no se repita y vaya a más.
ResponderEliminarEl próximo, más y mejor.
ResponderEliminarEl próximo túnel, eh
Si el salón hubiera durado lo mínimo, pero hubiera empezado a ñas 20.00, la gente se que hablaría, y no amablemente. Los que les volvió la luz siendo de día, apenas notaron nada.
Abrazooo
Y eso que en Cataluña el apagón duró menos que en Andalucia y especialmente en Granada que hasta las tres de la noche no se hizo la luz., fué un tunel muy largo.
ResponderEliminarSaludos
Creo que todos hemos sentido algo parecido alguna vez y no hemos hallado explicación plausible a lo ocurrido. ¿Será una impresión objetiva o subjetiva? ?Ocurrió de verdad o solo fue un ensueño? Ya se sabe, en el tren pueden pasar muchas cosas extrañas, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Alfred, con los móviles, se ha perdido la comunicación.
ResponderEliminarMe ha gustado leer este trayecto, sobre todo por la crítica que dejas, y es que olvidamos rápido lo que sucede, pero, aun así, siempre queda un pequeño residual de congoja que reside en el subconsciente.
Besos.
Para mí el placer del viaje en tren es cosa del pasado. A pesar de la lentitud, las demoras, los traqueteos (siempre bien llevados), etc. Había diálogo entre desconocidos. Podías contemplar el paisaje. Leías con comodidad. Hoy la urgencia en llegar, el individualismo en que que cada viajero se encierra (no le resto derecho, por supuesto), los ruiditos de los móviles, la velocidad que pasa el campo ante nuestros ojos tendrá otros encantos pero no placer. Una opinión personal.
ResponderEliminarUna sensación que dura poco, porque rápido nos envuelven en otras noticias, no salimos de una que llega otra y lo asimilamos.
ResponderEliminarHace años viajaba mucho en tren y me inventaba vidas de los otros viajeros, llegue a tener una novelilla. Abrazos
Qui pren la mida al temps ? A vegades s.ens fa llarg quan esperem una notìcia , un resultat mèdic , una trobada desitjada....d.altres , tenim el cap ocupat en altres cabòries , senzillament en disfrutar del paisatge ,en llegit el final d.un llibre , o d.aclucar els ulls una estona ..... Quina idea més original ens presentes avui , Alfred !! Cel.lebro que al final del viatge sigui la trobada dels dimarts de vells amics. Molt bon relat , Alfred !! Bon dia ! .. .. .. .. Pepi.
ResponderEliminarMe gusto leerte, porque has reflejado muy bien esa sensación de vacío que te deja cuando algo no llegas a entender , pero que ha existido.
ResponderEliminarEl viajar en tren me gusta, creo que es uno de los mejores transportes que tenemos, podemos contemplar el paisaje y andar al menos estirar las piernas . Un abrazo, y feliz fin de semana.
Hermosa la vieja máquina en exposición! La chica también hermosa que me miraba y cantaba y las notas salían de pronto muy altas como si nada de su hermosa garganta. Y por último tu experiencia extrasensorial, algo no fue normal y nos desconcierta, y no queremos comentarlo por no parecer extraños, y nos queda esa sensación sin repuesta, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarUn viatge interessant, el teu.
ResponderEliminarDe vegades passen coses fora del comú, però que n'estàs segur que han passat i no saps com explicar-ho. Doncs crec que tots, o al menys jo, ho hem entès.
Com a observador, un deu. ;-)
Aferradetes, Alfred.
No has podido expresarlo mejor.
ResponderEliminarY, además, me gusta viajar en tren.
Un fuerte abrazo.
Seguramente quienes estaban a tu alrededor estarían teniendo sensaciones parecidas a las tuyas, pero disimularían, mirando para otro lado, para que los demás no pensaran que estaban chalados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Alfredo, reflejaste muy bien esa sensación de congoja cuando no entiendes que pasa... Quizás en otra ocasión ese túnel vea antes la luz. Un abrazo
ResponderEliminarAiii Alfred quin dia aquest del apagon, jo no vaig veura cap tunel pero el tip de caminar que em vaig fer, de punta a punta de Barcelona va ser ben angoixan, sense saber com tornar a casa 🤦🏻♀️Dons aquesta angoixa tambe me la fas sentir amb el teu relat, els tunels, el tren i la gent que tenvolta tambe es una imatge molt coneguda per a mi i puc sentir be el que dius. Gracies Alfred com tambe gracies per la miusica que has posat, desconec la cantan pero magrada força.👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻😉👍🏻😍😊😘
ResponderEliminarQuién sabe Alfred, quién sabe...
ResponderEliminarBesicos muchos
Me ha gustado mucho tu relato, introspectivo, y a la vez expresando la realidad post apagón, que creo que nos hizo a todos reflexionar , y tener un punto de inflexión acerca de las necesidades que nos vamos creando y la importancia de lo que a priori se descarta por "viejo".
ResponderEliminarUn abrazo.
Las percepciones a veces son caprichosas como nuestros pensamientos. Te deseo un feliz domingo
ResponderEliminar¡¡Hola Alfred!! Tal vez sí pasó algo, pero tú mismo lo has dicho, todas las miradas puestas en el móvil o durmiendo, y pocos miraban por la ventanilla. También nos estamos acostumbrando a que pasen cosas y nadie de explicaciones, pues éstas nunca llega, y ya normalizamos cualquier cosa por extraña que parezca. Besitos.
ResponderEliminarHonda conmoción has transmitido, Alfred. Qué están tramando? Qué nos tienen preparado?
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Alfred. ¿Y te preguntaste cómo, quizás, te miraban ellos a ti en ese lapso de oscuridad que, paradójicamente, sirve para ver nuestra verdadera cara? Inquietante texto. Me gusta.
ResponderEliminarVa un abrazo hasta allá.
Alfred, muy bien contada esa experiencia del apagón, cada persona sentiría cosas diferentes. Una gran introspección.
ResponderEliminarBesos.
No se puede ser mejor explicando el apagón, que "secuestró" al país entero por demasiado tiempo.
ResponderEliminarLa sociedad me temo que se va acostumbrando a recibir "palos" y salimos de uno y nos viene otro...
Hace pocos años viajar en tren era una delicia, cómodo y seguro, El Ave, desde el 1992 era la estrella de Renfe, un verdadero orgullo y puntualidad enorme.
¿Qué funciona hoy en el país?
También hice una entrada sobre el apagón, no tuve los comentarios que el caso requería, como tú y aquí lo dejo.
Un texto magnifico, Alfred.
Besos.
Lo has contado que haces sentir mucha inquietud en ese puente. Imagino que la sensación dura un tiempo. Ojalá lo olviden y no se vuelva a presentar un fallo similar jamás.
ResponderEliminarBesos.
Sin duda Alfred fue eso...
ResponderEliminar¿A qué buscar mayores disquisiciones? :))))))
Abrazos.
A mí todo me parece más largo y más difícil que antes.
ResponderEliminarCreo que igual que los recuerdos se modifican algo parecido pasa con las sensaciones.
Saludos.
Muy bien Alfred, me ha gustado leerte. Besos.
ResponderEliminar