VENDEDOR DE HUMO

 

Foto obtenida de una expo.  

Por A.C.P. 

Georges Brassens  

Mourir pour des idées 

 

Vendedor de Humo 

• Ese tío se va a enterar, le voy a cantar las cuarenta. 

• ¿Y tú crees que le va a preocupar mucho? 

• Al menos que se entere, que a mí no me engaña. 

• Eso lo sabe de sobras, no pretende engañarte, simplemente salirse con la suya. 

• Pues conmigo no lo va a tener fácil, demasiado le hemos consentido. 

• Pues ves a verlo y dile lo que piensas. 

• Eso haré. Ya te contaré. 

• Aquí estaré. 

• 
  

*** 

• Sr. Primer ministro 

• Hola Thomas, que bien que hayas venido, que tal va todo. 

• En el grupo parlamentario estamos preocupados, por la aparente posibilidad de establecer unas alianzas con nuestros acérrimos enemigos en la cámara, de cuya utilidad no vemos ninguna ventaja para nosotros, teniendo la posibilidad que los conservadores se abstengan, por el bien común y todo eso... 

• ¡Ah, eso! Bueno, es que lo de los conservadores no está tan claro, por no decir que es algo imposible. 

• Pero si ya llevamos varias reuniones con ellos y tenemos todo a punto para establecer un pacto de legislatura. 

• Pues todo pacto, tiene una posibilidad de no llevarse a cabo, ya sabes, están para romperse, 

• Pero Sr. Primer ministro, no hemos sido advertidos en el grupo... 

• Sí claro, eso es cierto, pero es que hay fugas de información en el grupo. Incluso han llegado más allá de la prensa.  

• Pero eso es imposible, los miembros de la comisión de enlace han sido debidamente escogidos entre los más fieles, de los nuestros. 

• Todo el mundo tiene un precio. 

• ¡Sí, claro, Sr.! 

• No importa, más vale que sigan engañados, mientras iniciamos negociaciones con los indeseables. 

• ¿Cómo Sr.?  

• ¡Ah bueno! Es mejor dejar descolocados a la oposición y hacernos con las riendas del país, con más posibilidades de futuro. Vamos a negociar con los periféricos. 

• Pero eso nos va a llevar a la ruina, todos se nos volverán en contra, incluso los delegados nuestros en esas áreas.

• Cierto, crearemos un caos, en el que solo nosotros sabremos movernos.-

• ¡Genial! 

• Por eso, he pensado en una persona extraordinaria para llevar ese asunto, con cargo de vicepresidente del gobierno. 

• Bien Sr. ¿Se sabe el candidato, o entre quienes va a ser escogido? 

• ¡Oh sí, por supuesto! ¡Está más que decidido! ¡Será Ud. Thomas! 

• ¡Bien Sr.! ¡Gracias Sr.! 

• 
  

*** 

• ¡Hola! ¿Cómo te ha ido! 

• ¡Ah muy bien! 

• Es un tipo muy dialogante, un gran estadista. 

• ¿Cómo dices? 

• Ya lo verás, vamos por buen camino. Por cierto, te vas a ir destinado al norte, para establecer una cabeza de puente, para organizar unos encuentros y preparar una mesa de diálogo con esos locos. 

• Estamos hablando de negociar con... 

• ¡Exactamente! 

• Lo que tú digas. 

• ¡Gracias! 

• 
  

***  

Terrassa, 18 noviembre 2023